El lema “black power” cogió gran fuerza durante la segunda mitad de los 60s; en especial con la aparición de las Panteras Negras, cuya razón fue la autodefensa contra el abuso policial (Imagen: Pixabay)
Escriben: Rodrigo Ortecho y Mauricio Escobar
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En los últimos años se ha intensificado el clima racial en América, el lamentable caso de George Floyd y los repetidos incidentes de oficiales de policía que matan a personas negras con pocas o ninguna consecuencia están expuestos a través de los medios de comunicación.
Ahora, a primera vista, es fácil creer que los artistas contemporáneos de hip-hop no se comparan con la forma en que los antiguos raperos trataron la brutalidad policial. El tema se abordó de manera más famosa en el clásico de 1988 de N.W.A. «Fuck tha Police», pero varias canciones también abordaron el tema: Los dos primeros álbumes en solitario de Ice Cube hacen numerosas referencias al acoso y la violencia de la policía contra los jóvenes negros, y canciones como «Illegal Search» de LL Cool J (1990), «Violent» de 2Pac (1991) y «Holler If Ya Hear Me» (1993), así como «Sound of Da Police» de KRS-One dejaron una huella imborrable en la cima de la visibilidad del hip-hop actual.
Nico Ponce, quién está realizando una tesis de licenciamiento relacionado a este tema, menciona que las razones detrás de este “rap de protesta” lo definió de mejor manera el rapero Chuck D de Public Enemy:
“el rap era el CNN de la población afroamericana, porque ayudaba a hacer visibles la variedad de problemas que los afectan.”
Los raperos fueron llamados por los medios de comunicación para ofrecer una perspectiva de los puntos de inflexión históricos como la paliza a Rodney King y los disturbios de Los Ángeles de 1992. Pero cuando se mira lo que ha pasado en los últimos años, se ven más similitudes entre el presente y los tan aclamados años 90.
Tiempos contemporáneos
A menudo podemos exagerar la importancia de que personas muy famosas prestan su voz a los desafíos sociales del día. No se puede contar con ellos para que sean los más informados en los temas, y es ingenuo asumir que alguien está calificado para abordar problemas sociales de peso sólo porque ha ganado mucho dinero cantando, jugando un deporte o actuando. Pero son tiempos difíciles como estos cuando los artistas que son supuestamente «del pueblo» necesitan abrazar su estatus como personas influyentes en la cultura pop y usarlo para forzar a una América blanca, a menudo apática o voluntariamente obtusa, a abordar esa apatía.
Acerca de las principales diferencias entre el rap actual con el de los 90s, es que se abordaron temáticas “más huecas” como menciona Ponce. Asimismo, la mayor diferencia está en la estética: “los sonidos, los beats y flows han cambiado muchísimo; la música siempre va a evolucionar, refrescarse y el rap no ha dejado de hacerlo en casi 40 años. También en la producción: sacar un disco y distribuirlo era una tarea titánica; hoy se puede hacer desde las redes. Repito, yo considero los 90s como los mejores años del Hip Hop, pero también me gusta lo que escucho estos días”.