Los toques eco amigables que requiere necesariamente la industria textil para disminuir los índices de contaminación ambiental, sin dejar la visión moderna y vanguardista.
Escribe: Mariaximena Tello
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El término fast fashion es relativamente nuevo en nuestro país. Marcas internacionales como H&M, Zara y Forever 21 llegaron hace algunos años y, con ello, la mentalidad de los consumidores cambió por completo. Si uno visita una de estas tiendas, podrá encontrar ropa en tendencia a un precio accesible y las prendas se renuevan constantemente.
De esta manera, se comenzó a dejar de lado las estadísticas de este rubro que tanto daño le hacen al planeta. El proceso de “comprar- usar-botar” deja una profunda huella ambiental que, con el tiempo, se volverá peligrosa. Se sabe que la industria textil es conocida como la segunda más contaminante del planeta, después de la minería.
Ornella Paz, co-fundadora de la Asociación de Moda Sostenible del Perú, estima que en el 2050 se pasará a consumir 98 millones de toneladas de recursos naturales no renovables a 300 millones; y el presupuesto de carbono mundial pasará de ser de 2% a 26%.
Para que las prendas sean económicas, las empresas suelen usar fibras sintéticas (las más conocidas son nylon y spandex) o mezclan fibras naturales (como algodón o lana) con las primeras. Sin embargo, cada vez que las metemos a la lavadora, éstas desprenden micro plásticos que contaminan los ríos y mares. Además, el 80% de los desechos humanos en las costas provienen de la producción textil.
Por otro lado, el consumo de agua que implica la manufactura de una prenda es impresionante. Para crear un par de jeans se requiere un kilo de algodón y entre 10.000 a 17.000 litros de agua, mientras que el algodón representa el 25% del uso de insecticidas en el mundo.
Una respuesta necesaria para reducir el impacto ambiental
Por este motivo, nuevas tendencias han comenzado a tomar mayor protagonismo. Una de ellas es el hilado PET que emplea la tecnología para convertir las botellas de plástico en hilo.
Itessa es una empresa peruana con más de 50 años en el mercado que se ha sumado a esta innovación textil para cuidar el planeta. Se sabe que las botellas de plástico demoran hasta 700 años en degradarse.
Mirella Pérez, representante de la compañía, sostiene que el mercado internacional, principalmente Estados Unidos, ha valorado mucho este producto.
“En nuestro país se producen cerca de 23 mil toneladas de basura diaria y solamente el 15% se logra reciclar. Itessa quiere contribuir a este cambio positivo, con el reciclaje de un producto tan contaminante como el plástico”, sostiene.
Es importante recalcar que se necesitan aproximadamente 20 botellas de plástico para conseguir 1 kilogramo de fibra PET. Además de los productos 100% reciclados, Itessa ha desarrollado mezclas de fibras recuperadas con alpaca, lana y alpaca, sin incluir fibras sintéticas.
«Lo mejor de todo son los precios. 1 kilo de hilado PET equivale aproximadamente S/.35, por lo que el empresario no se ve afectado en cuanto a los costos de los insumos que necesita», postula Pérez.
Otros tipos de hilados reciclados
En la actualidad, existen diversos hilados que promueven el cuidado del medio ambiente. Entre ellos se encuentran:
- Piñatex: cuero vegetal a base de las hojas de la piña. Para obtener 1 metro cuadrado se necesitan 16 piñas aproximadamente.
- Cuero de shiringa: La shiringa es un árbol que crece en la amazonía del Perú, Colombia, Bolivia y Brasil. Con este, se pueden hacer suelas de zapatos, carteras y capas impermeables.
- Plátano: el textil se obtiene del tallo del árbol del banano y es conocido como «fibra de musa»:
- Bambú: con esta planta se consigue una fibra resistente y de peso ligero, por lo que se convierte en una excelente opción para la ropa deportiva.
Una moda ideal para el planeta
No solo es labor del empresario usar fibras más ecológicas en su producción para cambiar el planeta. El consumidor debe buscar nuevas alternativas para atenuar su huella ambiental.
- Usar productos vintage o de segunda mano para evitar el consumismo en exceso.
- Intercambia ropa y ahorra.
- Elige prendas de alta calidad a la hora de comprar una prenda. De esta manera, evitarás comprar ropa barata que se deteriorara en solo una temporada.
- Evita comprar productos exclusivos de las famosas temporadas «primavera-verano» u «otoño-invierno».
- Apuesta por los pymes (pequeñas y medianas empresas) porque éstas no generan tanta contaminación.