Informe Jose Ignacio Ferro
Video Marjhori Oyola
La iglesia católica cada año, el 16 de julio, venera a la Virgen del Carmen, dogma mariano universal, que recuerda la aparición de María Santísima a San Simón Stock en el Monte Carmelo, conocido también como Monte Sinaí. Este culto es universal. Sin embargo, en Paucartambo, un pueblo ubicado a 110 km. del Cusco, la celebración tiene una connotación especial.
A Paucartambo, también se le conoce como la puerta de entrada al Parque Nacional del Manu – porque detrás de las montañas que la rodean, se encuentran las selvas de Madre de Dios. Con el transcurrir del tiempo, los paucartambinos se fueron, poco a poco, hacia las ciudades, formando parte de la gran corriente migratoria del Perú. Ahora, solo quedan unos cuantos pueblerinos, que se dedican a la agricultura y administrar unos austeros negocios, que atienden a los camioneros en su transito hacia a la selva. Algunos turistas se quedan a descansar en su camino hacia el Manu y disfrutan, por un rato, la belleza del pueblo de casitas coloniales, de balcones azules y de sus calles estrechas y empedradas. Otros visitantes optan por invadir las riveras del Mapacho, río que cruza el pueblo, para desde allí observar su hermoso puente de cal y canto, que mando a construir el Rey Carlos III en el año de 1775.
Durante casi todo el año, Paucartambo es un pueblo apacible y silencioso. Pero del 14 al 18 de julio, el pueblo revive; sus calles se ven abarrotadas de fieles. La Virgen del Carmen llama a sus hijos, quienes acuden para rendirle culto y veneración. La devoción de los peregrinos, hace que muchos de ellos lleguen desde muy lejos. No importa la edad, ni la condición social, ni la distancia, todos sienten el llamado divino.
La Virgen del Carmen de Paucartambo, cariñosamente llamada Mamacha Carmen, por los paucartambinos, es venerada por distintos grupos sociales conformados por mestizos e indígenas. Ellos están organizados en 19 cuadrillas de danzas y cada agrupación representa un momento de la historia Inca, colonial y Republicana del pueblo. Para la antropóloga, Soledad Mujica Bayly, esta fiesta es una compleja síntesis de mestizaje, donde lo el sincretismo religioso, formado por la unión de la cruz y el ande, producen una serie de expresiones culturales nuevas, propias de la celebración. Cada danzan es un universo complejo de simbología y estética. Pero tres de ellas se distinguen, por que son Qhapaq´s (poderoso en quechua) el Qhapaq Negro, el Qhapaq Chuncho y el Qhapaq Qolla. Estás tres cuadrillas de danzantes tienen mayor protagonismo en la ritualidad de la fiesta.
Por la vistosidad de sus trajes, la música, la complejidad de las coreografías, la organización y disciplina de sus danzantes, la fiesta de la Virgen del Carmen de Paucartambo es uno de los eventos festivos más esperados e importantes del Perú y de América Latina. Desde al año 2006, esta celebración es considerada como Patrimonio Inmaterial de la Nación. Así como, “El Carnaval de Río De Janeiro”, “La Fiesta de la Virgen de la Candelaria en Puno” y “El Carnaval de Oruro en Bolivia”, la festividad de Paucartambo está por ser declarada como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, máximo título que puede recibir una celebración religiosa o cultural.
El momento más importante en la historia de la Virgen del Carmen fue el 3 de febrero de 1985, cuando ante miles fieles, en la explanada de Saqsayhuaman, fue coronada canónicamente, por Su Santidad Juan Pablo II, ahora santo, durante su primera visita al Perú. Hoy en día, sus devotos recuerdan con mucha devoción el hecho.
Los mayordomo o carguyoq
En toda festividad andina los carguyoq tienen un papel importante. Este termino proviene del quechua, que en castellano significa: el que posee algo. Ellos asumen la responsabilidad económica y organización de la fiesta. En Paucartambo no es la excepción, cada danza tiene un mayordomo. Ser carguyoq tiene sus ventajas tanto divinas como terrenales: tanto prestigio social y reconocimiento colectivo. Por otro lado, la participación espiritual en la fiesta promete favores de la imagen venerada,