La productividad es importante para realizar con éxito nuestras actividades diarias y cumplir con nuestras responsabilidades; sin embargo, puede convertirse en una obsesión dañina para la salud mental y física de las personas.
Escribe: Ana Paula Sánchez
Los seres humanos siempre han buscado ser productivos tanto en sus trabajos como fuera de estos, en sus vidas cotidianas; en el hogar, en sus relaciones y otras responsabilidades. A raíz de la pandemia y la necesidad de trabajar de manera remota, las personas comenzaron a pasar la mayor parte de su tiempo en sus hogares. Durante ese periodo, en internet, se acentuó la tendencia de la cultura de la productividad.
Esta obsesión por hacer más de lo que necesitamos genera, al final, un efecto contrario a la sensación de realización obtenida al ser productivo.
¿Qué pasa en nuestro cerebro cuando somos productivos?
La dopamina es un neurotransmisor que el cerebro libera cuando se ha realizado alguna actividad placentera. Genera satisfacción personal y está relacionada a la motivación; sin embargo, esta “hormona del placer” también influye en las adicciones. Cada vez que las personas percibimos un logro el cerebro libera dopamina, según el médico estadounidense Ralph Ryback.
La sobre productividad no funciona como una adicción en todo el sentido de la palabra, pero la sensación de placer obtenida sí puede originar una fijación con el proceso que la envuelve. Como con toda obsesión, la necesidad de querer más siempre está ahí.
Peligros de la sobre productividad
El fenómeno de la “cultura de la productividad” puede generar, a largo plazo, que disminuyan los niveles reales de productividad de la persona. Esta obsesión por lograr cada vez más es el origen de problemas de estrés, trastornos mentales y burnout.
Según la Universidad ESAN, el 70% de trabajadores peruanos sufren de estrés. En Estados Unidos, entre 26% y 40% de trabajadores pasan por lo mismo; en la Unión Europea, el 28%; y en Japón, el 63%, según un informe de la psicóloga Lauren Florko para el portal web Psychology Today. Esto puede provocar ausentismo laboral, altas tasas de renuncia y la baja de productividad real de los empleados.
Por estos motivos, es necesario volver a plantear nuestra relación con el trabajo y establecer los límites entre lo que significa ser productivo y tener una obsesión por el logro continuo de actividades. Ser productivos de una forma sana, que no atente contra nuestra salud mental y física es muy importante y satisfactoria para todas las personas.
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