Escribe: Bianca Botto
Era domingo 6 de septiembre el partido estelar de la noche, se jugó sin público de por medio, pero con muchas cámaras que enfocaban cada punto, cada raquetazo, cada aliento, cada reniego, cada grito que dejaba notar el esfuerzo de dos muchachos. Dos tenistas. El serbio, y número 1 del mundo en tenis, Novak Djokovic y el español Pablo Carreño. Ambos peleaban por el un cupo en las semifinales del US Open 2020.
Nole, como le dice al serbio, era el máximo favorito de uno de los campeonatos más importante del circuito tenístico. Este se perfilaba en las apuestas para ser nuevamente campeón. Sin embargo, esa tenue noche en Nueva York, perdió los papeles. Perdía 6 -5 el primer set y Djokovic lanzó, una pelota, al parecer, a modo de descarga furiosa hacía la parte trasera de la cancha sin medir las consecuencias que vendrían. La pelota impactó en la garganta de una juez de silla, quién cayó al suelo producto del dolor y empezó a gritar.
Insólito. El partido se paró. El número 1 se acercó enseguida a ayudar a la jueza, ella estaba consternada, con cara de dolor, miraba a quién quizás -hasta ese momento- era su ídolo.
La cancha de llenó de personas: oficiales, representantes de la ATP (Asociación de Tenis Profesional). Entre todos se sentía el murmullo y más en un estadio de 50 mil personas sin publico por el Covid-19. Caras de decepción y un Djokovic inquieto. Sabía como terminaría la historia. El reglamento menciona que en estos casos, más allá de la intención o no del jugador, el atleta debe ser descalificado.
Luego de 15 minutos, el arbitro dio por concluido el partido. Nole, como se esperaba, fue descalificando de manera inmediata y anunciaron como ganador al español Pablo Carreño. Djokovic tomó su maletín, sus raquetas, abandonó la cancha sin dar ningún tipo de declaración.
Horas más tarde a través de sus redes sociales, Djokovic, emitió un comunicado en el que anunció: «Esta situación me ha dejado triste y vacío. He hablado con la jueza de línea y desde el torneo me dijeron que ya se siente bien. Lamento mucho haberle causado tanto estrés. Tan equivocado. Respecto de la descalificación, necesito buscar en mi interior y trabajar en mi decepción, y convertir esto en una lección para crecer como jugador y persona. Pido disculpas al torneo y a todos por mi comportamiento», finalizó.
Probablemente este haya sido y será el acontecimiento más insólito que haya vivido el tenis este 2020 más allá de la pandemia. Sin embargo, la polémica entorno a este suceso continua y no sabemos hasta cuando.