El Gobierno de Martín Vizcarra ha recibido los últimos días más de 1000 peruanos retornando de diferentes países del mundo a Perú bajo medidas de precaución determinadas.
Escribe: Raffaella Cosignani
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Debido a la crisis actual por el COVID 19, diversos países han tomado medidas necesarias para detener el flujo de viajes nacionales e internacionales con el fin de detener la propagación del virus. Sin embargo, muchos peruanos quedaron varados en distintos países, entre ellos, Estados Unidos, con la única posibilidad de regresar mediante un vuelo Humanitario.
Según explicó el Ministerio Peruano de Relaciones exteriores, los consulados están trabajando para retornar a compatriotas al país, sin embargo, es importante tener claro que los pasajeros deben ser peruanos de nacionalidad, deben estar en estado de vulnerabilidad, se debe llevar a cabo una evaluación y aceptación de las autoridades y finalmente deben cumplir 15 días de cuarentena en albergues ya determinados al ingresar al Perú. Pierina Raffo y Axel Buterman tuvieron la oportunidad de retornar a su país natal mediante un proceso determinado y explicado a continuación.
Tal y como menciona Pierina Raffo, peruana y embarazada de 5 meses sin posibilidad de regresar desde los Ángeles al país, envió un formulario al consulado correspondiente donde había que completar datos con el fin de empadronar a los visitantes y saber dónde están ubicados exactamente y con qué condiciones. A lo largo de las comunicaciones con el consulado fue necesario confirmar si tenían lugar donde quedarse y recursos económicos suficientes.
El orden de preferencia estaba determinado con las personas que tenían visa J1 que corresponden a los extranjeros que estaban el programa Work and Travel. Sin embargo, las personas en condiciones vulnerables si se consideraban dentro de estos posibles grupos para volver al Perú. “El consulado, al saber que estaba embarazada de 5 meses, me considero dentro del grupo y después de esperar unos días, me llamaron para confirmarme que ese mismo día salía un vuelo para regresar” afirmó Raffo.
Una vez en el aeropuerto, el cónsul dividió en una fila separada a las personas que califican en los grupos de alto riesgo, si bien era un vuelo con personas varadas en Estados Unidos, pero también personas que necesitaban cuidados específicos. “En el vuelo y en la fila para embarcar había más mujeres embarazada, adultos mayores, una persona con escoliosis y una persona con cáncer primera etapa, todos los demás eran personas del programa Work and Travel” mencionó la pareja de Pierina, Axel Butterman, que también viajaba con ella.
En el mismo aeropuerto las autoridades pedían constantemente distanciamiento de 6 pasos entre cada persona velando por el cuidado personal y el de los otros pasajeros. Axel aseguró que fue difícil para las otras personas cumplir con las reglas de prevención ante la aglomeración de gente en un espacio reducido. “Nosotros en el vuelo de Los Ángeles a Houston estuvimos muy distanciados unos pasajeros de otros, aproximadamente éramos 14 personas en el vuelo. En el de Houston a Lima, estuvimos muy apretados antes, durante y después del vuelo”. Además, no todos usaban mascarillas o guantes para protegerse, dos de las cosas básicas para evitar el contagio con otras personas.