Cracks peruanos conquistaron paladares en un mundial con sabor a Lima.
Redacción: Wynnie Valdivia
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Palitos de madera, masa de picarones, miel de diferentes sabores y pailas con aceite muy caliente fueron los elementos que usaron los 11 equipos que participaron ayer en el primer Mundial del Picarón en el país. La Municipalidad de Lima, con el motivo del mes de la canción criolla y la fiebre mundialística, fue la encargada de organizar este evento, a través del Programa de Alimentación y Nutrición (PAN) que se dedica a promover el consumo de comida nutritiva e innovadora en los barrios. El punto de reunión fue en la Alameda de Chabuca Granda, en el centro de la ciudad
Los platos de picarones destacaron por los peculiares nombres que le pusieron los expertos. Así, se pudo encontrar el picarón ‘Gallese’ (miel de higo), picarón ‘Carrillo’ (miel de lúcuma), picarón ‘Farfán’ (de maíz morado), picarón ‘Guerrero’ (masa de quinua), picarón ‘Trauco’ (miel de mango), picarón ‘Cuevita’ (miel de chancaca) y picarón ‘Tapia’ (tradicional).
El acto fue inaugurado con bailes de marinera norteña y limeña, una banda y con muchos asistentes que apoyaron a sus dulceros con barras. Los participantes se encontraban vestidos con mandiles blanquirrojos y la competencia consistió en preparar la mayor cantidad de picarones en tan sólo cinco minutos. Un fuerte pitazo de fútbol dio inicio al juego y, tras 300 segundos de duro trabajo, German Córdoba obtuvo el primer puesto con 48 picarones fritos, seguido por Adelaida Canchihuaman con 46.
Giovana Janampa, de la Gerencia de Participación Vecinal de la Municipalidad de Lima, y Myrian Castañeda, de cocinas FADIC, fueron las encargadas de ser jurado del campeonato, y de premiar con cinco cocinas a los participantes del mundial. Además, el ganador al ‘Picarón Más Novedoso’ fue el denominado picaron ‘Farfán’, cuya masa fue hecha a base de maíz morado por la familia Nomberto Reque, de tradición norteña, y que se encuentra participando en la edición actual del festival MISTURA.
Luego de la degustación se pusieron a la venta los innovadores picarones y los precios variaron de 3 a 5 soles la porción. Las mieles más pedidas fueron las de camu camu y maracuyá, las cuales lograron cautivar en pocos minutos al público que vivía en Lima la emoción de un mundial.