Desde el 5 de agosto del presente año, terminó el periodo de prueba para esta nueva medida vehicular tan controversial, la cual se ha convertido en tema de coyuntura.
El 12.1% de ciudadanos pasa más de cuatro horas al día movilizándose hacia sus destinos, según un estudio de la Universidad del Pacífico en el 2018. Foto: Andina
Escribe: Lucero Chávez
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La capital está pasando por un momento de crisis debido a una extrema congestión nunca antes vista debido al incremento diario de diferentes tipos de vehículos y a la sobrepoblación. Actualmente, Lima y el Callao concentran el 66% del número de autos existentes en el país, según el Director ejecutivo del Instituto de Investigación y Desarrollo de Comercio Exterior, el Dr. Carlos Posada.
Frente a este hecho, el actual alcalde de Lima, Jorge Muñoz Wells, decretó el nuevo sistema de restricción vehicular: Pico y Placa, el cual tiene como objetivo principal devolver la fluidez a nuestra selva de cemento. ¿Es una solución a largo plazo?
“Este sistema no solucionará nada mientras no se tenga un buen manejo de la señalización y de las vías alternas. Solo están quitando presión en un lado para cambiar otro”, afirma Alonso Palacios, ingeniero de proyectos del GRUPO TDM. Y es que muchos conductores no respetan la norma, más bien utilizan otras rutas para evadirlas. Cabe resaltar que los taxis formales registrados ante el SETAME y los vehículos colectiveros no se encuentran dentro de la lista por falta de fiscalización y perjudican el tránsito.
“Es de suma importancia que exista un mayor nivel de concientización sobre cultura vial en todos los centros educativos para que existan conductores responsables. También debe darse una mejor coordinación por parte de los municipios, una mayor armonía en la instalación de semáforos, de lo contrario solo representarán un obstáculo más. La ciudad es de las personas y si no la cuidamos estaremos condenados a una vida sumida en el caos”, concluyó el especialista.