No es necesario realizar una ardua búsqueda, con solo digitar “mujeres periodistas peruanas”, el primer resultado llega gracias a La República. Bajo el titular “Las 10 periodistas más bellas de los noticieros”, uno de los diarios más importantes del país, ofrece una aguda selección de las periodistas más hermosas del medio quienes “se han robado las miradas por su belleza”.
Texto y video: Valeria Reyes Follow @PS_UPC
La mayoría de estas notas–correspondientes a la categoría “Espectáculos”–contienen una galería de fotos para que el lector compruebe por sí mismo el ranking realizado. Las fotos son sacadas de las cuentas de redes sociales de cada candidata y precisan el canal y el puesto desempeñan en ese momento.
Los comentarios de los usuarios no se hacen esperar y las opiniones son divididas, hay quienes critican ensalzamiento de la imagen de las periodistas por sobre su conocimiento y otros que no dudan en sugerir sus propias opciones y criticar la selección del diario.
En la era del clickbait cualquier cosa es noticia y los medios nacionales dan rienda suelta a su creatividad con notas sobre Mávila Huertas con una “sensual vestimenta”. Eso sí, se preocupan de ampliar la información hablando de su reciente relación que–afirman– la tiene “más enamorada que nunca”.
Sigue la búsqueda y aparece el Trome presentando a “la sexy reportera del programa Beto a Saber”. Se trata de Rosario Victorio, la última adquisición del programa que viene “rompiendo los corazones de muchos por sus sexys fotos publicadas en redes sociales”, según se lee en la página. Como es de esperarse, también se adjunta una galería de fotos sacadas de la cuenta de Instagram de Rosario con fotos de ella en vestido, falda corta y bikini. Sin embargo, para agregar algo relevancia, el Trome aprovecha para hacer mención de sus reportajes más populares y los linkea al final de la nota.
Para la comunicadora Roxana Murillo, la asociación de la mujer periodista con dignidad, respeto y valores: «El trabajo de periodista compromete a la mujer a no tenerle miedo a nada, a enfrentar situaciones difíciles, a hacer valer su palabra, y por tanto, realizar un trabajo que la enaltece. Pensar en el enfoque de su nota periodística como cualquier periodista varón lo haría, y no tener que preocuparse por el comportamiento tan vergonzoso de cuidar primero su cuerpo, o hacer respetar su condición de mujer, para luego seguir pensando en su trabajo periodístico. Eso no es justo para ninguna mujer», asegura Murillo.
Noticias de este estilo abundan en internet a nivel internacional. La cosificación de la mujer como un adorno frente a las pantallas es una constante sobretodo en la parrilla televisiva. Muchas de las búsquedas en Google pueden ser justificadas por los televidentes con la imagen que muestran las periodistas al aire. Se excusan diciendo que su apariencia corresponde a los adjetivos que ellos les adjudican y también se defienden señalando que no es una falta de respeto sino una manera de valorar la belleza en pantalla.
Lo cierto es que hay una desproporción desmesurada entre los contenidos y comentarios sexistas y machistas y los contenidos y comentarios en los que realmente haya un trasfondo relevante. Mientras este desbalance sexista, poco o nada se aporta al abandono de etiquetas sobre las periodistas como, «piernonas», «sexys» y «bellas» en vez de «inteligentes», «astutas» o «profesionales».
