Escribe: Mauricio Escobar
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Diversos modelos, dibujos, colores, sabores y la que mejor cae con tu atuendo del día, quizá no se pueda intervenir en la elección la forma, pero sí de que tanto te puede proteger la que estás usando.
Los peruanos hemos mutado y ahora los rostros que solíamos exhibir por las calles se ocultan detrás de un cubrebocas. La creatividad peruana ha salido a flote y la diversidad de mascarillas ha ido incrementando, como las medidas que se han tomado para evitar que la gente salga a las calles. Dentro de todos los tipos que han salido a la venta, las de tela se han vuelto la opción más accesible por su bajo costo, aunque no sean del todo seguras.
Las tan deseadas mascarillas quirúrgicas y las adoradas N95 han elevado su valor, pues cada vez hay menos de estas y más casos confirmados. Según la médico cirujana Rosemary Uchurima la N95 debería designarse únicamente en el personal médico, personas con síntomas y casos confirmados, basándose en lineamientos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esta organización anunció recientemente que estas no eran necesarias si es que no teníamos síntomas. Entonces ¿Deberíamos usar algún tipo de cobertor nasobucal los civiles encargados de realizar las compras? la doctora Ucharima afirma que, si existieran las necesarias, todos deberíamos usar las N95 o en el peor de los casos las quirúrgicas. Además, el presidente de la República, Martín Vizcarra, anunció el viernes 3 de Abril en una conferencia de prensa que el uso cubrebocas era obligatorio para todos los que salían de casa.
Ante la escasez el Ministro de Salud, Víctor Zamora, recientemente difundió una especificación para la elaboración de mascarillas de tela, ya que el costo era menor y todos podían acceder a esto con materiales de casa. Sin embargo, la OMS emitió un comunicado mucho antes de la difusión del ministro, en el que se afirmaba que no se podía utilizar tela para la elaboración de estas bajo ninguna circunstancia. Ante la falta de cubrebocas una mascarilla de tela puede ser una opción para evitar el contacto directo con las personas, aunque esto no garantice una seguridad completa.