Escriben: Sebastián Fernández y Mariana Gálvez
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Los scooters eléctricos se han vuelto la novedad en cuanto a maneras de transportarse en Lima. Hay muchos amantes de este nuevo vehículo que defienden su utilidad para evitar el tráfico y moverse con facilidad; sin embargo, también hay muchos haters. En San isidro y Miraflores no son pocos los ciudadanos que presentan sus quejas por Facebook, adjuntan fotos de los scooters estacionados en medio de la pista o circulando rápidamente por la ciclovía. Se han vuelto un tema controversial. Por eso, nuestro equipo de Punto Seguido decidió salir a probarlos.
Accesibilidad
Apenas llegamos al parque Kennedy, nos fue imposible ignorar la gran cantidad de scooters eléctricos que desfilaban por las ciclovías y calles aledañas. En Miraflores son la novedad y es muy común ver a personas frente a uno de estos vehículos, tratando de descubrir cómo funcionan. Primero llegó Grin y hace poco Movo: están en las esquinas, semáforos, en las puertas de locales o simplemente en medio de la vereda.
Aunque en algunas calles se ha trazado una línea verde para señalar un posible lugar donde dejar los scooters de Grin, la impresión general es que los usuarios aún no comprenden muy bien dónde dejarlos. Es más, nosotros no teníamos idea de dónde estacionar el scooter al terminar nuestro viaje. La aplicación tampoco proporciona un mapa de posibles lugares autorizados para dejarlos, ni tampoco te guía a uno que esté cerca a ti.
Rapidez
No hay duda de que estos scooters son rápidos. Tal vez demasiado. No llegan a la velocidad de una moto, pero sin asientos ni casco (porque los usuarios suelen usarlos on the go, sin planearlo) la acción resulta un poco temeraria. Subirte por primera vez en uno de estos scooters puede ser un poco intimidante, alcanza una velocidad máxima de 25 km/h.
Seguridad
Los scooters eléctricos tienen etiquetas que indican su uso solo para mayores de 18 años. Sin embargo, eso no parece importarle a ninguno de los niños que pudimos ver en nuestro paseo por Miraflores (ni a sus padres). Además, los scooters deberían ser utilizados solo por un usuario, pero en las calles son usados por dos y hasta tres personas.