Foto: El Paisano
Escribe: Ruth Ocampo
Desde Hollywood hasta el Perú, el mundo del stand up comedy ha sido duramente criticado por el tipo de comedia que se maneja. El humor negro ha sido puesto bajo análisis sobre los temas que pueden abordar show humoristicos y qué limites deben tener.
Las plataformas digitales son el nuevo escenario para el stand up comedy. El respaldo de millones de internautas peruanos puso bajo los reflectores a Ricardo Mendoza y Jorge Luna, dos comediantes que ofrecen un show de improvisación alejado de lo moralmente correcto. Su humor negro logró salvar al sombrió destino del Teatro Canout, quien hoy recibe a jovenes y adultos seudicidos por la dinámica de la dupla. Las risas cesaron hace un par de semanas cuando la carrera de Ricardo Mendoza se ensombreció al conducir otro programa junto a su prima Norka Gaspar donde hizo burla del acoso callejero a una menor. En una generación donde el fenómeno de la cancelación termina constantemente la carrera de diferentes comediantes ¿El humor debe tener limitaciones? ¿Cómo decidimos como sociedad cuándo la comedia va demasiado lejos?
En los últimos años, la forma en que se hacía humor se ha revaluado bajo una visión moralista. A lo largo de la historia. la comedia nunca ha sido tímida a la hora de abordar los problemas morales de la época. Sin embargo, al satirizar e iluminar las hipocresías y los comportamientos inmorales de la sociedad, los comediantes son acusados con frecuencia de «cruzar la línea». Es necesario concientizar al público de que existen diferentes matices dentro del humor negro y no debe condenarse por completo este estilo de comedia pero debemos reexaminar el tipo de chistes que consideramos aceptable. El éxito de programas como “Hablando Huevadas” surge por la nueva oferta de comedia que ofrece. Jorge Luna y Ricardo Mendoza no han tenido temor de traspasar todos los tabúes establecidos en la comedia. Sus chistes pueden ser observaciones prácticas de situaciones ficticias o reales que pretenden mostrar un componente ridículo, absurdo o, al menos, interesante de la vida que el público podría haber visto o que no haya considerado antes. De igual modo, otro comediante que no tiene temor de satirizar la desigualdad y discriminación de clases que existe en nuestra patria es Jaime Ferraro. Su humor permite que se concientice sobre la existencia del racismo, discriminación economica o de clases.
El abordar temas reales, trágicos y que involucren a la sensibilidad de personas dentro de un show de comedia trasciende hacia lo que puede considerarse como una burla. Los recientes acontecimientos ocurridas en Los Oscars realizadas por Chris Rock, aludiendo a la alopecia; y Amy Schumer, minimizando a otra actriz, solo son reafirmación de los prejuicios hacia las mujeres. El caso ocurrido en el programa peruano “Complétala”, conducido por Ricardo Mendoza y Norka Gaspar, mostró la delgada línea entre la transgresión y la agresión. Durante el show, la comediante Gaspar narró ser testigo del abuso sexual a una menor en un transporte público pero los comentarios realizados por los conductores indignó a todo el Perú y fueron “cancelados” en las redes sociales. El acontecimiento fue analizado en noticieros y programas de espectáculos quienes exigieron un ente regulador de los contenidos que se transmiten en plataformas digitales. La opinión pública se cuestionó si establecer límites a la comedia es equivalente a la censura.
La libertad de expresión encuentra sus límites en nuestras leyes y convencionalismos sociales. La propuesta artística de un comediante no necesariamente debe tener una obligación moral pero sí deberán responsabilizarse de sus actos. El abogado José Zumaeta explica que: “El derecho a la libertad de expresión no ampara el derecho a ofender, agraviar, insultar a alguien”. En el caso del programa “Complétala”, que busca basarse en experiencias de sus seguidores, tendrán que limitarse a la ética personal de su audiencia y de los comediantes que deben ser conscientes que abordar temas trágicos en un ámbito humorístico debe hacerse si buscan hacer reflexionar.