Estalló una guerrilla civil en el país africano Sudán. La lucha por el poder impide que el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido y los militares de Sudán encuentren una solución viable para que pueda acabar el caos en el territorio africano.
El pasado 15 de abril, el cielo de la ciudad de Jartum, Sudán, dejó el color celeste para convertirse en un tono gris. El grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido, encabezado por Mohamed Hamdan Dagalo, y el ejército sudanés, encabezado por el general Abdel Fattah Al Burhan, comenzaron una guerra con el objetivo de obtener el poder del país.
En el 2019 cae la dictadura de Omar al Bashir, quien estuvo 26 años en el poder en el Gobierno de Sudán. Este fue acusado por crímenes de guerra y contra la humanidad. Tras la caída del dictador, los nombres de los generales Mohamed Hamdan Dagalo y Abdel Fattah Al Burhan comenzaron a sonar más en el pueblo sudanés. Ambos se convirtieron en aliados para poder dar otro golpe de Estado en el año 2021.
Según lo transmitido por la BBC News, a raíz de esta guerrilla, Sudán se sumergió en una crisis, llegando a tener un gobierno cívico-militar. En octubre del 2021 los militares tomaron el poder y disolvieron los tratados del gobierno de transición y el poder compartido. Se afirmó en aquel entonces que en julio de 2023 se llevarían a cabo nuevas elecciones, para darle el poder a un gobierno representativo, independiente y justo.
El año pasado se incrementaron las manifestaciones a raíz del golpe de Estado militar, ocasionando que los líderes civiles y militares firmen un acuerdo para comenzar una transición en el país en dos años. Sin embargo, las tensiones se intensificaron cuando quisieron incluir a las Fuerzas de Apoyo Rápido con el ejército sudanés. El problema comienza aquí, al estar ambas fuerzas fusionadas, ¿Quién sería el general que estaría al mando?
Ambos grupos luchan por el mismo objetivo, y se desconoce cuándo pararán los ataques en la ciudad. Ambos grupos luchan por obtener puntos estratégicos dentro de todo el país. Los pedidos hechos por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para que tengan un alto fuego no duran, siendo la última petición de 72 horas, la cual se rompió con ataques aéreos mientras los civiles escapaban.
Para poder entender más acerca del poder que se juega en este país, rico en oro y con una ubicación importante geográficamente hablando, Punto Seguido conversó con Augusto Thornberry, especialista en relaciones internacionales. Nos comenta que al ser una contienda liderada por caudillos, parece ser que las soluciones políticas son insuficientes. Asimismo, existe una posibilidad de que los líderes involucrados estén dispuestos a negociar una salida para salvar su reputación.
Han transcurrido más de dos semanas desde que empezó la guerra civil en Sudán. Los civiles, quienes tratan de escapar hacia zonas seguras, lejos de la ciudad de Jartum, son los más afectados. Hasta la fecha, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) se han registrado más de 400 muertos y 4.000 heridos.
Los diferentes llamados a la calma por parte de las Naciones Unidas, la Unión Africana y Estados Unidos, pero las luchas internas en el país, son las que no dejan que se vea un futuro con algún régimen democrático estable. Países como Egipto y Sudán del Sur se han ofrecido como mediadores, pero hasta que se llegue a un acuerdo, lo único que le espera al pueblo sudanés es seguir viviendo entre guerras y miseria.
Redactado por: Facundo Carrasco Linares