Por: Tatyane Ayala
Desde el 28 de junio de 1969, fecha en la que se conmemoran los disturbios de Stonewall en Nueva York, donde la comunidad LGTB luchó contra un sistema que perseguía a los homosexuales. Este acontecimiento marcó el inicio del movimiento de la liberación homosexual y por ello, cada año en esta fecha se realiza la marcha del Orgullo Gay. Han paso 44 años para que el Perú dé el primer paso, cuando el 12 de septiembre del 2013, el entonces Congresista Carlos Bruce presentó el proyecto de ley N° 2647/ 2013-CR, que proponía establecer la unión civil entre personas del mismo sexo. Este proyecto, meses después, sería archivado.
En una sociedad moderna como la nuestra, es difícil pensar que aún existen algunos tabúes como la preferencia sexual de hombres y mujeres. Sin embargo, encontrarnos en un país donde no todos toleran a esta comunidad es muy diferente dentro de algunos centros universitarios. En la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas – UPC, la mentalidad de los rectores, profesores y muchos estudiantes es más abierta y complaciente con el grupo LGTB. Por ello, en el 2013 ante un hecho de discriminación en el campus de San Isidro hacia unas jóvenes que se mostraban afecto besándose, tres estudiantes hartos de ser apuntados por su orientación sexual formaron Freedom UPC en el campus de Monterrico. Un grupo conformado por estudiantes LGTB de la misma universidad, que se reúnen cada viernes por la tarde o cuando están libres para hablar sobre ellos mismos y sus problemas: “tenemos sesiones sobre sexualidad, sesiones orientadas a la salida del clóset y cómo manejar estos temas con la familia”, dice el coordinador Alfredo Romero Shiraishi.
Foto: Alfredo Romero Shiraishi
En un inicio, el grupo no era tan acogido y estaba a punto de cerrar, pero las ganas de querer ayudar a los chicos que aún no se reconocían como tal hizo que revivieran su página de Facebook “somos el segundo grupo con mayor participación en redes”, asegura Alfredo. En el 2015-II Freedom UPC llegó a los campus de San Isidro y Villa, para el 2016-II llegarían a San Miguel y en total son 70 estudiantes, aproximadamente, quienes forman parte de esta agrupación. Lo que sus coordinadores tratan de hacer, como nos dice Alfredo Romero, es incorporar todo tipo de gente, ya que “la idea es que vengan con miedos y a través del grupo tratar de manejarlos y afianzar su auto aceptación para enfrentarse a un país que discrimina”. Pero no todo es color de rosa, pues dentro de la universidad existen personas homofóbicas y mediante sus comentarios hacia los post de Freedom demuestran su irreverencia ante esta comunidad: “la mayoría de grupos LGBT son muy serios al hablar de estos temas, nosotros respondemos con ironía o sarcasmo, creo que eso nos ha distinguido de otras agrupaciones. Lo que queremos transmitir con estas respuestas es enseñar a nuestros chicos a no quedarse callados, porque hacerlo es permitir el abuso”.
Foto: Alfredo Romero Shiraishi
Freedom es un grupo en el puedes ser uno mismo, no importa si eres homosexual o heterosexual, ellos te abrirán las puertas. Ser tolerante es solo el principio de una larga carrera hacia la igualdad y este grupo universitario ya dio un gran paso uniendo y abriendo las mentes de aquellos quienes no creían posible mostrarse como son. “Queremos ser el espacio para que los jóvenes LGTB se sientan cómodos, pues somos una familia y como tal tratamos de aceptarnos. Lo hacemos porque no queremos que los chicos se sientan solos”.
Foto: Alfredo Romero Shiraishi
Punto Seguido, gracias por la nota.
Pero mi nombre es Alfredo Romero-Shiraishi: es un solo apellido. 😐