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El Centro Europeo del Medicamento respaldó la inoculación con el fármaco de Astrazeneca a pesar de los casos atípicos de coágulos sanguíneos registrados.
Escribe: Rómulo Zuzunaga
Desde que inició la carrera para desarrollar una vacuna capaz de acabar con la pandemia del coronavirus, muchas farmacéuticas alrededor del mundo han invertido y siguen invirtiendo millones de dólares para ser la recordada de inocular al mundo entero con sus dosis. Sin embargo, las vacunas de Oxford, trabajada por la británica Astrazeneca, y la de Johnson and Johnson, de solo una dosis, no han resultado tan eficientes como se esperaba.
En el caso de la Unión Europea, países como Alemania, España, Italia y Francia habían suspendido las inoculaciones con la fórmula de Astrazeneca desde antes de la quincena del mes de marzo. Frente a esta controversia, que luego se expandió a más países, la Organización Mundial de la Salud insistió en continuar con su administración a pesar de los pocos casos de coágulos sanguíneos. El debate también fue presentado por la Agencia Europea de los Medicamente, que aseguró la no existencia de relaciones entre la fórmula de Astrazeneca y los casos de tromboembolismo detectados en algunos países.
Tanto los agentes de seguridad infecciosa de la Organización Mundial de la Salud (OMS) como los especialistas de la Agencia Europea de los Medicamente (EMA) estudiaron el caso durante las semanas críticas y consideraron que era seguro seguir usando esta vacuna en las campañas de inmunización contra la COVID-19. Más de un mes más tarde de su suspensión, recién el veintitrés de abril, la Agencia informó que los beneficios de vacunarse con Astrazeneca eran mayores a los efectos adversos.
Muy similar es el caso de la británica Johnson and Johnson, donde las agencias de salud de los Estados Unidos solicitaron su inmediata suspensión el martes 13 de abril, luego de que se registró media docena de casos de trombosis entre los casi siete millones de dosis aplicadas en este país. La Administración de Medicamentos y Alimentos y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades decidieron detener la distribución y aplicación de este fármaco. El caso también fue debatido en Europa, donde se detuvieron las dosis de la vacuna, así como en Sudáfrica, país que ya aplicó 300 mil al personal de salud.