Tres de cada diez menores peruanos presentan algún problema de salud mental a causa del distanciamiento social y la pandemia.
Por Ann Millones
La salud mental es importante para el manejo del estrés de la vida cotidiana, el mal manejo de esta puede generar enfermedades físicas. De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS): “La salud mental es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”.
Contar con salud mental en la infancia permite lograr mejores indicadores emocionales y de desarrollo; por lo tanto, aprender habilidades sociales y enfrentar los problemas en el futuro. El estrés y trauma relacionados a la pandemia pueden ocasionar efectos duraderos en los más pequeños, ya que estos trastornos mentales dificultan la manera habitual de aprender, así como en el comportamiento y en el manejo de emociones. Según la Academia Americana de Pediatría, ello podría generar angustia y problemas en las rutinas diarias de los niños, niñas y adolescentes.
Durante la emergencia sanitaria por COVID-19 los cuadros de ansiedad, depresión y estrés, debido a la incertidumbre que genera la pandemia han incrementado los casos de enfermedades mentales, pero estos eventos pueden ser aún más complicados en aquellos que se encuentran en edad de formación; es decir, los niños, niñas y adolescentes.
De acuerdo a un estudio realizado por el Instituto Nacional de Salud Mental- Honorio Delgado realizado antes de la pandemia por COVID-19, uno de cada ocho niñas, niños o adolescentes había sufrido algún problema de salud mental durante su desarrollo. En ese entonces el 8,6 % de adolescentes residentes de Lima habían vivido algún episodio depresivo, mientras que en provincias estas cifras variaron entre 5,8% y 7,8 %. Bajo el nuevo contexto sanitario, estas cifras se han triplicado.
Así mismo, durante el 2020 el Ministerio de Salud y Unicef realizaron un estudio en el que se destaca que tres de cada diez niños tienen problemas de salud mental a causa del confinamiento y la pandemia. También resaltó que el 63% de los niños no han logrado motivarse o conectarse a la escuela y ese porcentaje aumenta a 70% si uno de sus progenitores atraviesa por una depresión.
Entre los factores que más han afectado a este sector importante de la población a nivel mundial se encuentran la interrupción de sus estudios debido al cierre de las escuelas, la vulneración de la infancia, aumento del estrés en los hogares y la pérdida de uno de sus padres. Este último dato brinda referencia al estudio realizado por la revista The Lancet, la cual indica que en nuestro país, alrededor de 98 975 niñas, niños o adolescentes perdieron a uno de sus padres a causa del COVID-19. Es decir, diez de cada mil niños, niños o adolescentes peruanos han quedado en la orfandad. Colocándonos en uno de los países con mayor tasa de huérfanos en el mundo.
El Estado peruano brinda desde marzo de este año una pensión para menores huérfanos de padre o madre fallecido por COVID-19. Diferentes ONG han organizado y realizado campañas de acompañamiento a personas afectadas psicológicamente. Sin embargo, en el tema referido a la ayuda psicológica enfocado en niñas, niños y adolescentes no se tienen planes concretos del gobierno hasta la fecha.
En el siguiente vídeo te contamos los principales factores que han contribuido negativamente a este hecho ¿Qué recomiendan hacer los expertos? Y formas de cómo tratar el duelo de manera saludable en el hogar.