(Foto: ANDINA)
El servicio de salud pública que ofrecen los hospitales del Estado nuevamente está en las noticias: esta vez por casos de mujeres atendidas con descuido en las salas de parto. El Instituto Nacional Materno Perinatal es acusado de ello y mala praxis: en esta nota se recoge el relato de una madre de familia que decide no callar más.
Por Yumiko Meza
Alicia Aparicio, de 32 años de edad, madre de familia, denunció a Punto Seguido que, cuando iba a dar a luz a su segundo hijo, sufrió violencia verbal y física por parte del personal para su cuidado previo al parto, en la Maternidad de Lima, en el 2018. Ella afirma, además, que por un mal procedimiento, mientras sacaban al bebé de su vientre, él ingirió líquido amniótico, lo que obligó a que fuera internado en la unidad de cuidados intensivos (UCI).
“Yo me di cuenta que cuando eres primeriza te atienden en otra sala, y cuando ven que vas a tener a tu segundo hijo, porque tienen tu historial, es cuando la forma del trato cambia, y se vuelven más cortantes, con poca paciencia” relató Aparicio, en una entrevista con este medio.
Por Decreto Supremo N° 008-2016-MIMP fue aprobado el Plan Nacional contra la Violencia de Género. Este sanciona cualquier acto de violencia y maltrato que el personal del área de salud intente realizar o cometa en la labor del parto.
Alicia estaba sola cuando la prepararon para el parto, y agrega que las enfermeras subestimaron su temor natural previo al alumbramiento, argumentando que “no era la primera vez que da a luz”, señala Aparicio que le expresó un trabajador sanitario.
La madre de familia agrega que las enfermeras del turno de su parto le ocultaron que su niño había sido ingresado a UCI hasta pasando las 24 horas,y que se enteró por su esposo.
Ella cuenta que no había tenido un problema tan grave en su primer embarazo, el cual se llevó a cabo en el mismo hospital. Lo que deduce es que por ingresar por segunda vez a sala de parto ya no te tratan bien como a las primerizas. Aparicio indica que en la sala de parto notó a un personal estresado y apresurado, por lo que fueron bruscos y le provocaron fuertes dolores en el procedimiento de la medicación. Recuerda que le inyectaron tres veces la anestesia epidural, por la espalda, por lo que su dolor se agravó; tras los efectos postoperatorios se preocupó por no sentir las piernas.
Derechos del paciente se violan con agresiones verbales
A ello se suma que, luego de la intervención, la presionaron para que se ligara y no tuviera más hijos. Incluso, ella considera tener una buena condición económica, que le permitiría tener más hijos. La enfermera le insistió: “no sé por qué las ganas de querer traer más hijos al mundo”, menciona Alicia.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) las mujeres tienen el derecho de recibir la mejor atención y cuidado en salud. Esto incluye una atención digna, responsable y respetuosa ante un embarazo. De esta manera, se busca evitar que sufran por violencia, discriminación o negligencia en las salas de los hospitales.
Alicia afirma que en una primera instancia pensaba denunciar el maltrato, pero ante la situación de cuidados intensivos de su recién nacido, se calló. Hasta ahora que lo denuncia en Punto Seguido.
Keyla Chumbe, licenciada en área de obstetricia y cuidados neonatal menciona que a lo largo de su carrera ha visto varios casos de violencia, que no son denunciados y las madres lo pasan por alto.
“En la actualidad ya existen derechos del paciente y no hay que tenerle miedo a un médico o a la obstetra para presentar una denuncia. Es muy necesaria la acción para que las instituciones puedan realizar las sanciones correspondientes” afirmó Keyla, en una entrevista de este medio.