Peter Kalmus es un científico de datos experimentado en la industria aeroespacial de la NASA, quien fue arrestado tras protestar contra la crisis climática actual. Junto con otros científicos, el también especialista del clima en el Laboratorio de Propulsión se encadenó a la entrada de la sucursal del banco JP Morgan Chase, empresa que financia proyectos con combustibles fósiles.
La protesta fue parte de una campaña internacional organizada por un grupo de científicos bajo el nombre de “Rebelión Científica”. Esta iniciativa cuenta con el apoyo de más de 1,200 científicos en 26 países, así lo anunció Kalmus en una columna realizada para The Guardian.
Al respecto, enfatizó el reciente informe presentado por el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático de la ONU (IPCC), el cual brinda detalles sobre las emisiones de la producción de combustibles fósiles en el mundo.
“Los científicos no están siendo escuchados, estoy dispuesto a correr el riesgo por este hermoso planeta. Hemos tratado de advertirles por muchas décadas que nos estamos acercando a una catástrofe y hemos sido ignorados. Los científicos del mundo han sido ignorados y eso tiene que parar”, enfatizó el científico de la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio de la NASA durante la movilización de la Rebelión Científica.
¿Cuáles son las amenazas climáticas anunciadas ante el calentamiento global?
Los combustibles fósiles son una fuente de energía que está estrechamente relacionada con las emisiones de efecto invernadero y el calentamiento global. Su producción genera consecuencias graves para el planeta debido a los cambios irreversibles que podrían evidenciarse con el paso de los años.
Al respecto, el científico Kalmus señaló que “la ciencia indica que a medida que los combustibles fósiles continúan calentando nuestro planeta, todo lo que amamos está en riesgo”. Dicha advertencia se relaciona con los escenarios planteados por el IPCC, donde enfatizan en sus informes que los efectos del cambio climático en todo el planeta se evidenciarían en sequías, falta de alimentos, desastres naturales, inundaciones, entre otros.
En la misma línea, la organización intergubernamental señaló que el calentamiento global generaría la desaparición del 3% al 14% de las especies terrestres. Además, advirtieron que en el 2050 cerca de mil millones de personas se encontrarían en zonas costeras de riesgo.
Los daños también se evidenciarían en el aumento de fenómenos meteorológicos y climáticos extremos, los cuales colocarían al mundo en un proceso de adaptación que supera sus capacidades. El calentamiento global generado por las acciones de la humanidad ya se encuentra en una etapa irreversible, así lo anunció la IPCC tras catalogar en “alerta roja” al cambio climático.
¿Qué solución plantea el IPCC ante los cambios irreversibles del calentamiento global?
Durante la primera semana de abril, el panel de la ONU presentó el tercer informe sobre la crisis climática actual. En la reciente publicación señalan que la solución es reducir el uso de combustibles fósiles. De ese modo se evitarían los cambios irreversibles y catastróficos para la humanidad.
Es importante mencionar que el calentamiento global debe ser limitado a través de estrategias gubernamentales a nivel mundial, ello con la finalidad de mantener la temperatura por debajo del umbral de 1.5 °C. Previamente, los expertos del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático de la ONU advirtieron que en el 2030 se alcanzaría la preocupante cifra, este aumento llegaría diez años antes de lo esperado.
Con respecto al último informe publicado por la IPCC, la situación parecería empeorar ante el aumento de producción de combustibles fósiles. Peter Kalmus señala que las emisiones serían más del doble que la cantidad necesaria para llevar al planeta a superar el umbral de 1.5 °C.
“Un nivel que traerá un calor mucho más intenso, fuego, tormentas, inundaciones y sequías que los actuales 1.2 °C”, enfatizó el especialista del clima en la NASA en su publicación para The Guardian.
Las advertencias se dieron con la finalidad de evitar que las emisiones de gases globales de efecto invernadero alcancen su máximo nivel. No obstante, a pesar del Acuerdo de París y la reciente reunión de la COP 26 en Glasgow por la cumbre del clima, los científicos alertan no ser escuchados.