Ambas modalidades tienen diferentes procedimientos y funciones en la lucha contra el contagio del COVID-19. ¿Conoces las propiedades de cada una?
Escribe: Diana Velásquez
Tras el anuncio a finales de marzo de la compra de miles de pruebas rápidas para ayudar a la detección del COVID-19 en Perú, se desató la discusión sobre la utilidad de las mismas. El ex jefe del Insituto Nacional de Salud (INS), Ernesto Bustamante, indicó que no serían eficaces para determinar la presencia de coronavirus en el organismo; no obstante, otros expertos defendieron que tanto las pruebas rápidas como las moleculares son necesarias en el control del contagio del virus.
Hasta el pasado viernes 3 de abril, Perú ha registrado 61 muertes debido al coronavirus y 1,595 casos confirmados en total.
¿En qué se diferencian las pruebas rápidas y moleculares?
Las pruebas rápidas o serológicas confirman si la persona ha tenido el virus anteriormente, mas no son una prueba de diagnóstico. Se realizan tomando una muestra de sangre, que luego es insertada en un dispositivo de prueba; estos test rápidos detectan la presencia de anticuerpos en el organismo creados para combatir el virus entre el tercer y séptimo día de infección. Es decir, determinan si el organismo se habría estado defendiendo del virus anteriormente, y no para diagnosticar que padece del virus en el momento. Estos tests rápidos pueden dar los resultados en cuestión de minutos a horas, aunque en otros países se han logrado en segundos. De acuerdo al Ministro de Salud, Víctor Zamora, esta prueba costaría 16 soles.
Por otro lado, las pruebas moleculares son tests para diagnósticar que la persona está contagiada del virus y en pleno proceso de la enfermedad. Se extrae una muestra de secreciones de la garganta o de la nariz con una torunda nasofaríngea, que es como un hisopo largo. Luego, el laboratorio efectúa un test de reacción de cadena polimerasa (PCR), que consiste en amplificar fragmentos de ADN y encontrar bacterias y microgérmenes del virus; es decir, localiza el material genético del coronavirus en el paciente. Los resultados tardan días en salir y el examen tiene un costo de 200 soles.
¿Por qué es necesario disponer de ambos tipos de pruebas?
Si bien la prueba rápida no es igual de minuciosa como la molecular, un resultado negativo de la primera descarta que la persona se haya infectado de COVID-19 y, por tanto, descarta que su entorno esté también en riesgo si se han cruzado en las últimas semanas. De ser positivo el resultado, el paciente puede pasar a una prueba molecular y, al mismo tiempo, se mapea la posibilidad de contagiados a su alrededor.
Disponer de ambas modalidades significa un ahorro en tiempo y en pruebas moleculares en la lucha contra el virus, pues sus funciones se complementan: la prueba rápida ayuda a idear estrategias prontas contra la propagación mientras que la prueba molecular identifica la gravedad de la enfermedad en el momento.