Según la OMS, cada año se suicidan 700,000 personas. (Foto: baker131313/Wikimedia Commons)
En la capital, una de cada dos personas ha sufrido cuadros de estrés moderados o extremos, según el Ministerio de Salud.
Escribe: Luis Alonso Balarezo
El 18,4% de las personas que fueron infectadas con la COVID-19 ha tenido pensamientos suicidas. Esta es la cifra que arroja un estudio realizado por el Instituto Nacional de Salud Mental (INSM), sobre la base de una investigación realizada en Lima.
El “’Estudio epidemiológico sobre el impacto de la pandemia COVID-19 en la salud mental de la población de Lima Metropolitana”, realizado por el INSM, entidad que depende del Ministerio de Salud (MINSA), muestra datos reveladores sobre la relación entre el COVID-19 y los problemas de salud mental. Así, también evidencia que el 64,2% de los infectados presentan trastornos del sueño.
Para Stephanie Bergelund, psicóloga clínica de la Universidad de Lima y certificada por el Albert Ellis Institute (NY), la presencia de pensamientos suicidas se debe en gran medida a las dificultades asociadas en el cambio de estilo de vida, las secuelas y el periodo de tiempo que duran los tratamientos de las personas infectadas. Bergelund también afirma que, en menor medida, los casos menos graves son asociados a la incertidumbre que sienten las personas, la ansiedad de estar infectadas, sumada a la depresión que puede ir en aumento debido a su estado.
Para poder lidiar con esta situación de estrés, Adela Jara, psicoterapeuta cognitiva y socia fundadora del Instituto de Psicología de Lima, recomienda hacer una psicoterapia cognitivo-conductual. Este tipo de psicoterapia ayuda a que los pacientes cambien su conducta mediante la alteración en su forma de enfocar sus pensamientos. En este tratamiento el paciente debe expresar libremente sus emociones y actitudes actuales, para que un psicólogo clínico psicoterapeuta le enseñe técnicas propias para el mejoramiento de la confianza y estabilidad mental del paciente.
La pandemia ha traído consigo un incremento sustancial en el número de pacientes que decidieron ser tratados por psicólogos. Stephanie Bergelund cuenta que han crecido más del doble, e inclusive más que en los dos últimos años antes de la pandemia. Los problemas más recurrentes tienden a tener relación con la incertidumbre, ansiedad, depresión e inclusive al problema de parejas. Según el MINSA más de la mitad de los limeños han padecido problemas de salud mental durante la pandemia. El 52,2% de la población ha sufrido estrés moderado o extremo. Los problemas familiares, económicos o de salud son las principales causas.