Por Sebastian Lott y Alexandra Martens
Fotos : Mauricio Gil
Una mirada al lado oscuro detrás de los flashes y reflectores de la industria del modelaje en nuestro país.
En el Perú, el mundo de la moda es una industria en crecimiento. Eventos como el Lima Fashion Week (LIF Week) y el Perú Moda dan cuenta de ello, al observar la gran cantidad de espectadores y compradores que conquistan. Los diseñadores muestran el glamour en las pasarelas, exponen su arte a través de estilizadas y bellas jóvenes, quienes modelan las exclusivas y finísimas prendas. Pero, ¿qué sucede detrás de los reflectores, de los flashes y de esos lozanos y hermosos rostros? ¿Qué se esconde detrás del glamour del modelaje limeño?
Ni un kilo más, ni un kilo menos
El tema de peso en el ámbito del modelaje siempre ha sido un tema muy comentado. ¿Hasta dónde se puede llegar para tener el cuerpo perfecto? Hace un año, la top model brasilera Adriana Lima declaró que la dieta de los Ángeles de Victoria Secret consistía en no tomar líquidos. “Semanas antes del desfile no ingerimos líquidos en absoluto, al hacer esto, te secas. A veces puedes perder hasta cuatro kilos sólo de eso”.
Asimismo, es conocido el caso de Isabelle Caro, modelo francesa que le puso cara, cuerpo y alma a la anorexia. Ella escribió una autobiografía en el año 2007, donde declaraba que su peso no excedía los 30 kilos, midiendo 1.75 m. Ella falleció el mismo año, víctima de este padecimiento. Los problemas de anorexia, bulimia y dietas extremas, siempre rondan las pasarelas.
La anorexia, según la página del Ministerio de Salud, “es un trastorno alimenticio que altera la relación de la persona con la comida. Se caracteriza por la obsesión de perder peso. Se sufre además una distorsión de la percepción : la persona con anorexia se ve con sobrepeso. Por otro lado, la bulimia, es definida en el mismo espacio web como “un trastorno alimenticio que se caracteriza por la necesidad de comer grandes cantidades de comida en tiempos muy cortos (atracón) para, luego, vomitar y eliminar el exceso.”
Marilyn Saldaña, modelo ganadora del Elite Model Look 2013 e imagen del Lif Week del mismo año, afirma que este es un problema que siempre se acarrea en el mundo del modelaje. “No me ha pasado, pero he visto casos de otras chicas que les han exigido bajar mucho de peso y como les gusta esto (el modelaje), lo hacen. Al tener mi edad (17), les afecta mucho que les digan que están gordas.”
Un día puedes estar dentro del desfile y al otro no. Un día puedes estar en la cima y en otro no. Tal es el caso de Alejandra quien 15 kilos de más que decidieron apoderarse de ella, convirtiéndose en una traba para su carrera en ascenso. Así lo detalla Sara, su íntima amiga. (Nombres referenciales)
“Con Alejandra participé en un concurso de modelos y ella era bien flaca para los demás, pero para el mundo del modelaje estaba excelente. Yo creía que su contextura era así porque la veía comer de todo y no engordaba. Pero pasó el tiempo y de un día al otro había cambiado completamente : había subido casi 15 kilos. Al parecer a ella no le importó, hasta que empezaron las críticas a su alrededor. La empezaron a sacar de desfiles, ya no la llamaban para eventos. Esto afectó su autoestima porque no se lo dijeron de la mejor manera. Ella estaba, ahora, en el otro lado”.
Para la nutricionista Daniela Linares, las modelos que realizan estas dietas extremas “ponen en riesgo la salud ocasionando enfermedades como la anemia, gastritis, úlceras y además generan la aparición de desórdenes alimenticios que pueden llevar a la muerte”. Además, dichos trastornos alimenticios afectan la psicología de la persona : la vuelven insegura y con baja autoestima. “Estos problemas alimenticios, además de dañar el organismo de la persona, desencadenan en una posible depresión que, alimentada del baja autoestima, conlleva a la muerte”, agrega María Jara, psicóloga del Instituto Peruano de Orientación Psicológica (IPOPS).
No obstante, para el dueño de Made Models Magement, Roberto Otoya, el problema de la sobredimensión del peso siempre está presente, pero hay que saber cómo sobrellevarlo con las jóvenes modelos. “Siempre les pregunto a las chicas si en verdad su contextura es así, si es que no hacen dietas estrictas para lograr ese peso. Les digo a las chicas que opten por una vida saludable, que hagan mucho deporte y que se esfuercen en mantenerse siempre lindas”. Además, señala que la semana de la moda es la temporada donde hay más incidencia de dietas extremas. “Las chicas empiezan a adelgazar apresuradamente, sobre todo cuando se acerca el Lif Week ”.
Finalmente, añade que el cánon de belleza que él busca se encuentra en las “medidas perfectas”. “Yo personalmente no les exijo un peso, me guío de las medidas, si sus medidas son adecuadas les digo que no las cambien”.
El dilema de la talla
Para Roberto Otoya, la talla perfecta de una modelo es 1.72m. Sin embargo, debido a la demanda, este promedio se ha diversificado. “Ahora estoy permitiendo que ingresen (a la agencia) modelos más bajas de esa altura, porque hay una demanda de chicas que pueden funcionar mucho para fotografía y no necesariamente tienen que tener la altura para pasarela”.
Así pues, la talla de la modelo dependerá del rubro en el que desea trabajar. Otoya afirma que “si se desea hacer pasarela, la modelo deberá medir más de 1.70 m.” Si es modelo de televisión o publicitaria, esta dimensión puede variar, teniendo a chicas “hasta con 1.60 como altura mínima”, anota.
Este tema es un asunto paradójico en nuestro país, donde la altura promedio de la mujer peruana, según el Instituto Nacional de Salud del Perú, es de 1.51 m.
No todas son “Barbies”, ni viven en un mundo color rosa
Según Jara, los estereotipos son la percepción exagerada y simplificada que se tiene sobre un individuo o grupo de personas que comparten ciertas características, cualidades y habilidades. “Estas creencias buscan justificar o racionalizar ciertas conductas en relación a una determinada categoría social.”. Sin embargo, a pesar de que los estereotipos pueden simplificar nuestras relaciones sociales, se han convertido en obstáculos de socialización y superación para cientos de chicas que postulan a diversos trabajos dentro del mundo de la moda. “Industria donde las suposiciones sesgadas inundan las pasarelas y lo que vende es la apariencia”, agrega.
El estereotipo más común radica en la fisionomía que las modelos deben tener. Altas y delgadas, las chicas son vistas como maniquíes, aquellos que lucen bien cualquier tipo de ropa y son perfectas. Emiko Tokuda, estudiante de comunicaciones y finalista del concurso Elite Model Look 2014, confiesa que se ha encontrado con agencias que esperan que las chicas sean casi anoréxicas para modelar. “He tenido que rechazar esos comentarios y seguir adelante, ya que soy feliz con mi figura”, añade. De la misma manera, Belén Pedraz, modelo y estudiante de economía de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas, señala que se encuentra consciente de los estereotipos que existen en la industria, “[…] la modelo que es bonita, no es inteligente : debe ser alta y delgada. Sin embargo, durante los dos años que llevo modelando, he aprendido que a los diseñadores y clientes también les gusta la variedad, lo diferente”. Es por ello que, cuando notaron que su nariz tenía una forma muy peculiar, numerosos contratos y propuestas de trabajo tocaron su puerta. “Casi todos me dicen que mi nariz es única. Algunas veces he pensado en operarla, pero varios agentes y productores me han dicho que la industria perdería interés en mi”.
El modelaje como profesión
Una modelo puede empezar su carrera desde antes que cumpla, siquiera, un año de edad. Pero, ¿dónde finaliza esta carrera? ¿O será el modelaje una profesión?
“Mi carrera empezó a los 12 años. Mi mamá me metió a una academia de modelaje que había en Arequipa y ahí comenzó todo, luego vine a vivir a Lima y allí es cuando todo fue profesionalmente”, cuenta Montes, al recordar los inicios de su carrera.
Para ella, esta carrera es parte esencial de su vida y la considera como una profesión en la que desea destacar. “Estoy en busca de la oportunidad para hacer del modelaje mi carrera”. Sin embargo, añade que en el Perú es inverosímil vivir solo del modelaje, por ello debe buscar oportunidades en el exterior. “No se puede vivir solo de esto en nuestro país, una modelo debe salir de todas maneras, tiene que buscar las oportunidades afuera. Perú está creciendo en modelaje, puede ser tu plataforma para iniciarte en el modelaje pero, de todas maneras, tienes que salir a buscarlo. Modelos reconocidas han sido descubiertas afuera como Juanita Burga”.
Esta idea es secundada por Giuliana Weston, modelo que tiene 15 años de experiencia en el rubro, quien afirma que salir al extranjero es la única forma de convertir al modelaje en una profesión. “Si quieres vivir del modelaje tienes que irte fuera, aquí el trabajo es muy mal pagado”.
Sin embargo, para Marilyn Saldaña, el modelaje no constituye una profesión, porque no es eterno. “Sé que el modelaje no te dura toda la vida, por eso tienes que hacer algo a la par.” Por ello, luego del salir del colegio, Marilyn planea estudiar psicología, porque “es lo que le encanta.”
Para Roberto Otoya, la constancia y la disciplina son las bases para hacer del modelaje una profesión. “Yo sí considero que hay chicas que puedan vivir de esto. Si una chica se dedica y sabe comportarse bien en el trabajo, siento que los clientes la van a llamar siempre, y siempre va a tener trabajo. Una chica que se organice podrá tener trabajos todas las semanas.”
Sin duda, en el Perú se está construyendo una industria de moda. Y dentro de esta industria, el modelaje es un pilar importante para que esta se configure. Las agencias, el ímpetu de las modelos y la disciplina van formando una nueva figura, donde el modelaje se convierte, cada vez más, en una profesión. No obstante, asuntos como la informalidad, los problemas alimenticios y los estereotipos en torno a estas jóvenes se convierten en un obstáculo para que esta siga desarrollándose.