Foto: Judith Quispecahauana
El Virus COVID – 19 ha producido cambios tanto personales como laborales en la rutina diaria del personal de salud.
Escribe: Bruno Estela
Tras la propagación del virus COVID – 19, el Estado peruano ha decidido tomar medidas de control social para frenar el contagio exponencial del virus. Pero, ¿Qué cambios ha causado esta pandemia en la rutina asistencial de los trabajadores del Sector Salud?
Durante estas últimas semanas, el gobierno peruano ha implementado disposiciones para evitar la diseminación del Coronavirus. Una de las medidas más relevantes ha sido el cumplimiento obligatorio del toque de queda por parte de la población. Como es de suponer, el personal de salud también está incluido dentro de esta restricción, y ha ocasionado cambios en su rutina de trabajo para adaptarse a esta nueva situación.
La enfermera Esther Horna señaló que el nuevo edificio de emergencia del Hospital Rebagliati de EsSalud ha pasado a ser de utilidad exclusiva para pacientes con sospecha de probable infección con el virus y que el antiguo edificio de emergencia se ha convertido en una zona solo para pacientes que dieron positivo en la prueba para el COVID – 19.
Apuntó, que este cambio, genera angustia en el personal, ya que existe un miedo justificado ante la posibilidad de atender a un paciente con la infección viral asintomático; además, el hecho de tener que irse a cambiar de ropa, al cabo de su jornada laboral, en el sitio original de trabajo, les origina pérdida de valiosos minutos, ante el escaso margen de tiempo que les da el toque de queda; aunado, a la falta de movilidad para regresar a sus casas.
Por otro lado, la enfermera del Hospital del Niño, María Arias mencionó que el hospital brinda un Kit EPP (Equipo de Protección Personal), que contiene una mascarilla N-95, guantes, lentes protectores, gorros, mandilón y un par de botas, para cada turno de 12 horas. Este equipo les genera cierta seguridad para la atención de los pacientes, pero afirman que esta protección no es ideal por estar incompleto.
Estas circunstancias hacen pensar en todas las situaciones que pasa el personal de sanidad para tratar de mejorar la salud del Perú. Es, por tanto, merecido reconocer su labor no solamente aplaudiendo desde los balcones a las 8 de la noche, sino quedándonos en casa para evitar el contagio.