A pesar de las modificaciones que el grupo LATAM realizará debido al COVID-19, la empresa asegura que su cultura, compromiso e identidad quedarán intactas (Foto: Andina.pe).
Tras el anuncio de la aerolínea de acogerse al plan de bancarrota de los Estados Unidos muchas personas se preguntan si se podrá seguir utilizando sus servicios o será el fin de la empresa internacional.
Escribe: Gia Solf
El pasado 26 de mayo de este año, el Grupo LATAM Airlines anunció desde Santiago de Chile que entraban en un proceso de reorganización y reestructuración de su deuda generada tras crisis mundial por el COVID-19. Este proceso se encuentra bajo la protección de la ley de bancarrota de Estados Unidos, en específico el Capítulo 11. Esta acción afecta a algunas de las filiales de la aerolínea, en las que se incluye Chile, Perú, Colombia, Ecuador y los Estados Unidos. Las filiales de Brasil, Argentina y Paraguay no han sido incluídas en la acción y continúan con conversaciones con respectivos gobiernos.
El anuncio de la empresa tiene como meta el lograr la sostenibilidad de la aerolínea a largo plazo, tras verse golpeada económicamente por el coronavirus. Roberto Alvo, CEO de LATAM, aseguró para el comunicado oficial del Grupo que tras entrar en crisis por el virus y un colapso de demanda debido a circunstancias excepcionales, se ha implementado “una serie de medidas difíciles para mitigar el impacto de esta disrupción sin precedentes a nivel de toda la industria”. LATAM ha recibido el apoyo de sus mayores accionistas, familias Cueto y Amaro y Qatar Airways, quienes aportaron USD $900 millones en financiamiento adicional bajo la estructura de deudor en posesión (DIP), demostrando su confianza en la aerolínea.
Punto importante a notar, que va de la mano con el comercio de las aerolíneas, es el sector turismo y el golpe recibido debido a la pandemia. No solo se ha visto golpeado las empresas como LATAM, si no también el no poder realizar viajes durante la crisis mundial por seguridad sanitaria ha afectado al gobierno de forma drástica tras los ingresos que recibía a través de ella. En una entrevista realizada por la Universidad de Lima al economista Pedro Grados Smith, quien también es director de la carrera de Economía en dicha casa de estudios, este afirmó que el Aeropuerto Nacional Jorge Chávez recibe más de veinte millones de pasajeros al año, lo cual es una oferta de empleo que se encuentra retenida para el momento.
De igual manera, Carlos Canales presidente de la Cámara Nacional de Turismo (CANATUR) aseguró que hasta el momento son 400 millones de personas que se han visto afectadas de forma laboral debido al paro del sector turismo, en donde incluye la restricción de viajes. Además, afirma que sin importar que a partir de la 3 fase de reestructuración económica se permitirán vuelos nacionales y en la 4 fase los internacionales “no va a haber una reactivación” como la que se espera, ya que a diferencia de otras actividades económicas en las que se tiene reservas y se puede empezar a manufacturar y comercializar, el sector turismo no tiene un “stock de turistas en la congeladora o en el almacén”, expresa.
También, el presidente de CANATUR explica que son dos los factores que uno debe tomar en cuenta al momento luchar por una reestructuración de turismo. En primer lugar, uno debe pensar en el factor psicológico: el miedo. El señor Canales asegura que existe un temor mundial de contagiarte al viajar y concentrarte tanto en aeropuertos y aviones, un bus o el medio de transporte que se utilice. El segundo factor que se debe tomar en cuenta es la economía.
Además, comenta que en el Perú muchas de las empresas privadas han optado por brindarle vacaciones a sus empleados. En consecuencia, en un futuro la mayoría de los trabajadores no podrán realizar un viaje al momento en que se pueda acceder a uno. De igual manera, afirma que sin “vacaciones, recursos y reducción de salarios” no hay un ingreso por parte de este sector y genera que el gobierno deba tomar medidas en las que se analice el tema.
Los protocolos sanitarios y las nuevas medidas tomadas por LATAM y otras empresas similares se deben de analizar bajo un pensamiento global. El quiebre de el Grupo LATAM y las nuevas operaciones que se realizarán para reorganizarse y reestructurarse como empresa se deben de adaptar a la nueva realidad que se está viviendo. Al igual que la aerolínea, se espera que otras empresas involucradas dentro del sector turístico poco a poco logren ordenar sus finanzas y con las medidas correctas empezar a realizar sus obligaciones en la cordura que la actual normatividad del Estado de Emergencia nacional se los permita.