En el Perú, hay 23 mil casos de niños contagiados por COVID-19. Según un estudio realizado en dos hospitales de Massachusetts (EE.UU), los infantes son portadores ocultos, además de poseer una mayor carga viral.
Los niños recién nacidos, con obesidad o de raza negra tienen un riesgo mayor a enfermar gravemente. Foto: Pixabay
Escribe: Camila Rojas Follow @PS_UPC
Dado el crecimiento de infectados por coronavirus desde inicios de agosto, el presidente, Martin Vizcarra, decidió tomar medidas más estrictas, prohibiendo rotundamente las reuniones familiares y sociales, además el retorno de la inmovilización obligatoria los días domingos. De la misma manera, el mandatario declaró sobre el incremento de las tasas de contagios en niños y adolescentes, la cual aumentó en un 75%. Es por ello que, se delimitaron la salidas de los niños menores de 14 años y ahora solo lo podrán hacer por media hora y hasta un máximo de 500 metros de distancia de sus casas.
Según la Sala Situacional del Ministerio de Salud hay 112 niños y adolescentes los cuales perdieron la vida a causa del coronavirus, la mayoría por complicaciones preexistentes de enfermedades crónicas.
Por otro lado, en dos hospitales de Massachusetts analizaron a 192 niños, con una edad promedio de 10 años y con sospecha de estar infectados con COVID-19. Para ello, se le realizaron muestras nasofaríngeas, orofaríngeas y de sangre y se midió su carga viral. De ese total, 49 niños dieron positivo a la prueba y 25 de ellos tenían como principal síntoma, fiebre.
De igual forma, se encontró que la carga viral nasofaríngea fue más alta en los primeros dos días de síntomas y sorprendentemente, más alta que los pacientes adultos que se encuentran graves en el hospital.
“Una piensa en el hospital y en todas las precauciones tomadas para tratar a los adultos enfermos gravemente, pero las cargas virales de estos pacientes hospitalizados son significativamente más bajas que las de un ‘niño sano’ que anda por allí con una carga elevada de SARS-CoV-2”, señaló Lael Yonker, directora del Hospital General de Massachusetts.
Mientras la presencia del virus en el cuerpo de los niños sea mayor, el nivel de contagio aumentará de igual forma. La situación se agrava, ya que muchas veces los síntomas que suelen presentar como fiebre, secreción nasal o tos suele ser confundido con un resfrío y no le toman la importancia debida.
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