Javiera Arnillas Cartagena, modelo, actriz y activista trans, narra los hechos de violencia por los que tiene que pasar esta comunidad.
Texto, foto y video: Natalia Tamariz
−¿Crees que tu decidiste ser una mujer trans o naciste siendo una mujer trans?
−Yo creo que nací siendo una mujer trans. Considero que en mi caso particular yo nací. Hay periodistas que en algunas ocasiones e incluso a mí me lo han dicho “tú no naciste mujer, tu naciste hombre y te volviste mujer”. Personalmente yo no comparto esa idea. Las mujeres trans y cisgénero nacieron con un cuerpo que tiene una vulva y las trans con un pene. Pero ambas somos mujeres. Punto.
−¿Tuviste miedo de ser diferente?
−Por mucho tiempo si tuve miedo y traté de alejarme de eso. Afortunadamente, encontré un grupo humano que se empoderaba y que respondía a eso de una forma positiva, que reivindicaban los insultos que les decían: “soy esto y no me vas a hacer sentir mal por ello”.
−¿Dónde encontraste tu fortaleza?
− En la comunidad LGTBI y en los activistas. Muchos activistas lo son como una respuesta al dolor y a la discriminación. Es una respuesta de si soy ese insulto que me dices y no me siento mal. En esa rebeldía, en ese modo de contestar a los insultos, una persona halla la fortaleza, porque te contagias de la fuerza de este grupo humano. No te sientes sola, porque no te sientes como un ser abyecto, sino como un ser hermoso.
Tuve miedo
− ¿Cómo fue cuando empezaste tu transición?
−Cuando empecé trataba de caminar con alguien en la calle, de no estar sola y si lo estaba, usaba audífonos para no escuchar nada de lo me pudieran decir que me haga sentir mal. Esperaba que eventualmente las hormonas hicieran efecto y me vea como yo quería verme realmente y que sea percibida socialmente como la mujer que soy por dentro. Tuve miedo y tuve que tener mucha determinación para seguir adelante, pese a que la gente no me viera como yo era o se niega a verme de esa manera. Es seguir adelante siendo fiel a ti mismo.
−¿Cómo te enteraste del tratamiento de hormonas?
−Me enteré por Youtube por las bloggeras trans que hay. Las redes sociales son una forma muy buena para que las personas no se sientan tan solas. Tienes contenido que puedes elegir, entonces sientes que hay un lugar donde encajar. Encuentras una red de apoyo muy fuerte que evita que nos deprimamos y podamos seguir adelante.
−¿A qué problemas se debe enfrentar una persona trans en su día a día?
−A la discriminación y a la violencia estructural al no tener un DNI que te represente, eso implica ir a bancos e instituciones pública. A todo lo que implique presentar papeles, pensar que vas a ser una potencial víctima de discriminación. Como no se reconoce tu identidad, se cree que no eres como te muestras. Eres víctima de que la gente te rechace, te vulnere. El no poder acceder a un trabajo empuja y obliga a muchas chicas trans al trabajo sexual como único medio de subsistencia y no por una autodeterminación, sino porque no hay otra opción. La violencia callejera, los insultos en la calle, la violencia física, la violencia por agentes del orden como serenazgos, muchos hasta cobran cupos por estar en algunos lugares. Entonces, se vuelve una clandestinidad.
−¿Qué opinas de la expectativa de vida de la comunidad trans?
−La expectativa de vida es de 38 años y eso se debe a la desprotección del Estado y la cantidad de infección de VIH. El no cuidado al respecto, la violencia, el no acceso a la educación, a la salud; me parece lamentable. El Estado siendo consciente de esta realidad debería buscar que esa cifra cambie y disminuya.
−¿Qué le dirías a esa gente que aún no se atreve a ser quién es?
−Les diría(suspira) que hay espacio en el mundo para ellos y para todos. El ser diferentes no nos tiene porqué hacer sentir mal, ni ser una razón por la cual suframos. Sino al contrario. Debe ser una forma poderosa de crear un mundo más ameno para todos y más rico, porque en la diversidad hay riqueza. No tengan miedo de ser diferentes, porque hay algo hermoso en ello.