En la olla común «El Mirador de Israel», los alimentos del Estado, destinados a 33 días, solo alcanzan para 15 días. Foto: Katerin Cabello
En Jicamarca, 132 ollas comunes están en crisis. La Municipalidad de San Antonio de Chaclla atribuye esta situación al retraso en la entrega de alimentos por parte del Estado, poniendo en riesgo la alimentación de 8,938 personas vulnerables y el cierre de estas ollas comunes.
Escribe: Katerin Cabello
Las ollas comunes «El Mirador de Israel» y «Ángeles de la Solidaridad N°8» son dos de las 132 ollas comunes en Jicamarca que denuncian la demora en la entrega de víveres. Desde abril, todas las ollas comunes en Jicamarca no han recibido los víveres necesarios por parte de la Municipalidad Distrital de San Antonio de Chaclla, que atribuye la responsabilidad al Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis).
Ubicada en la limítrofe provincia de Huarochirí, a las afueras de Lima Metropolitana, Jicamarca enfrenta desafíos significativos en términos de pobreza. Según el Instituto Peruano de Economía (IEP), el 26,1% de la población en las regiones de Lima se encuentra en situación de pobreza, dificultando el acceso a una alimentación diaria, lo que convierte a las ollas comunes en la única fuente de comida para muchos.
Sin embargo, las 132 ollas comunes de esta zona han denunciado la falta de suministro de víveres por parte de la Municipalidad de San Antonio de Chaclla desde hace dos meses. Esta escasez de recursos ha dificultado la continuidad de brindar alimentos a las numerosas personas que dependen de ellas para sobrevivir día a día.
Ollas comunes en crisis
Punto Seguido visitó la olla común «El Mirador de Israel», donde se ofrecen desayunos y almuerzos diarios a 105 personas de lunes a viernes. No obstante, según consta en el acta de entrega, la Municipalidad de San Antonio de Chaclla les proporcionó víveres por última vez el pasado 9 de abril.
«No recibimos los víveres desde el 9 de abril. Supuestamente nos dieron para 33 días. Ya acabamos todo abril, ahora todo mayo y hasta ahorita no nos dan nada», señaló Isabel Romero, coordinadora de la olla común «El Mirador de Israel».
Esta situación también ocurre en la olla común «Ángeles de la Solidaridad N°8», que alimenta a 90 personas a diario, y es que tampoco recibe sus víveres desde abril. Debido a esta escasez, han tenido que recortar su menú, ofreciendo solo almuerzos y eliminando los desayunos que solían proporcionar.
“Lo que a veces nos donan o lo que a veces compramos con las actividades (que realizamos), lo usamos para el almuerzo, porque para hacer desayuno ya no nos alcanza», indicó Flor de María Araya, coordinadora de la olla común «Ángeles de la Solidaridad N° 8».
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¿Dónde están los víveres?
Según el artículo 81 de la Ley N° 31953, en 2024 se han asignado S/ 86,130,855 del presupuesto del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (MIDIS) para financiar la atención alimentaria de las ollas comunes que se integren al Programa de Complementación Alimentaria (PCA).
Este programa, gestionado por el MIDIS, coordina la distribución de canastas de víveres a nivel nacional, proporcionando los suministros a cada municipalidad para su entrega a las ollas comunes en sus respectivas comunidades.
Las ollas comunes han pedido respuestas y soluciones a la Municipalidad de San Antonio de Chaclla ante la demora en la entrega de los víveres. Isabel Romero explica que la culpa del retraso según la municipalidad de su región se la atribuyen al Estado.
«La única respuesta que recibimos es que el Estado tarda dos, tres o hasta cuatro meses en traer los alimentos. Según ellos, la demora viene del Estado», aseguró.
Sin embargo, en algunos casos, parece ser la municipalidad la que no proporciona los alimentos a tiempo a las ollas comunes. Flor de María Araya recuerda que en una ocasión el personal municipal les aseguró que pronto recibirían los víveres, pero la entrega se retrasó considerablemente.
“Cuando fui a reclamar junto con varias mamitas de la olla común, nos dijeron que pronto repartirán los víveres. Un personal de la municipalidad salió y nos prometió que al día siguiente traerían los víveres, pero que dejáramos de reclamar. Esperamos al día siguiente y no recibimos nada”, contó Flor de María.
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¿Cuántas son las ollas afectadas?
En Jicamarca, hay un total de 132 ollas registradas en el MIDIS, que benefician a un total de 8,938 personas. Esta es la cantidad de ollas y personas afectadas por la demora en la entrega de alimentos. Todos ellos se ven perjudicados debido a que la distribución es uniforme: o bien todas las ollas reciben sus provisiones, o ninguna las recibe según lo señalan miembros de las ollas comunes.
Además, la entrega de víveres se torna complicada debido al método empleado por la municipalidad local. Ellos establecen una lista de entrega diaria, limitando la entrega a un máximo de 20 ollas por día. Esto genera retrasos y dificultades en el acceso a los alimentos por parte de las ollas comunes y sus beneficiarios.
Esto se debe a que, cuando la canasta de víveres llega a la Municipalidad de San Antonio de Chaclla, el personal encargado de su distribución sigue un cronograma. Cada día, seleccionan de manera aleatoria entre 10 y 20 ollas comunes y les entregan sus víveres. Esta dinámica se repite hasta que las 132 ollas comunes han recibido sus provisiones correspondientes. Este proceso genera alivio para las primeras ollas seleccionadas, pero provoca angustia en las últimas que quedan en la lista, según lo describe Isabel Romero.
A pesar de haber sobrevivido a una pandemia y un huaico que dañó varias ollas comunes de la zona en 2023, este nuevo inconveniente ha hecho que, por primera vez, las ollas comunes consideren cerrar sus puertas.
“Aquí en Jicamarca hay niños con autismo, síndrome de Down, labio leporino, madres que no tienen un trabajo estable, abuelitos enfermos. Si cerramos la ollita común, ellos serían los afectados”, expresó Flor de María Araya.
Si deseas ofrecer alguna ayuda, puedes comunicarte a los siguientes números: 970-125-655 (Isabel Romero) y 992-284-894 (Flor de María Araya).