Falta menos de un año para los cien años del nacimiento de Yma Súmac. Además de una próxima reedición de su álbum Legend of the Sun Virgin por el sello discográfico de Ellas Rugen.
Escribe: Micaela Ríos Ulloa
La profecía cuenta que el imperio incaico resurgiría con la ayuda de una princesa inca, quien tendría una poderosa voz. Esta historia fue popular durante la década de los 50 en Estados Unidos. Los americanos la conocieron como una de las descendientes de Atahualpa, último gobernante del Tahuantinsuyo. Sin embargo, esta versión fue una estrategia de marketing para presentar a Zoila Chávarri del Castillo en los escenarios de todo el mundo como la diva Yma Súmac.
El lugar de nacimiento de Zoila no es consistente. Existe un acta que indica que fue en el Callao. En cambio, ella siempre mencionó el pueblo de Ichocán, Cajamarca. “Tengo una teoría. Ella nació en Cajamarca, pero sus familiares se mudaron ahí (Callao) por temas de trabajo”, comenta Miguel Molinari, gerente de Cultura y Turismo en la Municipalidad de Miraflores. Además, la fecha es confusa. Algunos creen que fue en 1922 o 1927. Sus padres fueron Sixto Chavarri y Emilia del Castillo. El segundo nombre de la madre era Atahualpa, el cual fue una prueba para creer que la cantante era familiar del último inca.
El descubrimiento de Yma Súmac fue en un concierto en el pueblo de Ichocán. Un funcionario del gobierno vio el potencial que tenía, la trajo a Lima y la presentó ante el ministro de educación. Esta es una de las historias que rodearon su origen. No obstante, la versión real era distinta. “Ellas eran amigas, estudiaban juntas, siempre juntas. En una práctica de canto donde Moisés Vivanco vino a la casa de mi mamá. Él estaba ensayando con mi tía, la prima de mi mamá, para un show folclórico. Las chicas fueron a curiosear y ella comenzó a cantar, a tararear. Moisés la escuchó y la llamó y comenzaron a cantar juntos”, cuenta Zoila Mendoza, hija de Zoila Rosa Beoutis Joffré de Mendoza, amiga de infancia de Súmac cuando vivían en Lima. A partir de 1942, a Zoila Chávarri se le conocería como Yma Súmac.
Durante ese año, hizo su debut junto al Conjunto Folclórico Peruano y fueron a Argentina, Brasil, Chile y México. En este último viaje, el grupo se desintegró. La pareja Súmac-Vivanco llegaron a Nueva York en 1946, pero no obtuvieron buena suerte. Esto cambió cuando se mudaron a Los Ángeles. Walter Rivers de Capitol Records, empresa discográfica, se quedó cautivado con su voz y decidió contratarla. The Voice of Xtabay (1950) fue el primer disco, el cual vendió más de un millón de copias.
Súmac no llevó clases de canto.
En un inicio, este fue uno de sus deseos. Por ello, siempre estuvo cerca a la Academia Nacional de Música Alcedo, ahora el Conservatorio Nacional de Música en Lima. Los costos eran muy altos y ella no tenía los recursos económicos necesarios para pagarlos. Al final, fue autodidacta, desarrolló una técnica de voz impecable y esto le hizo alcanzar un rango vocal de más de cinco octavas y media. Existen seis tipos de registros: Bajo, Barítono, Tenor y Contratenor para los hombres; Contralto, Mezzosoprano y Soprano, mujeres. Yma abarcó hasta este último. Su voz la llevó a giras alrededor del mundo, desde la Unión Soviética, Japón, Pakistán, Reino Unido, entre otros. En uno de estos, el cantante de jazz Frank Sinatra fue uno de sus teloneros. También, la reina Isabel II fue una gran admiradora de Súmac y asistió al Royal Albert Hall.
Yma fue cercana al mundo de la actuación, siendo una de las primeras artistas femeninas en actuar en Broadway con el espectáculo Flahooley (1951). Ella interpretó a una princesa árabe. La obra no fue un éxito y duró poco tiempo. A pesar de ello, estuvo en grandes producciones cinematográficas de la compañía Paramount Pictures, en El Secreto de los Incas (1954) fue coprotagonista de un joven Charlton Heston. Ella hizo el papel de una sacerdotisa de la élite incaica que ayudaba a los científicos a encontrar el tesoro. Las imágenes se grabaron en Perú y en los estudios de Hollywood.
Con este recorrido, se ganó la Estrella del Paseo de la Fama de Hollywood en 1960 y es la única peruana en tenerlo.
La imagen exótica
Los primeros años de la estancia de Yma Súmac y Moíses Vivanco en Estados Unidos no fueron las mejores, ya que la audiencia estadounidense no tenía interés en lo folclórico. Por ello, el estilo de la música se vio obligada a adaptarse a la corriente del exotismo. “El movimiento de exótica consistía en mezclar sonidos de fuera como Perú, África, Indonesia y mezclarlo con ritmo que atraían a gente de Estados Unidos, los cuales estaban de moda. Entonces, en las piezas de Yma está el mambo con ciertos ritmos algunos elementos musicales andinos fusionados”, explica Zoila Mendoza.
Cuando Estados Unidos conoció a Yma Súmac, admiraron su exótica belleza y la historia que estaba detrás de esta. “Moíses Vivanco era un buen músico, pero con una gran visión comercial y se da cuenta que puede construir una historia sobre ella. Una profecía que iba a surgir a través de una princesa, esto era parte de la promoción y marketing”, opina Miguel Molinari. En el libro Yma Sumac: The Art Behind the Legend de Nicholas E. Limansky, mencionan que las reediciones de los discos de la Capital Records escribieron la siguiente leyenda:
“Nacida en lo alto de los Andes peruanos, descendiente del último de los reyes incas, Yma Súmac pasó su infancia literalmente “hablando” con los pájaron, las bestias, los vientos, el sonido de la vida y la naturaleza que rodea al pequeño pueblo de Ichocán. Cuando aún era niña, comenzó a participar en los servicios religiosos de los indios adoradores del sol y casi se volvió divinizada por ellos. La noticia de sus fenomenales poderes vocales llegó a Lima, la capital peruana, y una delegación oficial del gobierno viajo a esta remota región montañosa para ver y escuchar lo que secretamente creían que era un mito.”
Cabe recordar que el primer álbum de The Voice of Xtabay, este tiene el nombre de una leyenda maya que trataba de una mujer hermosa que hechizaba a hombres para destruirlos. En una entrevista a Yma Súmac comentó que no tenía idea del nombre y que no era peruano, según el libro de Limansky.
Ante la nueva representación de Yma Súmac, personas en contra de ella crearon la historia que no era peruana, sino una ama de casa llamada Amy Camus, el nombre al revés de la artista. Como consecuencia, el cónsul peruano de Nueva York firmó un documento confirmando que ella era una descendiente del inca Atahualpa, siendo su madre Emilia Atahualpa, la última conexión directa a este gobernante.
El rechazo y reconocimiento de Perú
En la primera mitad del siglo veinte, los peruanos buscaban una identidad nacional. Aún no se tenía conocimiento sobre el imperio inca y las culturas del centro del país. Ante esto, el presidente Augusto B. Leguía manda a buscar una identidad propia del Perú con el fin de que este sea protegido. La música de los Andes adopta la imagen incaica, sobre todo, con el descubrimiento de Machu Picchu. Mientras tanto, Yma Súmac aún no iba a Estados Unidos y se presentaba con el grupo Arte Folclórico de Moíses Vivanco en 1942.
En la década de los 50 Yma Súmac era una figura internacional, pero los peruano no la veían bien. Algunos intelectuales de la época, como José María Arguedas, criticaron el estilo de la música. Para ellos fue una indignación que existiera ese tipo de fusiones y era una distorsión de la herencia andina. En 1959, ella volvió para una gira en Cusco y Arequipa, en donde la abuchearon. El diario El Comercio comentó que Yma tenía una terrible actitud con sus hermanos peruanos. El desprecio duró por años cuando se enteraron de que Súmac se nacionalizó como estadounidense. Sin embargo, lo hizo por asuntos profesionales. “A partir de los años 50, la propuesta criolla gana y sobrepasa a lo andino, que por un momento estuvieron en el imaginario nacional como una posibilidad importante en representar la identidad peruana. Hasta el día de hoy no lo ha logrado. Lo andino es algo distinto, marginal”, comenta Mendoza.
Un tardío reconocimiento se dio en el 2006. Miguel Molinari y Hernán Valderrama realizaron una campaña nacional para que Yma Súmac regresara al Perú. Después de negociaciones con las autoridades, le dieron un homenaje entregándole la Medalla Jorge Basadre por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), la Orden de las Palmas Magisteriales del Ministerio de Educación, la Medalla de la Ciudad por la Municipalidad de Lima, la Medalla de Honor de la Cultura Peruana del Instituto Nacional de Cultura y la Orden El Sol del Perú, el más importante. “Pensábamos que no iba a haber mucha gente porque Maradona venía ese día, pero la prensa siempre estuvo detrás de ella”, comenta Molinari.
La voz de Yma Súmac se apagó después de una lucha contra el cáncer de colon el uno de noviembre del 2008 en Los Ángeles.
Si quieres conocer más sobre su música y películas, entra a este link para interactuar con la infografía: https://infogram.com/yma-sumac-1hzj4o3xzmdr34p?live