Foto: Cindy Andrade
En tiempos de crisis, la formación preescolar se ve amenazada por la poca importancia que se le ha dado para el desarrollo de los niños y niñas. Además, su implementación virtual ha generado problemas entre los padres y los colegios.
Escribe: Cindy Andrade
“No es importante ni significativa la educación inicial, un niño puede sobrellevar muy bien el no tener estos estudios”, afirmó el presidente de la Asociación Peruana de Consumidores y Usuarios (ASPEC), Crisólogo Cáceres, en una entrevista. Sin embargo, expertos en educación afirman que la educación preescolar impide el retraso en la maduración del niño y niña, permite su socialización, juego mental y desarrollo sensorial e intelectual. Por ello, es peligroso asumir su ineficacia y no respetar la identidad infantil.
El Ministerio de Educación afirma que, en la primera infancia, las niñas y los niños potencializan su desarrollo integral y armónico mediante experiencias educativas, lúdicas y afectivas en un ambiente saludable. Es por ello que el juego es esencial en su crecimiento y garantiza su aprendizaje. Debido a la coyuntura, la aplicación de la estrategia Aprendo en Casa y de clases virtuales por algunos colegios han sido la respuesta más coherente al paro de la educación, pero dejando de lado aspectos importantes.
Al respecto, la pedagoga Yassira Huarcaya manifiesta que en Lima existen dos corrientes muy marcadas para la enseñanza preescolar: la tradicional y la alternativa. La tradicional es la forma de educación que probablemente muchos adultos y jóvenes han recibido, donde somos como un jarrón donde se deposita conocimiento. Mientras que, en la manera alternativa, el niño y niña tienen un acompañamiento desde la parte emocional, para asentar una buena base y así lo académico fluya normalmente.
En este sentido, en ambas formas de educación preescolar, el problema es que el acompañamiento a los niños y niñas no se está pudiendo dar de la forma en que se debería. El contacto y la guía en sus experiencias no se está produciendo. Ambos aspectos básicos e importantes en la primera infancia se están resumiendo a comunicarse a través de un televisor y/o radio, donde tenemos un receptor y emisor pasivos, frente a una computadora y/o celular.
Asimismo, no se está teniendo en cuenta el papel de los progenitores en estas soluciones. “Los padres solicitan que “enchufes” a los niños a la laptop mientras que tu estas del otro lado cuando su nivel de concentración es corto”, manifiesta Huarcaya. Esto genera una fuente de estrés, frustración e incluso conflicto en la familia al no lograr su conexión con la clase. Por ello es importante la participación de los padres y el acompañamiento de las maestras en el proceso.
La pedagoga Huarcaya afirma que se tiene que demostrar al padre que está también es una situación de aprendizaje para el niño, de la cual se pueden desprender muchas habilidades blandas. El reto es cambiar el paradigma de la educación que se dicta desde hace mucho tiempo a una forma alternativa donde se valida las emociones de los niños y niñas, y no preocuparse por los contenidos que no están siendo dictados.