Se sabe que este siglo XXI, se le denomina el siglo de los trastornos de personalidad. Uno de cada cinco peruanos presenta la famosa «personalidad histriónica». Esta se caracteriza por la exageración y teatro de un sujeto frente a un público dependiendo del contexto en el que se encuentre.
Escribe: Camilla Corbetto
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Todos sabemos que en el ámbito nocturno, las personas están más rodeados a excesos. No solo por todo el desenfreno del alcohol y drogas; sino por el tipo de gente que acude a estos lugares. Se debe evitar a la gente que conceptúa , que el trato social debe estar asociado a todo lo que respecta excesos.
Hoy en día, las personas son mucho más liberales e incluso más confiadas. Se dejan llevar por el exterior de la persona, cuando se sabe que en una «juerga» es muy difícil conocer las verdades intenciones de esta. En las últimas semanas, varios medios de comunicación sacaron a la luz a un sujeto llamado Adolfo Bazán. Este abogado se hacía pasar como una persona con cierta holgura económica, para poder impresionar a las señoritas que acudían a estas reuniones sociales. Se sabe que Bazán está sindicado por violación y tocamientos indebidos por parte de 10 jóvenes, al ponerles sustancias psicoactivas y aprovecharse de la voluntad de estas. Este caso es un claro ejemplo del primer perfil que se denomina «egocéntrico».
Para el psicólogo Juan Angulo, el actuar del abogado corresponde a no tener límites en su interacción social y se reserva conductas inaceptables en la sociedad como la agresividad y egocentrismo. El psicólogo comentó ¨El sujeto presenta visos psicopáticos, aunados a un notable narcisismo. «Él se presenta como una persona de mucho dinero y poder, abordando a las mujeres con actitudes machistas». Esto nos revela, que nos encontramos frente a una persona con todas las características de un psicópata. Para Juan, el psicópata al principio se muestra muy gentil y respetuoso para atraer a las personas; cuando las tiene cerca recién muestra la personalidad auténtica.
Para el psiquiatra Hugo Herrera, la siguiente clasificación es el seductor. Esta persona utiliza buenas estrategias para socializar como es el manejo del lenguaje verbal, buena presentación, proximidad física y espíritu conciliador. Generalmente, este tipo de personas son los que alquilan los ambientes privados en la discotecas o actividades sociales. Son capaces de pagar lo que sea por un ambiente en donde se pueda conversar y seducir a la vez. Además, las chicas que se dejan impresionar por sujetos como este, o bien son muy ingenuas o de poca experiencia en la vida; o fingen inocencia cuando las mueven interés materiales.
A opinión de Hugo Herrera, se define a otro perfil catalogado como el especial. Este se demuestra como el todopoderoso. Presenta holgura económica, pero no como pretende ante la gente. Este tipo de personas son muy cerradas en su círculo social y no son de interactuar con personas ajenas a este. Presumen todos sus lujos a través de sus plataformas digitales e incluso algunos de sus contactos construyen su estilo de vida. Ejemplo, acuden a restaurantes de cinco tenedores donde los dueños pertenecen a su círculo social o el carro que conducen puede ser alquilado o de algún familiar.
Existe un común denominador
Por otro lado, Juan Angulo, define al posero. Este se encuentra conectado a todas las tendencias de moda y para pendiente de los seguidores que presume en sus redes sociales. Graba y presume a todos los lugares que acude, su vida diaria y sobre todos los viajes. Su objetivo es convertirse en influencer por eso el contenido visual en sus redes son muy elaborados. Al momento de acudir a una reunión social, se percibe que busca el mejor ángulo del lugar para tomar fotografías, se preocupa mucho por la apariencia. Inclusive ensaya poses frente al espejo como miradas de intelectual, frases y ademanes de estar vivamente interesado en la mujer que está a su costado, cuando en el fondo sabe que es un método y su sentir o pensar no le interesa.
Por último, tenemos al tímido/fingido el especialista Hugo, define que este tipo de personas se caracteriza especialmente por las ganas de pasar desapercibo y le cuesta interactuar, pero cuando agarra confianza empieza a mostrar sus verdaderos sentimientos. Este tipo de personas se muestran con altos niveles de ansiedad en situaciones sociales, las soportan pero con cierto malestar. Generalmente, no expresan su opinión abiertamente, lo hacen a las espaldas. Tratan de caer bien a todos, no se muestran reales. Paran pendiente del que dirán , se sienten muy juzgados por las personas.
En conclusión, todos estos perfiles descritos anteriormente tienen por denominador común el fingimiento y engaño; y resulta patético que estén reunidos principalmente gente que no muestra su sentir, pensar y actuar. Por ello, los jóvenes deben tomar conciencia de este tipo de personas que se deben evitar, para no ser utilizadas por este tipo de «seudoamigos», que con frecuencia aseguran que nadie los entiende, solamente ellos.