Según la Defensoría del Pueblo, se han registrado ocho nuevos casos en lo que va del año.
Fotografía: Andina.pe
Escribe: Hilary Venegas
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En el Perú, los conflictos sociales ocurren mayormente en las zonas más alejadas del país, por lo que el Estado no se encuentra al tanto de todo, generando incertidumbre e inconformidad en la población. Esta problemática ha causado que varios proyectos se suspendan, repercutiendo notablemente en la economía peruana.
El Proyecto Minero Tía María ha generado paralización en la ciudad de Arequipa, como consecuencia de ello continúan los enfrentamientos entre manifestantes y policías en la antigua carretera que une el distrito de Cochacacra con el anexo de El Fiscal.
El economista Emanuel Navarro señaló que los conflictos sociales tienen una relación inversa con la inversión, haciendo que el país se encuentre ante uno de los mayores decrecimientos de los últimos años dado que las protestas surgen por la ineficiencia en la institucionalidad política. “La economía actual del país al parecer no va a crecer ni al 3%.”, sostuvo.
Por otro lado, añadió que la inversión es clave y si esta disminuye, el PBI no crecerá como en los últimos años, ante lo cual la economía se estancará. Asimismo, Navarro sostiene que estabilizado la institucionalidad política el país se abriría a una vía de desarrollo.
“Las preocupaciones del Ejecutivo en este momento son las nuevas elecciones. No es necesariamente su culpa, sino de toda la institucionalidad política, y al dejar de lado los conflictos sociales otros están aprovechando esto para empeorar la situación. Ante ello el riesgo del país será mayor y la inversión será menor”, agregó.