Para el ciclo olímpico de 2025-2028, el IPD asignó la suma de S/ 23,552,784 para apoyar a deportistas y paradeportistas de alto rendimiento rumbo a los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Los Ángeles 2028. No obstante, muchos deportistas consideran que el apoyo que existe de parte del estado no es suficiente y necesitan apoyo de la empresa privada para mejorar su rendimiento deportivo.
Por: Matias Munive, David Puente, Nicole Córdova, Gerald Lazo, Fabrizio Barbaran y Mylene Villanueva.
Actualmente, los deportistas y paradeportistas peruanos continúan siendo perjudicados por un sistema que no cumple sus promesas y sobre todo sus objetivos principales, como es mejorar la infraestructura de los centros de entrenamiento, equipamiento y la promoción del deporte. Asimismo, de acuerdo con diversos paradeportistas, no solamente es necesario que el Estado pueda promover el deporte, sino que las empresas privadas contribuyan con la difusión de algunas disciplinas que no son tan reconocidas a nivel nacional.
La falta de organización y financiamiento económico provoca que muchos deportistas peruanos se vean en la necesidad de realizar pequeños eventos como polladas, rifas u otras actividades, con el objetivo de autofinanciar sus viajes. Sin embargo, a pesar de realizar estos esfuerzos por sacar a flote su carrera deportiva, muchos de ellos terminan por decidir no participar de campeonatos internacionales.
El “Programa de Apoyo al Deportista” (PAD), que se encarga de brindar facilidades económicas e infraestructura para que los atletas y paraatletas puedan realizar sus actividades, también se ha añadido el “Ciclo Olímpico 2025-2028”. Este tiene que como finalidad intentar apoyar a los paradeportistas en su lucha por seguir compitiendo en certámenes de máxima audiencia como son los próximos Juegos Paralímpicos. Sin embargo, a pesar de esta nueva idea para destinar fondos, los paradeportistas viven la ausencia de incentivos económicos para poder difundir sus propias disciplinas a nivel nacional e internacional.
Problemas de financiamiento continúan
Pese al crecimiento del paradeporte en el Perú, a raíz de los juegos parapanamericanos de Lima 2019, los paradeportistas siguen enfrentando la falta de apoyo del sector privado. Jorge Arcela, paradeportista de tiro, explicó en una entrevista para Punto Seguido que el apoyo del del Instituto Peruano del Deporte (IPD), es limitado para la mayoría de gastos que tiene un deportista con discapacidad y solo tienen apoyo los premiados.
Asimismo, la ausencia de empresas privadas es preocupante. “Creo que deberían comenzar a interesarse un poco en aprender y conocer el movimiento deportivo, el movimiento paralímpico en sí y entender de que el apoyar el deporte no solamente estamos hablando de deporte, estamos hablando de cambiar vidas”, declaró Arcela.
Está falta de apoyo generan problemas en la preparación del paradeportista como la equipación en el caso de Jorge Arcela, donde se llegan a gastar más de 400 soles diarios solo en balas de entrenamiento.
Por ello, se necesitan políticas públicas para la publicidad de los paradeportistas, no solo en Lima, sino en todas las regiones del Perú y la creación de centros de entrenamiento solo para deportistas con discapacidad. “La única empresa que me apoyó un tiempo fue Chevrolet y fue justo después de Lima 2019. De ahí, ya hasta el 2022, ya no tuve más contacto con ellos en adelante yo no he tenido más apoyo”, concluyó Arcela. Sus declaraciones dejan clara la problemática del país, sin el compromiso del sector privado, el desarrollo del paradeporte peruano seguirá siendo complicado.
Falta de apoyo de las empresas privadas
A principios de 2024, Jorge Arcela se convirtió en el primer paratirador olímpico del Perú, pues participó en los Juegos Paralímpicos de París del mismo año. A pesar de ello, reconoce que el presupuesto del IPD sigue siendo limitado, y que el aporte de las instituciones privadas aún no representa un ingreso fuerte para ellos. Añadió que, actualmente, este tipo de inversión en deportistas con discapacidad se mantiene discreta, debido al “miedo” que significa invertir en atletas cuya categoría tiene poca audiencia.
Jorge, además da a conocer que el paratiro es un deporte que implica gastos complejos, desde el entrenamiento hasta la obtención y conservación del equipo que ellos usan, puesto que el tiro, requiere una constante manutención de las armas.
Testimonios como los de Jorge, Kenny y Freddy reflejan la dura realidad de intentar triunfar como paradeportista en el Perú. Hoy, ser paraatleta significa mucho más que una competencia, es luchar constantemente con un sistema que no garantiza condiciones dignas para poder realizar sus actividades. Jorge, a pesar de haber clasificado a los Juegos Paralímpicos de París 2024, ha tenido que costear gran parte de sus entrenamientos y equipamiento con sus propios medios, enfrentando además la falta de apoyo de empresas privadas que solo apuestan por los atletas cuando ya tienen una medalla. Por su parte, Kenny, medallista en lanzamiento de bala y disco, lucha constantemente con las calles de Lima, donde la infraestructura urbana le niega algo tan básico como el acceso.
De la misma manera, Freddy, a pesar de haber logrado ser el primer judoka ciego en el Perú en competir por una medalla, se ha visto en la necesidad de organizar pequeñas polladas y rifas para poder financiar su equipamiento y preparación para tener la oportunidad de competir en certámenes olímpicos.
Se espera que en los próximos años los paradeportistas tengan la oportunidad de poder difundir más y mejor su disciplina deportiva. De esta manera, los peruanos valoraremos mucho más las otras disciplinas, como el parajudo o el paratiro.
Ante esta falta de interés por parte de las empresas o marcas que dan visibilidad a las disciplinas y sus competidores, Freddy Villalobos, parajudoka ganador de una presea de bronce en los Juegos Panamericanos Lima 2019, comentó en conversación con Punto Seguido que la inversión privada sólo llega en momentos de máximo prestigio y fama.
“Para muchos deportistas es muy difícil tener un cierto reconocimiento. Si tú como deportista, obtienes medallas o ganas campeonatos, ahí recién te viene el apoyo de la empresa pública y privada. Pero si tú no logras tener un prestigio o no consigues ni llegar a los podios, las cosas se ponen color de hormiga”, enfatizó el parajudo.
Por otro lado, Freddy también considera que uno de los factores importantes es el financiamiento que se les brinda a los deportistas y paradeportistas pertenecientes al PAD. El reconocido parajudoka comentó que cada año se destina un cierto presupuesto para que se invierta tanto en infraestructura como en logística para los deportistas. Sin embargo, este presupuesto no alcanza el nivel de Brasil o Argentina, países que incluyen más deportistas en sus delegaciones.
Esta situación genera que muchos de los deportistas deban omitir sus sueños y aspiraciones, puesto que renuncian a seguir compitiendo por la falta de visibilidad o reconocimiento que tiene su deporte.
Ausencia de infraestructura en Lima
Para Kenny Pacheco, múltiple medallista en lanzamiento de bala y disco, Lima tiene varios obstáculos que superar. El más significativo para él es el acceso. “El acceso es el gran problema a resolver en las ciudades del Perú. Las calles y la infraestructura vial es horrible, las aceras no todas cuentan con rampas, incluso muchas aceras están deterioradas”, nos comenta Kenny.
En noviembre de 2016, Kenny recibió dos impactos de bala al tratar de prevenir un asalto. Tras ello, se decidió a enfocarse en el deporte. Empezó primero con natación pero por recomendación de cercanos cambió a lanzamiento de disco y bala. Actualmente, representa al Perú en eventos nacionales e internacionales. Aunque, su mayor reto sigue siendo: poder movilizarse en una ciudad que le resulta hostil.
De acuerdo al Plan de Mantenimiento de la Infraestructura Peatonal y Vial de Lima Metropolitana 2025, el 40% de la red vial en la ciudad se encuentra en mal estado. Asimismo, hay un 56% de la red vial en estado regular.
El informe Protección social inclusiva para la niñez con discapacidad en Latinoamérica y el Caribe de UNICEF (2023) detecta falencias que como región debemos superar. Una de ellas es la falta de servicios de transporte y movilidad para personas con discapacidad, en especial, discapacidad física. Además, la falta de acceso a locales y el transporte representan barreras de inclusión para las personas con movilidad limitada debido a discapacidad.
Kenny menciona que se ha encontrado muchas veces con la imposibilidad de entrar a locales debido a estas limitantes. “Me ha pasado que estoy viendo un restaurante o he viajado y no hay acceso. Recién ahí se dan cuenta que deberían poner una rampa para que puedas entrar”, nos menciona.