En una noche vibrante, el equipo del español Julián Lopetegui alcanzó su sexto estrella producto de una acrobacia en el área de Diego Carlos.
Fuente: La Vanguardia
Por: Victor Muro
Como aquel crítico de cocina que juzga un plato y luego se queda con él en el paladar, el trofeo de la UEFA Europa League decidió quedarse esta vez con el Sevilla de España. En una final llena de sorpresas el conjunto nervionense venció al Internazionale de Milán por un marcador de 3 por 2. Pero seria muy injusto centrarnos solo en un resultado sin analizar lo que cada equipo ofrece desde el aspecto dirigencial hasta el gramado de juego y que les permitió llegar a este encuentro en el estadio Colonia de Alemania.
El cuadro italiano en lo que va del año ha sabido mantener una nueva línea y estilo de juego que le permitió sostener un buen rendimiento tanto en el torneo italiano como en esta edición de la Europa League. La piedra angular tiene nombre y es que Steven Zhang ha tomado las riendas del equipo con un gran sustento dirigencial. El interino de origen chino es el presidente más joven en la historia del club, lo cual es muy llamativo, pues es menor que muchos jugadores del plantel, entre ellos, Diego Godín, defensor de 34 años de edad.
Si Zhang es el “rey” encargado de contrataciones como la de Romelu Lukaku y la extensión de contrato de Lautaro Martínez, su “general” es Antonio Conte. El entrenador italiano se siente muy cómodo en la casa negriazul, debido a las facilidades que le han dado para dirigir al primer equipo, facilidades que no se le vieron otorgadas en su paso por el Chelsea de Inglaterra. Con la total confianza de la dirigencia que no le impone estilos de juego ni jugadores, el entrenador de 51 años supo llevar al al Inter a una final de Europa League luego de 22 años.
La otra cara de la moneda, pero la más feliz es la del Sevilla, y es que Julian Lopetegui, técnico del equipo español recibió una revancha futbolística luego de un camino oscuro. Demitido del cargo de la selección española por irrespetar su contrato luego de hacer un trato de palabra con Real Madrid en pleno proceso mundialista, pudo levantar después de tiempo, un fruto de su trabajo. Si bien, su paso por el Real Madrid dejó muchas dudas, hoy solo está rodeado de la certeza del ganador.
Héroe y verdugo
Como en un capítulo heroico la final tuvo héroes y verdugos, pero son dos personajes los que sin duda alguna acapararon la atención. En primer lugar, se encuentra Luuk de Jong, autor de los dos primeros goles del Sevilla. El holandés de 30 años se ha ganado el titularato del equipo, a pesar de las dudas que causaba a inicio de temporada. La precisión y potencia de sus cabezazos pusieron la primera mano hacia el abrazo del Sevilla a la copa, abrazo que fue totalmente cerrado gracias a una “chalaca” de Diego Carlos que fue desviada hacia las redes del cuadro italiano.
El verdugo fue el belga Lukaku, artífice del desvio del disparo de Diego Carlos que acabo en el gol del triunfo para el Sevilla. Aunque el “búfalo” había marcado el primer gol del Inter desde los 12 pasos producto de una falta hacia él, no pudo concretar un mano a mano frente al portero Vaclik que le redujo el ángulo de tiro de manera perfecta.
Al finalizar el encuentro las lágrimas de diferentes sabores no se hicieron esperar, por un lado, la jerarquía del Sevilla estallaba en alegría, ya que es el equipo más campeón de la competición con 6 campeonatos en su haber. Mientras que las lágrimas y enfado del Inter eran producto de un favoritismo en la antesala del partido y en una hilera de nombres que son más conocidos y renombrados en su plantel que los del equipo andaluz. Aún así este tipo de sentimientos solo podrían volverse a sentir en la próxima edición 2020- 2021 que promete goles de todos los gustos y sabores.