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Sin duda, una de las figuras más importantes en el cine contemporáneo ha sido Jean-Luc Godard, reconocido cineasta y también una figura relevante dentro del movimiento de la Nouvelle Vague.
Escribe: Carlos Joel Chavarri
El día 13 de septiembre, debido a un suicido asistido, falleció el reconocido cineasta franco-suizo Jean-Luc Godard, a la edad de 91 años. Su muerte ha sido un hecho que ha conmocionado a la comunidad relacionada con el cine. Sin embargo, se debe tener en cuenta que esta fecha fue elegida por el mismo Jean-Luc, quien optó por terminar su paso por este mundo cuando lo consideró necesario.
El suicido asistido: eligiendo como y cuando dejar de vivir
Falleció “en paz, en casa”, en Suiza, fue lo que declararon los familiares de Godard, quienes aceptaron su polémica decisión respecto a cuando él deseaba poder descansar. En una decisión complicada de tomar y procesar, el cineasta se acogió a la posibilidad de, bajo ciertas condiciones, usar la muerte asistida como medio para evitar las dificultades que traerá consigo el avance de sus enfermedades y su avanzada edad.
El concepto de muerte asistida no es ajeno a la realidad peruana, ya que el 27 de julio del 2021 la Corte Suprema del Poder Judicial falló a favor del caso de Ana Estrada, mujer que padecía de una enfermedad degenerativa e incurable, la cual le causaba gran sufrimiento y sería peor mientras más avance el tiempo. Debido a ello se popularizó en Twitter el movimiento por una #MuerteDigna, la cual buscaba ayudar a Ana a que pueda ponerle fin a su sufrimiento de forma digna, sin tener que esperar a sufrir en extremo. Así, este caso es un hito respecto a la muerte asistida en el Perú, sin embargo, asistir a alguien a fallecer sigue siendo un delito, tal como señala el Código Penal Peruano en su artículo 113, con una pena de cuatro años de prisión.
Por otro lado, en Suiza, la cooperación al suicidio no es condierado un delito, mientras que no existan motivos egoístas que motiven dicha ayuda, como estipula el Codigo Penal de dicho país europeo, que data desde 1942. Tal como señala el portal web derechoamorir.org, la eutanasia existe en diversas partes del mundo, principalmente en Europa, Estados Unidos, Australia y Nueva Zelanda, como una forma piadosa y digna de terminar con el sufrimiento de una persona, que por motivos de salud solo verá su condición médica empeorar progresivamente.
Así, Godard optó por culminar voluntariamente con su vida cuando ya estaba cansado, y como declaró Patrick Jeanneret, en declaraciones para la cadena suiza RTS: “el cineasta sufría múltiples patologías incapacitantes”, lo cual le permitió elegir fallecer un martes 13 de septiembre durante la mañana, en aquella vivienda donde transcurrió una tranquila parte de su vida, y que hasta pudo compartir e inmortalizar por medio de su filmografía.
Godard: ícono de una época
El fallecimiento de Godard lleva inevitablemente a repasar su filmografía y sus numerosos aportes a la historia del cine. Tal como lo reconocen diversas figuras, como el presidente de Francia, Emmanuel Macron, quien le dedicó un tweet donde expresaba la enorme pérdida que representa su muerte:
«Llegó como una aparición al cine francés. Y luego se convirtió en un maestro. Jean-Luc Godard, el más iconoclasta de los cineastas de la nueva ola, inventó un arte decididamente moderno e intensamente libre. Hemos perdido un tesoro nacional, un hombre que tenía la visión de un genio»
Él fue una de las figuras clave en el movimiento conocido como Nouvelle Vague, o la nueva ola francesa a finales de los años 50, en una Francia afectada por la Segunda Guerra Mundial, que se encontraba en un proceso de recuperación, siendo Al final de la escapada (1958) una de sus obras principales, además de ser una obra clave para este movimiento.
Para conocer más sobre el movimiento de la Nouvelle Vague los invitamos a escuchar nuestro podcast: