El suicidio es un problema no tan visible; sin embargo, las estadísticas apuntan a que es un tema que merece mayor atención, tanto de las personas como del Estado.
En nuestro país, solo un 25% de las personas que padecen depresión acuden a un especialista. Foto: Andina.pe
Escribe: Marcelo Rosales
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La coyuntura trajo consigo el tema del suicidio, un tópico que al día de hoy sigue siendo tratado con pinzas. El poco o nulo trato que se le da es muy contrario a la realidad, pues según los últimos estudios del Instituto de Salud Mental (INSM), en Lima una persona pretende quitarse la vida cada 20 minutos. Además, se calcula que en nuestro país, casi dos millones de personas sufren de depresión, de las cuales más de la mitad no siente que padece la enfermedad o no le da importancia.
Lamentablemente, la fuerte influencia de la religión cristiana en la sociedad no ayuda a que el suicidio se trate con mayor seriedad. “La tradición de las familias limeñas apunta que el suicidio puede ser incluso una deshonra familiar”, afirma el sociólogo Jair Rolleri.
Por su parte, la psiquiatra Ligia Mendoza, indica que sufrir de aquellos problemas de depresión que orillan al suicidio no debe causar pudor. “Así como una persona puede decir abiertamente: “padezco de hipertensión” o “padezco de diabetes”, no debería sentirse avergonzada de decir “padezco depresión” o “padezco esquizofrenia”” afirmó.
A pesar de los indicadores, no hay suficientes profesionales para tratar a todos estos pacientes, pues el número de psiquiatras en nuestro país es aproximadamente de 750. Conoce más en el reportaje sobre el suicidio de la nueva edición de Punto Seguido en: https://tinyurl.com/yy6zs94f