El próximo año, el Perú, tendrá la visita de un sumo pontífice, el Papa Francisco llegará al país el 18 de enero y estará en Lima, Trujillo y Puerto Maldonado. Se hospedará en la Nunciatura Apostólica y, además, ofrecerá una misa en la base aérea Las Palmas.
Redacción: Fernando Merino Follow @PS_UPC
Este acontecimiento busca principalmente reconciliar al país y, además, lograr la unidad de una sociedad que ha estado marcada por las diferencias sociales. En primer lugar, Francisco escogió Puerto Maldonado, ya que, es una ciudad que esta muy afectada por la trata de personas y la pobreza extrema. El Papa visitará Trujillo porque fue una de las ciudades más golpeadas por el fenómeno: El Niño.
Por otro lado, desde un punto de vista religioso, este evento es una oportunidad que tiene la iglesia Católica para poder afianzarse y, de algún modo, tratar de limpiar su imagen que poco a poco se ha venido desgastando, por los escándalos de corrupción y de pederastia en todo el mundo. Por ejemplo, en el Perú, según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), en 1993, el 89% de peruanos pertenecía a la iglesia católica, en 2007, las cifras disminuyeron al 81%. En el año 2015, un estudio realizado por CPI, mostró que los católicos en el Perú habían disminuido hasta un 77%. Esto es una muestra de cómo en los últimos años la iglesia católica ha ido perdiendo adeptos en el país.
El decrecimiento de la fe cristiana Partiendo de estas cifras se puede inferir entonces que la idea de una sociedad agnóstica en el Perú es cada vez más marcada, en primer lugar, porque la imagen del sacerdote como representante de la iglesia genera mucha duda. En segundo lugar, porque la forma en que las autoridades religiosas se expresan deja mucho que desear, por ejemplo, cuando el cardenal de Lima Juan Luis Cipriani cuestionaba, en su programa Diálogos de Fe en RPP, la ideología de género, se expresó de una manera lamentable hacía la mujer: “Las estadísticas nos dicen que hay abortos de niñas, pero no es porque hayan abusado de las niñas, sino porque, muchas veces, la mujer se pone, como en un escaparate, provocando», declaró el arzobispo de la capital.”
Pese a ello, el director provincial de la Congregación Hermanos Cristianos, Hugo Cáceres, afirma lo siguiente: “Más que agnóstica yo diría que somos una sociedad con sentimientos religiosos mal orientados, hoy en día vemos mucha más gente que cree en horóscopos o profecías y, muy por el contrario, cuestionamos lo que los sacerdotes nos dicen.
Opinión de los Jesuitas
El sacerdote jesuita, Gonzalo Benavides, considera que «la sociedad peruana es mayoritariamente creyente, específicamente católica, aunque también existe un grupo de personas que se autodenominan agnósticas, ateas, etc. Esto se ve más que todo en ciudades grandes como, por ejemplo, Lima».
Yo tengo ya dos años viviendo aquí, agrega, y me he topado con muchas personas que en la actualidad dudan de la iglesia católica y de sus ideales, sin embargo, el Perú como sociedad religiosa aún sigue siendo creyente.
Ambos religiosos coinciden en que la sociedad peruana aún sigue siendo creyente, pero no practica de manera adecuada su religiosidad.
Que permitirá la visita del Papa
La visita del papa Francisco es una vía para forjar una identidad de fe en el Perú, Hugo Cáceres menciona lo siguiente: “La pésima imagen del mal llamado, primera autoridad de la iglesia en el Perú (mencionado principalmente por periodistas mal informados) ha alejado a muchos creyentes.
El Papa viene a traernos una imagen de pastor cercana a su pueblo, interesado en sus vidas no solo en los reclinatorios, con una simpatía desbordante que será un analgésico a la cara de velorio que ponen algunas autoridades eclesiásticas.” En otras palabras, la sonrisa de Francisco es lo que genera nostalgia y ternura para la gente. Además, de la facilidad que tiene de predicar la palabra de Dios, mediante un mensaje fresco y directo.
El jefe del departamento de teología de la Pontifica Universidad Católica del Perú, el padre Felipe Zegarra, menciona que la llegada del Papa es un incentivo para una sociedad, que es creyente, pero que con el paso de los años ha perdido la confianza en la iglesia como institución.
En conclusión, en el Perú, todavía predomina una sociedad creyente, sin embargo, las malas prácticas religiosas han hecho que la gente se vaya alejando. El Papa Francisco es un ardiente defensor de los pobres, para él no hay fe sin acción practica a favor de la justicia. Para un país de tendencia muy conservadora en materia de fe (golpearse el pecho, encender cirios, actos exteriores de fe sin compromiso por la verdad), su mensaje va a corregir la falsa religión.