Desde seguimientos sistemáticos a interrogatorios hostiles son los métodos que experimentan los periodistas cubanos que incomodan al régimen de la isla. Tres colegas de la tierra de José Martí compartieron sus vivencias en la UPC.
Hacer periodismo de forma independiente en Cuba es un asunto complejo: tarde o temprano los mecanismos de control del Estado limitan al noble ejercicio de informar a la ciudadanía. Solo circulan sin censura aquellas notas que se orientan hacia la propaganda política: una dramática realidad que compartieron los colegas cubanos Carla Gloria Colomé, Carlos Manuel Álvarez y Luis Mario Reyes en la conferencia ‘Periodismo bajo dictadura’.
Testimonios de periodistas cubanos en una sociedad cerrada, un evento organizado por la carrera de Comunicación y Periodismo de la UPC y el Instituto Prensa y Sociedad (IPYS). Un diálogo de lujo.
Los tres periodistas cubanos que forman parte El Estornudo, un medio digital que lleva a cabo crónicas y reportajes de investigación, detallaron las complicaciones puntuales que experimenta todo periodista que pretende ser independiente.
“Hacer periodismo independiente en Cuba solo dura un breve tiempo. Una vez que el Estado identifica al periodista comienza el acoso: seguimientos constantes, cortes de Internet para alejarte de la gente e interrogatorios con mucha hostilidad”, explica Luis Mario Reyes, periodista más cercano a los temas de investigación y que posee como residencia España en
estos momentos.
Ese contexto poco propicio para ejercer un periodismo que ofrezca información real y no de propaganda política, generó sentimientos encontrados en estos jóvenes colegas. Por un lado, querían seguir trabajando en su país, pero el escenario político lo hacía inviable. En ese sentido, solo quedaba irse a otro destino y cubrir Cuba desde el extranjero.
“Llevar a cabo un trabajo periodístico desde afuera no es fácil: hay que tener fuentes desde adentro, desde Cuba. Además, por la complejidad de la situación periódicamente se renuevan estas fuentes de información”, detalla Carlos Manuel Álvarez, quien aborda sus temas de trabajo desde el periodismo narrativo y vive en Estados Unidos.
Sin embargo, a pesar de los buenos resultados a nivel periodístico que se evidencian en El Estornudo a través de crónicas e investigaciones de calidad sobre Cuba; la patria nunca se deja de extrañar y cuando se está exiliado: nunca se deja el estigma del extranjero.
“Padezco la falta de un país, de un territorio. No es igual estar fuera. Esto se valora cuando estás en el extranjero. Necesitas de tu país, de tu comunidad. Pero nosotros adolecemos de eso”, confiesa Carla Gloria Colomé, periodista que vive en Estados Unidos, quien —al igual que sus dos colegas— asume el precio de trabajar en libertad. Una experiencia enriquecedora, pero también muy dura. Se valora el coraje de todos ellos.