Pedro Sánchez y Dina Boluarte han optado por caminos opuestos para afrontar las crisis políticas de sus respectivos países. Fotos: (Borja Puig/AFP y Andina).
El adelanto de comicios anunciado por el Jefe de Gobierno Pedro Sánchez tomó por sorpresa a toda España, que acudirá a las urnas en julio próximo. A propósito de ello, conversamos con el politólogo Omar Awapara para analizar por qué se frustró el adelanto de elecciones en el Perú.
Por NICOLÁS RODRÍGUEZ LÓPEZ
El 28 de mayo último, el Partido Popular (PP) fue el gran triunfador en las elecciones autonómicas y municipales españolas, con más del 31% de votos. La reacción de Pedro Sánchez, presidente del Gobierno y secretario general del Partido Socialista Español (PSOE) fue adelantar las elecciones generales –que iban a celebrarse en diciembre– para el 23 de julio. “Creo necesario dar una respuesta y someter nuestro mandato a la voluntad popular”, dijo en su mensaje del pasado 29 de mayo.
El politólogo Omar Awapara, consultado por Punto Seguido, señaló que este mecanismo está presente en las democracias parlamentarias. “Cuando un primer ministro presume que no encuentra apoyo político para gobernar, lo que suele hacer, como una salida a ello, es convocar a elecciones generales, con la expectativa de que la población rectifique su apoyo. Es una apuesta, que puede resultar o no”, expresó.
Esta movida de Sánchez, quien, además de ser Presidente del Gobierno es el Secretario General del Partido Socialista Español (PSOE), respondería al temor a una eventual coalición de derecha entre el PP y Vox, representantes de la extrema derecha española. “Vox tiene alrededor del 7% u 8%, pero es suficiente para evitar que un solo partido pueda formar gobierno en un sistema parlamentario”, explicó Awapara.
PERÚ: ¿BOLUARTE HASTA 2026?
La rapidez con la que se ha convocado a elecciones adelantadas en España y, semanas atrás, también en Ecuador, despierta el debate sobre el adelanto de elecciones en el Perú, que se discutió durante los primeros meses del Gobierno de Dina Boluarte, pero que, próximos a Fiestas Patrias, parece haber quedado en el olvido.
Awapara sostuvo que “hay una especie de acuerdo tácito entre el Congreso y el Ejecutivo por quedarse los dos”. Sostiene el politólogo que, “a pesar de que ningún candidato obtiene más de un dígito [en la intención de voto], creo que, ante la opinión pública, la opción preferencial sigue siendo un llamado a adelanto de elecciones generales”.
El también catedrático sostuvo que uno de los argumentos del Gobierno de Boluarte para quedarse en el poder es que adelantar las elecciones “sería como tirar los dados de nuevo y que, probablemente, salga el mismo resultado”. Además, la decisión pasa también por el Congreso, que no ha mostrado interés por adelantar los comicios de 2026. “Entre diciembre y enero el Congreso ha podido, si quería, encontrar causales de vacancia en contra de Dina Boluarte”, sentenció.
Para Awapara, este entendimiento entre el Ejecutivo y el Legislativo no responde principalmente a intereses ideológicos, sino pragmáticos. “Creo que el 95% de los intereses obedece a un interés por permanecer en el cargo; no veo una carga ideológica […] Yo creo que esto más bien se sostiene sobre la base de intereses muy específicos, que son de seguir teniendo esa cuota de poder el mayor tiempo posible”, opinó.
A diferencia de España, donde se ha convocado a elecciones anticipadas con relativa inmediatez, en el Perú, adelantar los comicios es un tema delicado debido a la ausencia de partidos políticos sólidamente constituídos. “Los partidos fuertes no se construyen con una reforma; se originan por procesos históricos de gran impacto”, remarcó Awapara.
“En la crisis de representación que tenemos hoy, donde no tenemos partidos políticos y no hay realmente un proceso de rendición de cuentas, unas pequeñas cosas que podrían ayudar son pensar nuevamente en la reelección, en la bicameralidad y en reformular el proceso de descentralización, que ha sido un fracaso. Una reforma política tiene que involucrar también una reforma del Estado en sí”, sostuvo Omar Awapara.
ELECCIONES EN VACACIONES
Así como en el resto de Europa, las vacaciones laborales y académicas en España tienen lugar entre los meses de junio y agosto, en concordancia con la temporada de verano. Por ello, la programación de las elecciones para el 23 de julio ha sido duramente criticada y ha sido materia de discusión de la opinión pública en el país ibérico.
Roberto Benito, subdirector de información del diario El Mundo, manifestó en el podcast EL MUNDO al día, que, debido al fuerte calor en las ciudades, muchos adultos mayores optan por pasar esta temporada en sus casas de campo y que “la inmensa mayoría de colegios públicos no tienen aire acondicionado ni ventiladores […], en sitios como en Sevilla [en verano], no se puede estar en la calle”.
Omar Awapara sostuvo que esta coincidencia con el verano responde más a la urgencia de Sánchez por adelantar las elecciones generales (originalmente programadas para diciembre), que a un cálculo político. Sin embargo, coincidió en que ello “podría aumentar el ausentismo” en la jornada electoral del próximo 23 de julio.