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Punto Seguido - UPC

Revista Punto Seguido - UPC presenta noticias, crónicas, fotos, videos, entrevistas, reportajes y contenidos en 360. Publicación digital de los estudiantes de Comunicación y Periodismo de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas.

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Teatro testimonial: las vivencias de las personas trans

30/05/2021 by Mabel Aguilar

Escribe: Kristell Costilla Y Claudia Flores Follow @PS_UPC

Belén Zapata tiene 35 años y desde hace 13 años forma parte del activismo trans. Ella se dio cuenta que no era quien decía su DNI a sus 22 años. Durante todo este tiempo ha sido víctima de burlas y actos discriminatorios en la vida cotidiana. Arturo Dávila es un muchacho trans y escritor proveniente de la ciudad de Moche. Él se considera pansexual, agénero y un gestor cultural. Finalmente, Santiago Balvin es un actor social y defensor en el monitoreo de políticas públicas por los derechos humanos de la comunidad trans masculino no binario.

Sus historias son el reflejo de lo que esta comunidad enfrenta en una sociedad que aún no acepta su identidad de género. Arturo Dávila, director de Trans Historias, nunca imaginó presentar su obra testimonial en un espacio tan importante como es el teatro Mario Vargas Llosa de la Biblioteca Nacional del Perú. Y es que esta obra teatral nace desde la necesidad de tomar espacios y plataformas artísticas que les son negados o inaccesibles debido a la deshumanización y la constante caricaturización de las realidades transgénero. En ese sentido, el teatro testimonial resulta una alternativa para desarrollar sus talentos y habilidades.

 

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La cultura trans como defensa a la violencia

Durante el 2019 y parte del 2020, se presentaron en escenarios como la Asociación Cultural Winaray y la Biblioteca Nacional del Perú. Durante la puesta en escena, Francesco Lecca, Emi Godos, Sebastián Sánchez, Tomihas Benjamín Calle y Ale Sotelo compartieron sus testimonios de cómo sus vidas se encuentran en situaciones de violencia debido a su identidad. “Mi propósito al plantear este proyecto no solo era contar las historias, sino que deseaba formar una familia, ya que muchos de los que estamos presentes tenemos un objetivo en común: ser visibilizados y oídos”, comenta Arturo Dávila Zelada.

Arte. Previo a la pandemia, Trans Historias ya ha realizado presentaciones en la Asociación Cultural Winaray y la Biblioteca Nacional del perú. Foto: Adriana Mendoza

Para el director de Trans Historias, el arte del teatro les ha permitido utilizar este medio como herramienta que ayuda a concientizar a la sociedad. “Me enamoré del teatro porque permite reflejar y sensibilizar a la persona que te ve desde el otro lado. Eso es lo que hacemos nosotros y de alguna manera estamos ayudando a empoderar a la comunidad trans peruana”, manifiesta.

Belén resalta que la aceptación que su caso tuvo al revelar su identidad fue un golpe duro para su familia. “Cuando yo les comenté, definitivamente les chocó porque esperaban otra cosa para mi. Mis amigos también lo supieron y se burlaban. Luego de años me apoyaron. Mi mamá fue la primera en aceptarme”, manifiesta Belén en retrospectiva.

Asimismo, Santiago Balvin, actor social y defensor en el monitoreo de políticas públicas por los derechos humanos de la comunidad trans, afirma que sus vivencias sirven para hacer reflexionar a los demás sobre las distintas situaciones discriminatorias que enfrentan, pero que no ayuda del todo a que otras personas puedan cambiar su perspectiva hacia ellos. Esto último se refleja con la llegada de la pandemia al país, ya que ha endurecido el panorama de esta comunidad. “Somos una población en estado de vulnerabilidad y de hecho varias personas al inicio de la pandemia se quedaron sin hogar para vivir. Por ejemplo, a varios chicos trans se les ha botado de sus casas”, señala.

Cabe resaltar que, actualmente, la Defensoría del Pueblo afirma que el sector LGTBQ+ está conformado por 1.7 millones de ciudadanos de los cuales un 8% pertenecen a la comunidad trans. Esto último según su informe Elecciones Generales 2021: Aportes de la Defensoría del Pueblo al proceso electoral.

Resistencia trans

Afectados por la pandemia, no dejaron de expresar sus sentimientos mediante el arte, ya que sus redes sociales se convirtieron en el nuevo medio para contar sus historias. Cada uno de ellos tienen una vivencia distinta, por lo que optaron que no solo los que conforman Trans Historias serían los que contaran sus experiencias; sino también sus seguidores. Desde junio del 2020, personas trans de diferentes partes del Perú comparten en IGTV sus testimonios. Uno de los temas más mencionados son sus primeras experiencias en su aceptación para toda la vida: salir del clóset.

 

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Muchos de la comunidad trans tienen en su interior el miedo de expresarse y sentirse como quieren por la transfobia que les espera. Sin embargo, los testimonios de sus compañeros ayudan a quienes aún están reclusos en su interior. “Siempre les decimos a todos los que nos ven: hermano, queremos abrazarte y agradecerte por tu resistencia diaria, sabemos bien que nuestras existencias van más allá de este día”, menciona Mael, integrante de Historias Trans.

Si bien ahora no tienen presentaciones en los teatros, los continuos testimonios virtuales ayudan a que su lucha e identidad sean reconocidas cada año, por los que aún están, por los que pueden encontrarse ellos mismos y por los que fueron silenciados por toda su vida. Mael menciona que todos merecen ser quienes sueñen sin miedo y recalca que deben ser valientes en cada paso de lucha, porque eso es la resistencia trans.

PODCAST: Personas trans y su derecho al voto

El pasado 9 de marzo, la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) aprobó un nuevo protocolo con la finalidad de garantizar el derecho al voto a las personas trans. Esto se debe a que los ciudadanos antes mencionados se encuentran en una posición de vulnerabilidad ante preguntas, comentarios, críticas u otras expresiones basadas en prejuicios y estereotipos que afectan su libre desenvolvimiento durante la jornada electoral.

Es por ello que elaboramos este podcast, donde te contamos cuán importante son estas nuevas medidas que busca garantizar uno de los derechos más importantes, así como el respeto y un trato de igualdad de condiciones hacia la comunidad trans.

Claudia Flores · PODCAST

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Ausencia de tablets y enseñanza del idioma shipibo

29/05/2021 by Mabel Aguilar

Más de 200 niños y niñas de la comunidad Shipibo-Konibo de Cantagallo no tienen tablets para aprender en su idioma. Incluso, la mayoría de sus clases son en español, no en su lengua nativa. Punto Seguido fue hasta Cantagallo para conocer este tema a fondo.

Escrito por: Adriana Mayor

El reciente 23 de marzo de este año, el Ministerio de Educación (MINEDU) les entregó 63 tablets a estudiantes y profesores de la comunidad para mejorar sus condiciones de aprendizaje. Sin embargo, hay más de 200 estudiantes shipibos que no tienen las tablets para aprender en su idioma nativo.

Punto Seguido fue al distrito del Rímac para conocer mejor la situación actual de la Educación Intercultural Bilingüe en la comunidad Shipibo-Konibo. La profesora de inicial, Merlita Agustín, nos explicó que a sus alumnos de 5 años no les han entregado tablets. Por lo tanto, han utilizado los celulares de sus papás para realizar los trabajos encargados por la maestra.

¿Por qué las tablets son tan importantes? Estos dispositivos tecnológicos tienen aplicaciones para que los pueblos indígenas y andinos aprendan en su idioma. Las aplicaciones con Educación Intercultural Bilingüe que contienen las tablets son: Castellaneando, Colena, Mamaru, entre otras más.

Entrega de tablets solo a 4to, 5to y 6to de primaria

El hijo de Merlita, Jhimy, tiene 9 años, se encuentra en cuarto grado de primaria y fue uno de los beneficiados con la tablet de Aprendo en casa. Felizmente, él sí está utilizando la tablet para sus clases, pero Taylor, alumno de la maestra, hace las tareas con el celular de su mamá.

“No, no tiene, porque la tablet lo dieron a los de 4to, 5to y 6to no más”, respondió Cordelia cuando le preguntamos si le habían dado una tablet a su hijo Taylor. El pequeño de 5 años mira los videos de su profesora a través de Whatsapp y así aprende.

“Una cosa es que los estudiantes se hayan podido, en algunos, conectar por el teléfono, por el Whatsapp con sus profesores. Eso no es acceder al servicio educativo”, enfatiza Elena Burga, consultora de UNICEF. Por esa razón, la profesora desea que sus alumnos también tengan las tablets con el programa Aprendo en casa del MINEDU.

Material educativo en español, no en shipibo

La maestra de inicial declaró que el Ministerio de Educación le manifestó que visualice las clases de Aprendo en casa por TV Perú. La profesora utiliza esas clases en castellano para realizar su material educativo. Pero, este material solo está en español, no en shipibo y tampoco enseña la cultura ancestral de la comunidad indígena.

“Estamos ante el reto de lo curricular, es decir, en qué medida lo curricular realmente refleja la cultura de los pueblos originarios y no se trata más bien de una enseñanza bilingüe de contenidos occidentales”, manifiesta con preocupación Marco Antonio Huaco, docente en interculturalidad y políticas públicas.

A pesar de que el contenido está en español, la profesora suele entonar canciones en shipibo a sus alumnos de 5 años. Al menos, los niños y niñas pueden aprender en su idioma ancestral a través de estas melodías enviadas por Whatsapp.

Conoce a los protagonistas de la historia

A continuación, Punto Seguido ha hecho un carrusel con las historias de los protagonistas de esta historia retadora. Mira las fotos del pequeño Taylor, su mamá Cordelia, su profesora Merlita y el hijo de la maestra, Jhimy.

Ausencia de tablets y enseñanza del idioma shipibo
La Educación Intercultural Bilingüe en la comunidad Shipibo-Konibo de Cantagallo.

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Qorichaska y Solischa: Influencers con identidad.

15/05/2021 by Mabel Aguilar

Por Marcelo Olave

En un mundo globalizado y tecnológico, no hay espacio para la negación ni la discriminación. Inés y Solischa son dos influencers andinas que se postulan como orgullosas representantes de la cultura quechua ante el mundo. Hoy entre ambas acumulan más de 150.000 seguidores, y la pandemia les ha dado la oportunidad de seguir creciendo. Lo único que necesitan es prender la cámara y hablar, su voz recorre el mundo entero y conectan a quechuas de oriente a occidente. Esta crónica es sobre su recorrido a ser estrellas de Internet. ¡Vive el Quechua y Solischa!

Qorich´aska Quispe Puma llegó al Cusco muy pequeña, cuando era a penas una infante. Sus primeros recuerdos de la ciudad se remontan a su experiencia en la Escuela Cecilia Tupac Amaru, en el distrito de Santiago, donde ella vivía también. Durante la infancia Inés, que es su primer nombre, migró de la provincia de Acomayo junto a sus padres. En el primer año aprendió a hablar el español. Era muy hábil y absorbía lo que escuchaba y veía. El quechua, que es su lengua madre, era una lengua poco usada en la ciudad. Sucede que en el Cusco, aunque yace el corazón de los andes, el idioma predominante es el español;  y hasta hace algunos años los quechua hablantes, por temor a ser discriminados, ocultaban su tradición quechua.

Promoviendo el quechua en el colegio

Desde bastante pequeña, Inés entendió que la lengua quechua, valiosa para interpretar su mundo, en la ciudad había perdido valor. Por eso nunca dejó de promoverla en todos los ambientes en los que estuvo. En 5to de secundaria, cuando ya estudiaba en el Colegio Clorinda Matto de Turner, la intrépida Inés propuso que el nombre de su promoción, a diferencia de lo que la tradición dictaba, esté en lengua quechua: «normalmente los nombres de la promoción estaban basados en personajes importantes o en escritores, a veces en el nombre del padrino de la promoción; pero yo propuse que sea Intihina k’ancharisunchis, que significa «brillaremos como el sol». Y así quedó.

Inés usando un traje típico de mujer andina

Cuando egresó de la secundaria, decidió estudiar educación, inspirada en las profesoras que la habían ayudado. Inés nunca olvidó que su propósito era ayudar a los demás, especialmente a quienes llegaban de las provincias quechuas del Cusco. «Siempre que veía o veo a alguien que tiene problemas para comunicarse, yo le ayudo, porque me recuerda a mis papás». Algunos familiares que habían llegado antes a la ciudad trataron de persuadirla para que elija otra carrera, «una más rentable». Pero Inés tenía claro que su vocación era educar y comunicar.

Nunca olvidó que sus orígenes eran quechuas y que su lengua madre era el marcapaso de su corazón. Durante el período universitario se vinculó a colectivos y asociaciones culturales que revaloran la cultura andina, como Yawar wayna, Guaman Poma y el centro Amauta de danza; y en estos espacios encontró el ambiente adecuado para revalorarse y empoderarse como mujer quechua. Los profesores que la conocían inmediatamente identificaban sus aptitudes y le decían Inés, tu ya tienes una vocación: es la educación bilingüe intercultural. A Inés lo que le faltaba era el empujón.

Su primera vez ante el público

Comenzó poco a poco. Una vez la invitaron a un evento intercultural destinado a promover el uso de la lengua quechua en la ciudad. Ella solamente iba a colaborar, pero la animadora nunca llegó. «Me dijeron: Inés, hazlo tu. ¡anima! Yo estaba asustada. Me explicaron de qué trataban las dinámicas y cuando entré no sé qué pasó, pero lo hice» A partir de entonces nunca más dejó de estar en contacto con el público. Continuó animando estos eventos que pasaron de realizarse en una plaza secundaria a realizarse en la Plaza de Armas del Cusco. «Hacerlo en la plaza del Cusco era otra cosa, era el mismo corazón de la ciudad. Me acostumbré a ir y la gente ya nos conocía». Así sucedió hasta que el evento perdió el soporte de las instituciones, dejaron de asistir a los animadores y se acabo. Pero Inés no se rindió. Quería hacer realidad una idea que rondaba por su cabeza desde hacía muchos años.

En 2018, junto a un equipo de audiovisuales, creó una página en Facebook: Vive el quechua. Un proyecto cultural que busca, a través de las redes sociales, revitalizar y promover la cultura andina a través de la lengua. En menos de 3 años, el proyecto alcanzó a tener más de 35 mil seguidores en las redes, y de interactuar con más de 6,000 personas en cada uno de los vídeos que publican. Cuando publicamos nuestros vídeos y empezaron a haber 30, 40 o 100 reacciones: pensamos woooow, era algo que nos motivaba muchísimo. Mucha parte del público de Vive el quechua son peruanos migrantes que ven el programa desde Italia, Japón, Estados Unidos, y se conectan durante un momento para reencontrarse con la matriz de su corazón: el quechua. Una de las intenciones más importantes del proyecto es mantener unida a la comunidad quechua esparcida en el mundo, y hacer visibles a los quechuas en la cotidianidad.

El equipo de viva el quechua

Solischa: vida en el campo.

Al igual que Inés, Soledad Seca Noa, tampoco nació en la ciudad. Ella nació en la comunidad campesina de Occopata en el distrito de Santiago, donde la lengua madre también es el quechua. Por eso nunca la llamarón por su nombre; pues sucede que Soledad es un nombre de tradición española y en su comunidad decidieron quechuizarlo: Solischa. Así sucede con todos los nombres en el mundo quechua, se les coloca el infinitivo «cha» que es un diminutivo para expresar cariño, pero también para hacerlos más propios, más quechuas. La traducción sería Soledadsita. Si de mi nombre se tratara sería Marcelucha: Marcelito.

Solischa creció bajo el amparo de su familia, en el campo. Como toda buena campesinita quechua sabe hacer bien el trabajo de la chacra, aprender de los mayores y respetar las costumbres.  Por eso recuerda siempre las recomendaciones de su abuela para lucir bella: Para que luzcamos bellas tenemos que vestirnos bien, con ropa colorida, con la pollera, así es la juventud, me decía ella. También se las ingenia para usar la naturaleza y maquillarse: recoge algunas florecillas silvestres y tiñe sus labios. Se ponen de color rosa: Ven chicas, no necesitamos usar cosméticos ¡usemos lo natural!.

Soledad nunca se imaginó ser influencer, pero quería aparecer en la televisión. Cuando era niña veía las novelas que se transmitían en la pantallita, todas eran historias interesantes, entretenidas, pero todas tenían el mismo problema. ¡No la representaban! Eran historias de otro lugar, de otra gente, de cosas que pasaban en la ciudad. Y en ninguna de ellas me veía a mí. Solischa entones identifico un tema que debía resolverse.

Un día Solischa, que ya era una adolescente, decidió subir una foto al Facebook usando su traje tradicional: pollera, chompita de lana y sombrero, muy elegante. Y de forma sorpresiva la foto se viralizo. Empezaron a aparecer comentario y likes que desbordaron sus redes, e incluso recuerda que en un solo día recibió 1,000 solicitudes de amistad. Tal fue el caso que la misma plataforma de Facebook le recomendó crear un fanpage, lo que estuvo prácticamente obligada a hacer.

Creó un Fanpage con el nombre de Solischa y empezó a subir fotos que provocaron reacciones de muchos lados. Entonces alguien le recomendó que subiera vídeos enseñando el idioma quechua, pero Solischa, que para entonces ya estudiaba antropología en la Universidad San Antonio Abad, decidió más bien compartir su vida en el campo. Los vídeos recibieron visitas de todos lados y la página de Facebook llegó a tener 86 mil seguidores. Abrió también un canal de Youtube, una página en Twitter y un perfil de Instagram, y acumula a más de 20 mil seguidores en estas plataformas. Pero en Tiktok la influencer explotó muy rápido: en la nueva plataforma ella acumula a casi 30 mil seguidores convirtiéndose en la primera superstar quechua de internet.

Internet es una herramienta muy útil, y hoy permite que cientos de personas se conecten. Así como Solischa e Inés, hay más influencers de todo el mundo que demuestran con orgullo la cultura viva de su comunidad.

 

 

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Equitación: el arte de montar un caballo

12/05/2021 by Mabel Aguilar

Detrás de sus particularidades, este deporte puede ser más amigable de lo que uno se imagina. Según la entrenadora Ileana Stark, su aprendizaje y práctica no requieren tanto dinero, sino voluntad, trabajo y pasión.

Escriben: Piero Herrera y Marjorie Schlaefli / Fotos: Marjorie Schlaefli  Follow @PS_UPC

Para algunos de nosotros, montar a caballo se reduce a un paseo guiado por el campo. Otros peruanos, como el jinete Noe Ben Lamine, dedican sus vidas a perfeccionar su manejo del equino. Esta práctica se llama equitación e involucra a dos deportistas: la persona que monta el caballo y el propio animal.

La equitación ha sido afectada por la emergencia sanitaria, pero ya se encuentra en movimiento desde junio del año pasado. Para saber cómo dar los primeros pasos en este deporte y su desarrollo en el Perú, Punto Seguido conversó con los jinetes Noe Ben Lamine, representante peruano en los Juegos Panamericanos Lima 2019; Ileana Stark, entrenadora y miembro del directorio de la Federación Deportiva Nacional Ecuestre, la entidad rectora en el Perú; y Carolina Gómez, amateur de salto ecuestre.

Antes de conocer más sobre la equitación en el Perú, repasemos algunos conceptos y datos sobre su historia en nuestro país.

El salto ecuestre en el Perú tiene como categoría máxima la altura de 1.40 metros.

La equitación: un conjunto de disciplinas

Los deportes ecuestres son todos aquellos que involucran a los caballos. Entre estos podemos distinguir dos términos: equitación e hípica.

Mientras que la hípica alude a las carreras de caballos, la equitación se entiende como el deporte de montar a caballo a través de ciertas disciplinas. Tres de estas disciplinas son consideradas olímpicas: salto de obstáculos, adiestramiento (o doma clásica) y concurso completo.

El adiestramiento consiste en la realización de una serie de movimientos en una arena rectangular por parte del caballo montado, los cuales son predeterminados en un programa que debe seguir para ser evaluado. Para el salto de obstáculos, el caballo debe saltar entre 12 y 15 de estos siguiendo un recorrido en una arena con un orden preestablecido.

El concurso completo incluye tres pruebas: adiestramiento, salto de obstáculos y cross-country. En esta última, los participantes atraviesan obstáculos naturales y artificiales en un recorrido de campo que tiene cerca de 6 km de longitud.

En las tres disciplinas olímpicas no hay distinción entre hombres y mujeres y se puede competir de forma individual o en equipos de 3. Otras disciplinas que se practican en el Perú son el enduro (recorrido de grandes distancias en el menor tiempo posible) y el volteo (gimnasia sobre el caballo), aunque pueden considerarse varias más.

Un poco de historia

La historia de la equitación en el Perú puede ser conocida a través de las personas e instituciones dedicadas a este deporte. Uno de los fundadores del Club Ecuestre Huachipa, Manuel Olaechea Du Bois (1916-2014), escribió un artículo sobre los inicios de esta asociación.

Hasta 1962, los deportes ecuestres solo tenían lugar en el Club Hípico Peruano, ubicado entonces en la avenida Salaverry. Los socios militares informaron a los civiles que el Ejército iba a construir la sede social del Círculo Militar, institución propietaria del club.

El Club Ecuestre de Huachipa posee 17 hectáreas en total, gran parte del territorio lo conforma un bosque.

Ese año, un grupo de socios formó el Club Ecuestre Huachipa y se acordó la entrega de los bienes del Club Hípico Peruano y el traslado de sus miembros. Sin embargo, algunos de estos fundaron otra sede y se mantuvieron en dicha asociación, la cual conservó sus posesiones.

Desde entonces, ambos clubes ofrecen espacios de enseñanza libre y práctica de las principales disciplinas de la equitación. Además de otras escuelas más pequeñas, entre ellas destacan el Jockey Club del Perú en Monterrico y el Club Hípico Militar en La Molina.

Entrenamiento a niñas en la escuela del Club Hípico Peruano.

En el Perú, la Federación Deportiva Nacional Ecuestre (hasta 2008 Federación Peruana de Deportes Ecuestres) es la entidad rectora de la equitación reconocida por el Instituto Peruano del Deporte y la Federación Ecuestre Internacional (FEI).

Qué se necesita para montar y ser un profesional

La entrenadora Ileana Stark considera que la idea de que practicar la equitación es caro proviene de un prejuicio. Ella resalta que lo más importante es la voluntad de aprender, el trabajo de practicar y la pasión por mejorar su manejo del caballo.

“Hay muchas escuelas sin necesidad de ser socio de un club ni de tener un caballo, donde uno aprende a trotar y galopar. Si no tienes dinero, sí puedes montar. Yo montaba en la sede de la Policía Montada El Potao”.

Algunas de las escuelas están en el Club Ecuestre Huachipa y el Club Hípico Peruano, pero existen varias otras donde aprender a montar y practicar las disciplinas. Stark menciona que incluso para ser profesional tampoco es necesario poseer un equino, pues existen personas que los crían, entrenan y ofrecen a los jinetes.

De la misma forma, Carolina Gómez opina que las escuelas son una buena forma de comenzar a montar, pues no hay necesidad de comprar un equino; además de que hay implementos de todo precio. En cambio, el jinete Noe Ben Lamine ha optado por tener caballos para practicar mejor a nivel profesional, si bien coincide en que no es imprescindible.

Esta alternativa puede implicar una inversión sustanciosa de dinero y tiempo, según explica el deportista.

Cuidados del animal

“El cuidado del caballo para las competencias incluye la suplementación, el veterinario día y noche, y los transporte aéreos y terrestres para competir. Para que el caballo llegue a su mejor nivel pasan 10 años donde se haya alimentado y haya entrenado de forma óptima, evitando accidentes”.

El caballo, como cualquier deportista, requiere de seguimiento médico, alimentación balanceada y equipo de protección.

A pesar del costo económico, mantener caballos propios puede representar una ventaja al momento de escoger al mejor animal para competir. Ileana Stark enfatiza que la confianza jinete-caballo es la base del éxito y que un caballo con experiencia puede ser de mucha utilidad, sobre todo para los jinetes nuevos.

“Los caballos pueden ser como la gente, con distintos temperamentos. Hay habilidad y experiencia para escoger al mejor caballo”, refiere Stark.

Este equipo es un binomio donde, según Gómez, el caballo pone la fuerza, pero el jinete debe conducirlo, medir la distancia, el ritmo, el equilibrio y la impulsión. Si la conexión y confianza entre ambos está bien desarrollada, el resultado será favorable.

La equitación en el Perú

Stark y Ben Lamine coinciden en que la equitación no está bien desarrollada en el Perú. La dirigente señala que esto se debe a la falta de premios económicos en las pruebas nacionales, mientras que el deportista panamericano menciona que el nivel es mejor en otros países de Sudamérica, como Argentina, y de Europa.

Los concursos de equitación en el Perú no suponen una compensación económica.

“Para ser profesional hay que migrar porque aquí no es rentable, pero sí se puede ser profesor y ganar por las clases”, explica Stark. “El mejor lugar para vivir, competir y estar en el ambiente ecuestre, que también es la crianza de caballos, está en Europa; Bélgica, Alemania y Países Bajos”, opina Ben Lamine.

A pesar de los problemas dirigenciales que, como relata Stark, paralizaron a la Federación ecuestre peruana hasta los primeros meses de este año, la equitación siempre ha tenido representantes en las competencias interamericanas. En los Juegos Panamericanos 2019 participaron 12 jinetes peruanos y la Federación Ecuestre Internacional destacó entonces la organización y las instalaciones de este deporte.

Para Ileana, difundir este deporte es un punto clave en su crecimiento, así como demostrar que hay formas de aprender a montar. «Sólo se necesita saber a qué puerta tocar», reflexiona.

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Mujeres en la industria cultural y su lucha por la igualdad

21/04/2021 by Mabel Aguilar

Actrices que trabajan por romper los techos de cristal en la industria cultural y artística.

Mariana Palau, Carol Hernández e Hilda Tovar, actrices e improvisadoras que defienden la igualdad / Foto: Archivo propio

Mariana Palau, Carol Hernández e Hilda Tovar, actrices e improvisadoras que defienden la igualdad / Foto: Archivo propio

Escribe: Rosa María Cabrera

Mujeres actrices; soñadoras, dueñas de sus pasos y de su camino, entregan alma y cuerpo al escenario y a la producción que está detrás. Esa que sorprende a muchos cuando se apagan las luces y la función comienza. Ellas mueven nuestras emociones, nos permiten reflexionar, enriquecen nuestro patrimonio y nos hacen vibrar con su talento. Sin embargo, todavía existe una gran brecha de género en el sector cultural; de oportunidades, de jerarquías, de intencionalidad, de sueldos y de valoración. ¿Por qué? ¿Qué es lo que sucede?

Veamos las cifras: 1) Solo el 34% de los ministerios de cultura en el mundo son liderados por mujeres. (UNESCO, 2018) 2) De acuerdo a la OIT, en el ámbito de las artes y el entretenimiento las mujeres solo ocupan el 31% de los puestos de dirección ejecutiva. (UNESCO, 2021) 3) Sólo el 6% de las políticas culturales reportadas por el Ministerio de Cultura a la UNESCO en el marco de la Convención del 2005 están enfocadas en reducir las brechas de género. 4) En la Encuesta Nacional de Hogares del 2018, con respecto a la participación laboral femenina y masculina en actividades económicas asociadas a la cultura encontramos que el 70% corresponde a participación masculina, versus 30% de participación femenina. (ENAHO, 2018)

Todas estas cifras, datos e información son solo una muestra de cómo las desigualdades siguen presentes y latentes en la vida de las mujeres, en su trabajo y en las instituciones públicas de nuestro país, las cuales tienen todavía una ardua tarea por eliminar los techos de cristal y promover el desarrollo de las personas en igualdad de condiciones.

“Hay maestras, directoras, improvisadoras muy «power» en Perú haciendo fuerza para reducir esta brecha y actualmente siento que se va reduciendo un poco, sin embargo, todavía el espacio de la dirección y de la técnica siguen siendo espacios muy masculinos y los contenidos de las narrativas aún les falta mucho cuestionamiento para que sean más igualitarios y menos sexistas”, comenta Mariana Palau, actriz y docente de improvisación teatral formada en Perú y Argentina.

Por otro lado, con la llegada de la pandemia, todas las necesidades y desigualdades por las atraviesan las mujeres se han incrementado mucho más. Según La Comisión Interamericana de Mujeres de la OEA, en su informe “COVID-19 en la vida de las mujeres: Razones para reconocer los impactos diferenciados”, destaca que “Las mujeres representan una gran proporción de la economía informal en todos los países y los datos indican que los sectores económicos más perjudicados por las medidas de aislamiento social las afectan de modo importante a ellas”.

Respecto a ello, Mariana Palau menciona que en el ámbito de las artes escénicas usualmente está presente una cuerda floja entre la inestabilidad y estabilidad. “Tengo el privilegio de trabajar por más de 10 años en todo lo que tiene que ver con la actuación y siempre es difícil, siendo mamá un poco más. Sabemos que el sector cultural ha sido uno de los más golpeados. Es complicado, pero con muchos ajustes podemos seguir trabajando de esto”, reflexiona.

Asimismo, actividades como el cuidado de los niños, la enseñanza desde casa, la atención a personas enfermas y las labores domésticas se acrecentado a causa de la COVID-19, lo cual ha generado que las mujeres tengan menos posibilidades de desarrollar su trabajo artístico y cultural. Sin embargo, Mariana resalta que cada vez existen más asociaciones feministas que están comprometidas con la maternidad desde una mirada más empática y comprensiva.

“Trabajo con personas que apoyan y se comprometen con la maternidad y con la visión más social de esta. Ya no es un problema mío, sino que hay bastante conciliación y consideración. Incluso yo he actuado en escena con mi hijo siendo bebé, lo he llevado a festivales y he dictado clases con él en la mochilita”, destaca la actriz.

Para Carol Hernández, actriz, improvisadora y docente peruana, la mirada sobre la maternidad en el rubro artístico es distinta. “He tenido reparos en llevar a mi hija a los ensayos técnicos porque hace que me vea menos profesional. Me ven con ella, me ven más maternal y dulce, y se hacen la idea de que no puedo tener don de mando. Creo que todas las industrias incluida el arte te trata distinta por ser mamá”, afirma. Pese a ello, Carol rescata que el teatro, a diferencia de otros sectores, te permite trabajar con tus hijos e incluirlos de manera más sencilla.

Es importante resaltar que la industria artística no solo está formada por hombres y mujeres, sino también por disidencias (lesbianas, trans, travestis y no binaries) que son parte del rubro cultural; personas con un gran bagaje y experiencia de vida que aportan muchísimo al desarrollo de las artes escénicas. Mariana rescata que “Toda diversidad, enriquece. Tener personas más diversas es tener puntos de vista, formas de hacer, historias y experiencias distintas muy valiosas”.

Detrás de esta lucha de mujeres y disidencias del ámbito cultural por ser escuchadas se encuentran colectivos como Fuerte y Clara y Asociación Cultural Trenzar. Ambas organizaron la Semana del Teatro Feminista con el objetivo de celebrar el Día Mundial del Teatro, la cual tuvo una agenda llena de actividades como talleres, obras, conversatorios y hasta una fiesta virtual.

“Creo que es muy importante visibilizar a un montón de artistas mujeres que están haciendo cosas muy chéveres, visibilizar que hay un teatro feminista, qué es lo que se viene haciendo y todo lo que puede aportar”, comenta Mariana Palau, quien se sintió muy honrada de participar en este importante evento como agitadora de La Revoltosa, un catch de impro muy potente.

Finalmente, Carol Hernández, quien también participo en la Semana del Teatro Feminista como integrante de las hermanas Babel en La Revoltosa, destaca lo valioso de estos espacios. “A mí me encantó ser parte de la mesa de maternidad con madres en el teatro porque nunca se habla de eso, de cómo es tener a tus hijxs en tus ensayos, en tus procesos; además haber conocido a mujeres con experiencias tan distintas, pero que a la vez nos han jodido las mismas cosas”, afirma la actriz.

A continuación, una entrevista exclusiva para Punto Seguido con Hilda Tovar, más conocida como la payasita Misky, quien nos comentará algunos detalles de su vida artística y su rol como mujer en la industria cultural. ¡No se lo pierdan!

http://https://youtu.be/Jintosh7m1o

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