Redacción: Angela Valdivia
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En los últimos años la tecnología ha traído consigo muchas maneras nuevas de comunicación. Whatsapp, Facebook, Skype, están entre las aplicaciones más usadas, pero a pesar de todo el avance, aún existen personas que se dedican a la crianza de mensajeros tangentes, que en vez de internet, utilizan sus alas y el viento: estos son los colombófilos.
Fernando Ríos, un apasionado por esta actividad, señala que la colombofilia es el arte de criar, cultivar y entrenar palomas para convertirlas en palomas mensajeras con fines deportivos. Pero también pueden ser utilizadas en casos de catástrofe; por ejemplo terremotos.
En algunos países como Bélgica y Argentina, en el caso de América Latina, esta práctica es considerada un deporte nacional. El país sudamericano cuenta incluso con su propia Federación a diferencia del Perú en donde solo existe una asociación.
Entrenar estos animales requiere de paciencia y pasión. El colombófilo llega a entablar una relación con las palomas y también llega a sentir un cariño especial por ellas. La preocupación de que descansen, no se enfermen y se alimenten de la manera correcta son factores que influyen cuando estas concursan.
¿Cómo empezó todo?
Respecto a los comienzos de este ahora deporte, que en un principio era empleado con fines comunicativos, existen muchas teorías. Incluso en algunos lados se puede encontrar un supuesto capítulo del libro ‘’El orígen de las especies’’ de Charles Darwin en donde habla sobre las palomas mensajeras. Esto es una confusión total: el naturalista inglés habla sobre palomas domesticadas en Egipto, nunca menciona que sean mensajeras.
Lo cierto es que es que el primer concurso de palomas mensajeras data del 15 de julio de 1820. También se sabe que los ejércitos empiezan con lo que se conoce como colombofilia militar, la cual tuvo su auge durante la Primera Guerra Mundial.
Las palomas mensajeras tuvieron un rol importante durante los conflictos bélicos. Su domesticación, altitud y velocidad en la que volaban las hizo muy conocidas para el servicio de entrega de mensajes. Al ser algo que se conocía, hubo ocasiones en las que los otros bandos intentaron abatir a estos animales. Y algunas se hicieron muy conocidas, debido a su resistencia a pesar de las dificultades. Incluso logrando entregar un mensaje luego de haber perdido un ojo y una pierna, tal como fue el caso de Cher Ami, una paloma hembra que fue utilizada en la Primera Guerra Mundial y cuyo nombre, traducido del francés, significa querido amigo en masculino.
Luego de la Segunda Guerra Mundial, el uso de palomas mensajeras fue dejado de lado. Con la llegada de las telecomunicaciones modernas el empleo de estos animales se abandonó casi por completo.
¿Dónde vuelan ahora?
Entre los lugares que cuentan con más licencias se encuentran China, Alemania, Bélgica, Polonia, Reino Unido, Países Bajos y España. En Sudamérica Argentina es uno de los países en donde se practica más este deporte.
Pero las prácticas no se quedan en el plano nacional. Hoy en día existe incluso las Olimpiadas Colombófilas, que tienen lugar cada dos años. El 2015 la sede fue España y este año el lugar elegido fue Bruselas, Bélgica.
Una tarde con un colombófilo
Una tarde con un colombófilo. by Angela Valdivia Alarcón on Scribd
Las palomas no son lo que la gente piensa.