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Punto Seguido - UPC

Revista Punto Seguido - UPC presenta noticias, crónicas, fotos, videos, entrevistas, reportajes y contenidos en 360. Publicación digital de los estudiantes de Comunicación y Periodismo de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas.

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Alcalde de estreno

22/11/2018 by Mabel Aguilar

A poco tiempo de su victoria, Punto Seguido conversó con el futuro alcalde de Lima, Jorge Muñoz, para conocer cuáles son sus proyectos más importantes para nuestra caótica capital. Además, conversamos de cómo la está recibiendo de Luis Castañeda.

Tras una reñida y controversial campaña electoral, finalmente el nuevo alcalde en Lima será el candidato por Acción Popular. (Foto: Gabriel Velásquez)

Texto: Isabel Ayma
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El aún alcalde de Miraflores mostró su preocupación ante las deudas que le está dejando Castañeda. “Esto es un tema muy serio. Y eso es solamente algo de la deuda, si seguimos levantando la alfombra vamos a encontrar más cosas. No solo se está perdiendo la plata, sino que también se ha perdido la obra y un dinero que debía ser transferido del gobierno central, pero no se ha hecho por incumplimientos de la propia municipalidad”, comentó.

Sin embargo, acotó también que hará todo lo que está en sus manos para dejar atrás esta situación. “Hay varias cosas que queremos hacer, pero somos conscientes que tenemos pocos recursos. La actual gestión de la Municipalidad de Lima nos está dejando en una situación muy compleja, pero lo que nos corresponde a nosotros es salir adelante”.

Muñoz también se refirió a los diversos “memes” que han abordado las redes sociales tras su triunfo electoral. A pesar de ser graciosos, para él significa un compromiso y una responsabilidad de cumplir las expectativas que los limeños tienen sobre él. “Todo meme es gracioso, hay que saberlo entender. Pero también tiene un contenido muy importante porque a la vez me pone una gran responsabilidad”.

Para leer la entrevista completa, no te pierdas este viernes la edición n°77 de Punto Seguido en todos los campus de la UPC.

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José Cabana, el samurái de la ficción

30/05/2017 by Mabel Aguilar

Redacción: Diego Morales
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Jose Cabana es original: es el único narrador que usa la técnica kamishibai en el Perú.
Jose Cabana es el único narrador que usa la técnica kamishibai en el Perú.

Un despido en el trabajo hizo que su vida tomara otro camino: la narración de cuentos infantiles. Y gracias a esta profesión ha podido cruzar el océano contando las historias que de pequeño le narraban sus padres. Sin embargo, Cabana no es un simple narrador de cuentos, él es un gaito kamishibaiya. También es un éxito de ventas en libros infantiles, pero no le gusta que se lo refrieguen en su cara, pues aún le falta mucho por hacer. 

 

“¿Quién quiere que le cuente un cuento?”, pregunta el cuentacuentos José Cabana por un micrófono. En el colegio Bertol Brecht del Cercado de Lima, los cuatro salones del tercer grado de primaria se han reunido en el auditorio de la escuela para ver a Cabana dar una corta charla sobre su segundo libro publicado: “Un dragón en los Andes”.

—Cada vez que haga la mano así —mueve su mano derecha en forma circular— ustedes dicen: awww. A ver

—Aww —en unísono los niños repiten.

—Y cuando haga así —mueve su mano hacia adelante— pregunta ¿por qué? ¿Qué van a preguntar?

—¿Por qué? —gritan los pequeños

De esa manera comienza su rápida exposición de media hora.

Por las estruendosas risas de los chiquillos que hacen retumbar el salón, por las fotos que le piden las profesoras y responde amablemente, por los cuarenta y cinco minutos más que se queda luego de su exposición para firmar casi cien libros, no pondría en duda el comentario de Erica Olivera, amiga de Cabana: “Pepe es una persona con mucho Kokoro, mucho corazón”.

Cabana reafrirma aquel comentario cliché que existe sobre los artistas: ser distintas personas dentro y fuera del escenario. José Cabana se transforma en Mukashi Mukashi, que es la forma cómo empieza sus leyendas y que en español dice “érase una vez”.

Cabana viene desde una década siendo el principal impulsor de la narración de cuentos a través de la técnica kamishibai, cuyo significado literal es “drama de papel”, una manera de contar historias que viene desde el siglo XII en Japón y que recobró fuerzas en los primeros años del siglo XX y que fue aniquilado luego de la Segunda Guerra Mundial. A través de la propia voz del narrador y con un retablo de madera, colocado en el asiento de una bicicleta, se van mostrando dentro de éste las escenas del cuento.

 

—Yo no soy un simple narrador kamishibai —aclara contundente, pero con calma—. Yo soy un gaito kamishibaiya.

—¿Cuál es la diferencia? —le pregunto.

—Un narrador va al teatro y cuenta. Un gaito kamishibaiya es quién escribe, ilustra y cuenta; me falta solo la bicicleta y sería completo —dice entre risas antes de salir al auditorio.

Luego de unos minutos:

—Bueno chicos, démosle un fuerte aplauso a Pepe —indica la profesora.

Los alumnos aplauden y hacen una cola con sus ejemplares de “Un dragón en los Andes”.

—Usted es un éxito con los chicos —le digo a Cabana.

—Mada Mada Mes —responde.

Lo miro con cara de extrañeza

—En japonés quiere decir: “aún falta mucho por hacer”.

 

***

 

Cerca de dieciséis mil resultados hay en un tiempo menor a una milésima de segundo, si uno coloca Pepe Cabana en el buscador de YouTube. Aparecen entrevistas, unos cortos documentales, algunos videos con solo fotos de él y muchas presentaciones.

—De todos los países a los cuáles he visitado, en la mayoría o casi todos me decían: yo a ti te he visto por YouTube —dice Cabana sonriendo—. Es increíble que haya conocido aquellos lugares gracias a esta labor, a contar mis historias, al kamishibai.

Cabana ha viajado en total a trece países. Le resulta complicado poder elegir un sitio preferido, pues en “todos ellos le han pedido autógrafos”; sin embargo, existe uno, en el cuál pasó la más adorable, y también ingrata experiencia en el extranjero.

—En Polonia me han pasado anécdotas bastante curiosas. Tengo una buena y una mala, ¿cuál te cuento primero? —pregunta Cabana. Es inevitable que deje de utilizar la palabra o la conjugación de la palabra contar.

—La que desees —le respondo.

—Una bastante graciosa ocurrió la primera vez que estuve en Varsovia. A comparación de Lima, su aeropuerto no para abierto las 24 horas del día. Entonces, yo llegué, salí a la calle. Ya empezaba a oscurecerse —Cabana mientras avanza con la descripción de la historia, su voz de manera inconsciente va tomando otra entonación, una parecida a la del narrador de cuentos— Nadie venía a recogerme. Hasta que apareció un señor con un cartel que tenía mi nombre, era el taxista. Cuando ya estábamos dentro del auto, el taxista comenzaba a tirarse cachetadas. En las dos mejillas, no paraba. Luego de pasar unas calles, entramos debajo de un túnel. El chofer se bajó del carro, y un tipo vino y empezó a manejar. Éste apagó las luces del carro y se puso hablar por teléfono. Yo dije: ahora dónde me llevarán, tráfico de órganos. El otro conductor había tirado el asiento para atrás, y se puso a descansar. Pero de ahí pude percatarme. El taxista se daba las bofetadas para no dormirse. Y el otro era alguien que lo reemplazaba. Cuando el ambiente se alivió, empecé a reír.

También es ahí en Polonia, donde — confesó en una entrevista anterior— Cabana pudo vivir la tercera mejor experiencia de su carrera: poder presentarse en TED, versión polaca.

—En Marzo de 2012, recibí una invitación del Museo de los Cuentos de Varsovia. Ellos fueron los que coordinaron para que yo tuviera una presentación en TED. Yo ni tenía la menor idea de lo que era un TED, y tampoco me dieron las ganas de investigar acerca de eso —explica Cabana con la mirada estancada en un punto invisible.

La página web de TED (Technology, Entertainment, Design) menciona que ellos realizan eventos en donde sólo por invitación, los principales pensadores y hacedores del mundo se reúnen para encontrar la inspiración. Cabana es uno de ellos.

Esa noche, Cabana hizo que el auditorio del museo se convirtiera en una sinfonía de aplausos. Su propuesta de fusionar el arte popular con el kamishibai fue tan aclamada y felicitada, inclusive en el bufete que se preparó luego de su conferencia en la sala de reunión del museo.

—Me alegró saber que fui el primer latinoamericano que tuvo la oportunidad de presentarse en TED Polonia. No podía caminar tranquilo por la sala, ya que cada dos pasos que daba, alguien me pedía una foto o un autógrafo. You are very nice peruvian! me gritaban en la cena varias personas de diferentes partes del mundo —narra Cabana como si ésta es la primera vez que lo hace—. Se acercaban a mí para tomarse una foto conmigo o a que les diera un autógrafo o a invitarme unas yardas de cerveza. Me seguían hasta en el baño. No me dejaban ni siquiera orinar.

Pasan unos minutos y Cabana se olvida de contarme aquella infeliz anécdota que vivió en Polonia, le pregunto:

—¿Cuál fue esa mala experiencia que tuviste allá en Polonia?

—Ah, la segunda vez que fui. Lo crucé solo de norte a sur. Me hubiera gustado haberlo hecho acompañado de alguien.


Video: Peru21

***

“¿En qué momento se jodió el Perú?”, esa es la pregunta que abre “Conversación en la Catedral”, el tercer libro de Mario Vargas Llosa, quien asegura que “si tuviera que salvar del fuego una sola de las novelas que ha escrito, salvaría esta”.

—Pongámonos en el hipotético caso que tu biblioteca se incendia y tuvieras qué quedarte con uno sólo de tus textos escritos, ¿cuál sería? —le pido que responda a Cabana ahora, sentado en una banca de un centro comercial en Chorrillos al costado de una tienda de juguetes.

—Yo veo a mis cuentos como si fueran mis hijos. Es una difícil decisión, no podría hacerlo. Si se presenta ese trágico caso, que se quemen todos mis cuentos o yo me quemo con ellos.

La misma consulta se la hago a Tatiana Ugaz, esposa de Cabana, un día soleado cerca de los Pantanos de Villa.

—En realidad, me pones entre la espada y la pared con esa pregunta. Cada historia tiene un mensaje diferente, cada cuento toca a uno de manera distinta. Pero de los que Pepe narra, me gusta mucho uno que trata acerca de unos sombreros —comenta Tatiana, aún con la duda de haber dicho lo correcto o no.

Cabana explica acerca de la trama de la fábula:

—La traducción en japonés es bastante complicada. Aquí le dicen los sombreros de paja o los hombrecitos de piedra. Es la historia de una pareja de ancianos, muy pobres que no tienen para colaborar en la fiesta de año nuevo del vecindario. El anciano le pregunta a su mujer de qué manera pueden ayudar en aquella celebración. Ella le responde que tiene varios sombreros de paja guardados en su armario. Que los tome y venda en el mercado. En el camino, el anciano se encuentra con unos pequeños hombres de piedra y los ve temblando por la nieve y el frío, ya que no tienen con qué abrigarse. Él les deja unos cuantos sombreros a los hombrecitos para que se refugien en ellos y soporten esas bajas temperaturas. De ahí, sigue su camino y vende unos pocos sombreros. Al regresar a su casa, nota que los hombrecitos de piedra ya no estaban en el mismo lugar; se sorprende y continua con su andar. En su hogar le cuenta a la esposa acerca de su noble gesto, pero le anuncia que no tiene el dinero suficiente para la reunión. Entonces, pasan el año nuevo solos en su casa y luego se van a dormir. Cuando se encuentran acostados empiezan a tocar su puerta de manera violenta. La pareja asustada baja a ver qué sucede y se dan con la sorpresa de que hay una caja de tesoros en su sala. El anciano abre la puerta y ve en el horizonte a un grupo de hombrecitos de piedra caminando. Ellos son los que dejaron ese cofre. La reflexión de esa historia es que no hay nadie que tenga un corazón de piedra.

—Este cuento me hace recordar al complicado momento que vivimos hace unos años. —dice Tatiana—. Nació nuestra segunda hija y Pepe había perdido su trabajo.

Cabana aún mantiene en su memoria, ésa que sabe más de cien cuentos, aquel capítulo de su historia personal.

—En el año 2002, la agencia de publicidad en la que trabajaba decidió hacer un recorte de personal, y para mala suerte mía, yo me encontraba dentro de ese grupo de personas que saldrían de la empresa.

Cabana se saca los lentes, para limpiarlos con su polo azul que lleva un pictograma de letras del abecedario japonés.

—Felizmente ahorraba todas las gratificaciones que recibía. Ese dinero sirvió como un colchón para atenuar esa grave situación económica que vivimos. Y precisamente, fue en ese momento en el que decido enrumbarme a realizar algo muy distinto a lo que venía haciendo—explica Cabana.

—¿En ese momento pasó por tu cabeza convertirte en narrador de cuentos kamishibai? —le pregunto al ex diseñador gráfico publicitario y ahora cuentacuentos.

—No, todavía ni conocía que era el kamishibai. Nunca pensé que ahora iba a dedicarme a diseñar sonrisas —dice Cabana antes de hacerle una mueca a un niño que lo queda mirando.

 

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Energía Imparable

13/09/2016 by Mabel Aguilar

Por: Angela Valdivia

Vanna Pedraglio es la fundadora de Vanna Coach: un nuevo método de ejercicios que está revolucionando en Lima. El hecho de ser una entrenadora a veces puede intimidar tanto a hombres como a mujeres, tal como ella confiesa, pero basta hablar con ella cinco minutos para poder ver a la verdadera Vanna. Una persona muy alegre y sociable, quien siempre parece estar de buen humor para todos y hacia todo.

Vanna blog ps 2.jpgFoto: Facebook Vanna Pedraglio

Corriendo por más endorfinas

En el corazón de Miraflores, cerca al parque Kennedy, existe un lugar llamado Vanna Coach. Por fuera uno no se puede imaginar lo que viene ocurriendo dentro de este gimnasio. No es el típico ‘gym’, ese lleno de máquinas por todos lados de color gris o negro o quizás en algunos casos algún color primario de suerte. Vanna Coach es más bien todo lo contrario: es un espacio colorido por todos lados y no con tantas máquinas, sino más bien cosas sencillas, como por ejemplo conos, mats, sogas para saltar, entre tantos otros. Precisamente esa fue la idea que tenía en mente Vanna al empezar este proyecto: que sea más un juego.

– Cuando la gente viene a Vanna Coach y recuerda cuando hacían deporte, siempre regresan a épocas del colegio o de su niñez. Es por ello que quise hacerlo de esa forma. Que sea una especie de juego porque el cuerpo está diseñado para todo eso.

Vanna tiene una voz enérgica y al hablar con cualquier persona lo hace con tanta familiaridad que es difícil no sentirse cómodo rápidamente. Uno se olvida que es una extraña y empieza a sentirla como una amiga.

Cuando se le pregunta sobre el significado del deporte en su vida, lo responde con una seguridad que no se ve muy seguido: felicidad. Y es que Vanna, desde que tiene memoria, ha estado rodeada de este ambiente de deporte, principalmente del surf, ya que su mamá lo practicaba y vivían en la playa. En medio de una canción de pop que hace querer levantarse a bailar o incluso ejercitarse, Vanna comenta que parte de su rutina diaria es hacer deporte en las mañanas. Cuando lo dice uno puede sentir la importancia de esto. Uno siente que es como su aire, ella necesita hacer deporte todos los días para poder funcionar como persona. Aunque a veces no lo parezca, aunque a veces parezca más máquina por su disciplina y fuerza al ejercitarse. Diego, su esposo, la describe precisamente de esa manera: Vanna es una máquina, muy pocas mujeres en el mundo tienen esa fortaleza al hacer deporte.

vanna.jpgFoto: asiasur.com

Para que Vanna Coach se logre concretar, Vanna tuvo que pasar por muchas cosas. El ser tan metódica con cada cosa que se propone, así como también el hecho de querer ser su propia jefa la llevaron poco a poco a cumplir este gran proyecto. Al regresar de España, luego de haberse decidido ir 3 años y medio antes sin siquiera pensarlo dos veces y haber decidido volver de la misma manera, Vanna empezó con 400 dólares en el bolsillo. Se le ocurrió entrenar a los muchachos que practicaban surf y que eran amigos de su hermano, Tony. Era algo que aún no se hacía mucho en Perú, así que decidió innovar con esta idea. El siguiente paso fue el entrenar a deportistas. Es así como Vanna se fue haciendo más conocida, ya que cada vez era más solicitada. Su método era algo nuevo y a la gente le estaba gustando.

No muchos saben, pero Vanna Coach nace también de una idea de bondad, se podría decir. La intención de Vanna era la de poder brindarle a la sociedad un proyecto que pueda ayudar a mejorarla. En este caso es el de intentar hacer que esta sociedad sea más feliz a través de un servicio de preparación física. Ella es bastante dedicada con cada proyecto que empieza. Se entrega al 110% y es por ello que jamás está satisfecha con lo que hace. Se considera a sí misma una perfeccionista y obsesiva, virtudes según su mamá, Elizabeth, pero defectos según la propia Vanna.

 

Tiene una mirada bastante penetrante al enfocar sus ojos en cualquier persona, pero ello no es motivo de intimidación, sino más bien una muestra de toda la pasión que siente por lo que hace. La entrenadora cuenta de que hace poco se graduó de Coach Nutricional, pero de manera integral, lo cual es para ver el tema emocional en cuanto a alimentación se trata. Vanna empezó estudiando biología en la Universidad Agraria en la Molina, pero luego decidió irse a España de manera repentina.

– Soy muy impulsiva – dice de repente.

– ¿Te arrepientes de alguna decisión que hayas tomado por ser impulsiva? –se le pregunta.

– Creo que no. Creo que si haces algo por impulso es porque tienes ese sentimiento que te dice que lo hagas, algo dentro de ti. He aprendido con todas las experiencias que he tenido que al final no pasa nada, pase lo que pase le encontrarás una solución –responde ella con una voz llena de seguridad. Una voz que hace que uno se sienta tan valiente como ella, aunque sea por unos segundos.

Vanna es la definición de fortaleza, algo con lo cual concuerdan su esposo y madre. Pero no solo por el hecho de que sea una mujer que ejercita bastante o porque en algún momento fue conocida por sacarle la mugre a cualquiera, sino por su manera de ver las cosas. Ella no es de temer a nada. Se considera una persona a quien le encanta vivir sin miedo; es por ello también su impulsividad. Aquello la ha llevado a tomar decisiones buenas y malas, pero de las cuales no se arrepiente de ninguna, ya que todas esas experiencias la llevaron a donde se encuentra hoy en día.

Según cuenta esta mujer fortaleza, su único lamento es no haber estudiando también administración. No por algo personal, sino porque quisiera saber manejar y administrar de mejor manera Vanna Coach. Se alegra de tener a Diego a lado, ya que es él quien le sabe ayudar con esas cosas. El hecho de ser ingeniero a Diego lo lleva a analizar las cosas de forma más numérica y eso, según Vanna, hace que exista un balance y complemento entre ambos. El ying y el yang. Ambos traen algo a la mesa que los ayuda a ser mejores juntos cada día.

Vanna blog ps 3.jpgFoto: Facebook Vanna Pedraglio

El segundo bebé

– Mi hijo era este gimnasio –dice Vanna, mientras apunta hacia aquel espacio colorido y lleno de música bailable en donde en ese momento hay un par de chicos entrenando.

Actualmente Vanna lleva 7 meses de embarazo y cuando alguien le pregunta respecto al nuevo integrante de la familia, Bastian, sus ojos se agradan aun más y empiezan a tener un brillo especial. Un brillo que solo existe cuando uno habla de algo o alguien amado, de algo único. Hasta hace un año no estaba en sus planes tener hijos, pero de repente Diego y ella notaron que llevaban una vida muy linda y que podían darse el tiempo de crear a un buen ser humano. Un mini ser humano, por ahora, quien también los hará mejores personas a ellos.

Vanna es totalmente consciente que toda su vida va a cambiar. Que incluso los cambios ya han comenzado desde hace un tiempo. Afirma que es ahora más estricta aun en cuanto a gustos de comida se trata. Uno tiene que ser consciente de que todo lo que consuma se irá directamente hacia él. Yo quiero ofrecerle lo mejor en todo lo que pueda.

Confiesa que los primeros dos meses luego de haber nacido se los dedicará exclusivamente a Bastian, ya que desea conocerlo a él y que él también la conozca muy bien a ella. Por cómo se expresa, cada palabra llena de amor, Vanna demuestra las ansias que tiene de que llegue el nuevo integrante de la familia. Ella sabe hablarle y él, como respuesta, a veces se mueve.

– ¿Recuerdas cuándo o dónde fue que te dio la primera patada? –se le pregunta. La curiosidad es grande.

– Cuando estaba en Nepal. Me fui con mi esposo allá  y mientras estábamos en el hotel… ‘’pum’’. Se movió. Se siente bastante raro, como si algo dentro de ti está por todos lados. Aunque mientras más crece es que se mueve más, incluso la cabeza, y empiezas a sentir dolor por todos lados –dice ella, mientras coloca sus manos sobre su barriga y sonríe. Sonríe para sí misma, como si en ese momento se le cruzaran pensamientos de felicidad.

Levanta la mirada y aún queda un rastro de la sonrisa que tenía. Bastian parece tenerla soñando últimamente. Al principio los médicos les habían dicho a Diego y a ella de que tendrían a una hijita. Incluso ya tenían un nombre elegido: Milana. Luego de un mes vieron que se habían equivocado y entonces Bastian comenzó a ocupar los corazones de todos aquellos que se encuentran cerca, entre ellos su abuela. Elizabeth se muestra muy emocionada por la llegada de esta gran alegría que viene en un paquete pequeño, y está más que segura de que su hija sabrá manejar las cosas de la mejor manera. Confía totalmente en la organización y compromiso de Vanna con todo lo que hace.

– ¿Cómo se te ocurrió Bastian?

– Bueno, yo he crecido con un nombre único, nunca he conocido a nadie que se llame igual que yo y quería lo mismo para él. Creo que el nombre forma parte de la identidad y eso es muy importante para mí. –confiesa ella.

– ¿Qué significa?

– Es un nombre griego que significa el venerado, un nombre con fuerza. Siento que con García (por Diego García) sienta muy bien. –lo dice sonriendo.

– ¿Ha sido un reto entrenar embarazada?

– Ha sido un proceso el cual he disfrutado en todo momento. Conozco mi cuerpo, conozco el cuerpo, sé realmente mis limitaciones y mis fortalezas. En este proceso no soy yo, es él. –admite.

Se nota en la mirada, la sonrisa y hasta en la manera en cómo dice las cosas, las ansias de Vanna ante la llegada de Bastian. Es consciente de todo lo que se viene y los cambios y sacrificios que habrán de por medio, pero admite que los asumirá con todo el amor del mundo, ya que como ella misma dice: No soy yo, es él.

vannaFoto: Angela Valdivia

Como humana, no máquina

La fuerza física de Vanna camina de la mano con la fuerza mental que tiene. No es algo que aparezca mágicamente tampoco. Ella confiesa que, sobretodo, últimamente se ha dedicado a leer libros del Dalai Lama, los cuales le han ayudado bastante a tener una nueva visión: apreciar las cosas simples que la vida ofrece.

Pasear a los perros en un onesie o mirar películas tirada en la cama con Diego son sinónimos de felicidad para ella. A pesar de que muchos puedan creer que es una workaholic, definitivamente no lo es. Hacer deporte para ella no es considerado como trabajo, sino como un estilo de vida. Un estilo que le trae felicidad porque le hace sentir bien física y mentalmente.

Cuando habla respecto a las cosas importantes para ella, su rostro se pone un poco más serio y lo dice con toda la certeza del mundo: la familia.

– Lo más importante es pasar tiempo con la familia. A veces mucha gente cree que tener más dinero los hará feliz y eso no es cierto. –afirma.

Es por ello que para Vanna la privacidad e intimidad son dos cosas fundamentales. Su decisión de casarse en Italia se debió en gran parte a ello: el deseo de algo íntimo. La boda se llevó a cabo en un pueblo cerca a la frontera con Suiza. Un pueblito hermoso. Fue en el medio del bosque, junto con todos aquellos que vivían en la aldea, cerca a la casa de un escultor apellidado Pedraglio. Vanna y Diego querían una boda que vaya más con su estilo, así que por ello optaron por algo tranquilo y que sabían que no olvidarían jamás.

En un mundo lleno de hombres, Vanna supo hacerse oír, tal como ella dice. Tiene cuatro hermanos  y cuando se le pregunta si hubiera deseado tener a una hermana, ella dice tajantemente que no. Le alegra haber crecido en el ambiente en el que creció. Eso la ayudó a ser quien es ahora: una persona que lucha para obtener lo que quiere, una mujer que lucha por sus ideales.

– ¿Con qué personaje histórico te identificas más?

– Con Juan de Arco. –dice ella mientras sonríe. Es una de las primeras mujeres pioneras y guerreras.

En el fondo está sonando la canción de Beyoncé ‘Run the world (girls)’. Para todo el que la haya oído sabe que la letra tiene que ver con el poder de las mujeres sobre el mundo, el dominio de este, al menos esa es una manera de ponerlo. Es curioso que suene esta canción mientras Vanna, una entrenadora personal, quien hoy en día es dueña de uno de los gimnasios más prometedores de Lima, esté diciendo que se identifica con Juan de Arco. Aquella mujer quien es considerada una heroína y luchadora.

Y es que Vanna no podría haberse identificado con alguien mejor. Todo aquello que se propone, lo logra. Por todo lo que demuestra más que con sus palabras, sus acciones, ella realmente aplica su lema a su día a día: Nada me detiene.

 

vanna-blog-psFoto: Facebook Vanna Pedraglio

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