Ante la vieja creencia de que somos un país que “no lee lo suficiente”, la tecnología ofrece numerosas alternativas para promover el hábito de la lectura. Aunque, las ediciones impresas están lejos de desaparecer.
Escribe: Sergio Herrera Deza
Este 23 de abril, se celebró el Día Internacional del Libro. Una festividad que conmemora la muerte de escritores universales como Miguel de Cervantes, William Shakespeare y el Inca Garcilaso de la Vega. En el Perú, se trata de una efeméride que impulsa espacios de reflexión como conversatorios y mesas redondas sobre diversos temas literarios. Uno de los más recurrentes es el hábito de la lectura que tenemos como sociedad.
Según una encuesta del INEI (2022), el porcentaje de peruanos que obtuvieron un libro impreso con fines recreativos o informativos había disminuido en los últimos cinco años: menos de 2 de cada 10 personas lo hicieron. Del mismo modo, la edición más reciente de la Feria Internacional del Libro de Lima registró 292,000 visitantes. En apariencia, no parece nada grave hasta que la comparamos con la acogida de 586,900 personas que tuvo la edición del 2019.
¿Qué ha sucedido con la lectura en el Perú de los últimos años? Punto Seguido conversó con el periodista Jaime Cabrera, Jefe del Equipo de Promoción de la Casa de la Literatura Peruana, para obtener una respuesta. De acuerdo a su visión, Cabrera considera que en periodos de crisis económica, la cultura pasa a segundo plano. “Durante la pandemia, mucha gente perdió su trabajo y se enfocaron en la compra de comida y medicinas. Luego, recién pensaban en ver películas o leer libros”, expresó. Pero si leer no es esencial para sobrevivir, ¿por qué es un hábito importante? Para Cabrera, la explicación es simple: “Leyendo vas a conocerte a ti mismo y aprenderás a sobrellevar las dificultades de la vida. Por eso es un acto importante”.
Las redes sociales como aliadas de la lectura
Desde 2010, el comunicador dirige el portal cultural “Lee por Gusto”. Se trata de una plataforma que busca promover la afición por la lectura. Sus herramientas son la difusión de recomendaciones de obras, presentaciones de poemas, entrevistas a autores peruanos, entre otras. A la fecha, el portal cuenta con 144 mil seguidores en su cuenta de Facebook. Además, en 2022, fue nominado al Mejor programa digital cultural en los Premios Luces de El Comercio. Cabrera siempre fue consciente que debía competir con las ofertas de entretenimiento. Así que debía promover la lectura a cuentagotas. “Un día, pensé que sería buena idea publicar un fragmento de alguna novela o poema en redes. El objetivo es que te intereses y preguntes, ¿qué más habrá escrito este autor?”, explica así la estrategia de “Lee por Gusto”.
Por otro lado, Cabrera opina que por más que exista una buena política estatal, si la lectura no se inculca en el hogar, no hay mucho que hacer. “Como decía Oswaldo Reynoso: la literatura es como la gripe, porque se transmite por contagio. El libro debe ser visto como algo tan natural como proveerse de una buena almohada”. Y si bien, hoy en día, las distracciones de la tecnología representan un reto para formar un hábito por la lectura, el comunicador sostiene que la clave está en persistir. “Leer involucra una disciplina en la que tú tienes que cuestionarte, ¿por qué hago esto? ¿Por qué lo hago en vez de “Whatsappear” o escuchar música? En mi caso, me respondía: porque quiero formarme, quiero obtener un panorama de la literatura”, concluye Cabrera.
Más allá del papel
En el 2019, un informe de la Dirección del Libro y la Lectura del Ministerio de Cultura expuso que el peruano promedio solo lee el 0.86% de un libro al año. Si bien es una cifra poco optimista, podría reflejar únicamente una parte del escenario. En exclusiva para Punto Seguido, Fabiola Vergara, jefa institucional de la Biblioteca Nacional del Perú (BNP) expresó lo siguiente. “Pienso que las cifras son importantes, pero también deben ser contextualizadas. Muchas veces estos estudios se miden en función a un libro objeto, es decir, las ediciones impresas. Cuando sabemos que en el Perú, hay una penetración de equipos móviles y lectura digital a nivel nacional”.
En esa línea, la BNP ha trabajado desde el 2006 en el proyecto de la Biblioteca Pública Digital. Es una plataforma que difunde obras del archivo de la BNP a través de la modalidad del préstamo digital. Su principal atractivo es que solo se requiere de Internet para conectar el usuario y pedir prestado el libro. Una vez realizado el trámite, puedes seguir leyendo por 14 días sin conexión a Internet. “Con esta estrategia pensamos en muchas personas al interior del país que pueden tener equipos, pero no necesariamente tienen datos móviles”, señala Vergara. La estrategia ha cosechado sus frutos: actualmente, la Biblioteca Pública Digital tiene cerca de 60 mil usuarios registrados y ha obtenido 300 mil lecturas en los últimos dos años.
Cuando se le pregunta si la lectura digital podría reemplazar a la tradicional, Vergara sostiene que en realidad, todo depende de por qué estamos leyendo en primer lugar. “Muchas veces leemos en digital cosas más funcionales. Como cuando te preparas para un examen. Pero estoy segura que cuando quieres disfrutar de una obra o leer cosas reflexivas como filosofía, prefieres un libro físico. Probablemente, el ejemplar impreso siga manteniendo su hegemonía”, asegura.