Actrices que trabajan por romper los techos de cristal en la industria cultural y artística.
Mariana Palau, Carol Hernández e Hilda Tovar, actrices e improvisadoras que defienden la igualdad / Foto: Archivo propio
Escribe: Rosa María Cabrera
Mujeres actrices; soñadoras, dueñas de sus pasos y de su camino, entregan alma y cuerpo al escenario y a la producción que está detrás. Esa que sorprende a muchos cuando se apagan las luces y la función comienza. Ellas mueven nuestras emociones, nos permiten reflexionar, enriquecen nuestro patrimonio y nos hacen vibrar con su talento. Sin embargo, todavía existe una gran brecha de género en el sector cultural; de oportunidades, de jerarquías, de intencionalidad, de sueldos y de valoración. ¿Por qué? ¿Qué es lo que sucede?
Veamos las cifras: 1) Solo el 34% de los ministerios de cultura en el mundo son liderados por mujeres. (UNESCO, 2018) 2) De acuerdo a la OIT, en el ámbito de las artes y el entretenimiento las mujeres solo ocupan el 31% de los puestos de dirección ejecutiva. (UNESCO, 2021) 3) Sólo el 6% de las políticas culturales reportadas por el Ministerio de Cultura a la UNESCO en el marco de la Convención del 2005 están enfocadas en reducir las brechas de género. 4) En la Encuesta Nacional de Hogares del 2018, con respecto a la participación laboral femenina y masculina en actividades económicas asociadas a la cultura encontramos que el 70% corresponde a participación masculina, versus 30% de participación femenina. (ENAHO, 2018)
Todas estas cifras, datos e información son solo una muestra de cómo las desigualdades siguen presentes y latentes en la vida de las mujeres, en su trabajo y en las instituciones públicas de nuestro país, las cuales tienen todavía una ardua tarea por eliminar los techos de cristal y promover el desarrollo de las personas en igualdad de condiciones.
“Hay maestras, directoras, improvisadoras muy «power» en Perú haciendo fuerza para reducir esta brecha y actualmente siento que se va reduciendo un poco, sin embargo, todavía el espacio de la dirección y de la técnica siguen siendo espacios muy masculinos y los contenidos de las narrativas aún les falta mucho cuestionamiento para que sean más igualitarios y menos sexistas”, comenta Mariana Palau, actriz y docente de improvisación teatral formada en Perú y Argentina.
Por otro lado, con la llegada de la pandemia, todas las necesidades y desigualdades por las atraviesan las mujeres se han incrementado mucho más. Según La Comisión Interamericana de Mujeres de la OEA, en su informe “COVID-19 en la vida de las mujeres: Razones para reconocer los impactos diferenciados”, destaca que “Las mujeres representan una gran proporción de la economía informal en todos los países y los datos indican que los sectores económicos más perjudicados por las medidas de aislamiento social las afectan de modo importante a ellas”.
Respecto a ello, Mariana Palau menciona que en el ámbito de las artes escénicas usualmente está presente una cuerda floja entre la inestabilidad y estabilidad. “Tengo el privilegio de trabajar por más de 10 años en todo lo que tiene que ver con la actuación y siempre es difícil, siendo mamá un poco más. Sabemos que el sector cultural ha sido uno de los más golpeados. Es complicado, pero con muchos ajustes podemos seguir trabajando de esto”, reflexiona.
Asimismo, actividades como el cuidado de los niños, la enseñanza desde casa, la atención a personas enfermas y las labores domésticas se acrecentado a causa de la COVID-19, lo cual ha generado que las mujeres tengan menos posibilidades de desarrollar su trabajo artístico y cultural. Sin embargo, Mariana resalta que cada vez existen más asociaciones feministas que están comprometidas con la maternidad desde una mirada más empática y comprensiva.
“Trabajo con personas que apoyan y se comprometen con la maternidad y con la visión más social de esta. Ya no es un problema mío, sino que hay bastante conciliación y consideración. Incluso yo he actuado en escena con mi hijo siendo bebé, lo he llevado a festivales y he dictado clases con él en la mochilita”, destaca la actriz.
Para Carol Hernández, actriz, improvisadora y docente peruana, la mirada sobre la maternidad en el rubro artístico es distinta. “He tenido reparos en llevar a mi hija a los ensayos técnicos porque hace que me vea menos profesional. Me ven con ella, me ven más maternal y dulce, y se hacen la idea de que no puedo tener don de mando. Creo que todas las industrias incluida el arte te trata distinta por ser mamá”, afirma. Pese a ello, Carol rescata que el teatro, a diferencia de otros sectores, te permite trabajar con tus hijos e incluirlos de manera más sencilla.
Es importante resaltar que la industria artística no solo está formada por hombres y mujeres, sino también por disidencias (lesbianas, trans, travestis y no binaries) que son parte del rubro cultural; personas con un gran bagaje y experiencia de vida que aportan muchísimo al desarrollo de las artes escénicas. Mariana rescata que “Toda diversidad, enriquece. Tener personas más diversas es tener puntos de vista, formas de hacer, historias y experiencias distintas muy valiosas”.
Detrás de esta lucha de mujeres y disidencias del ámbito cultural por ser escuchadas se encuentran colectivos como Fuerte y Clara y Asociación Cultural Trenzar. Ambas organizaron la Semana del Teatro Feminista con el objetivo de celebrar el Día Mundial del Teatro, la cual tuvo una agenda llena de actividades como talleres, obras, conversatorios y hasta una fiesta virtual.
“Creo que es muy importante visibilizar a un montón de artistas mujeres que están haciendo cosas muy chéveres, visibilizar que hay un teatro feminista, qué es lo que se viene haciendo y todo lo que puede aportar”, comenta Mariana Palau, quien se sintió muy honrada de participar en este importante evento como agitadora de La Revoltosa, un catch de impro muy potente.
Finalmente, Carol Hernández, quien también participo en la Semana del Teatro Feminista como integrante de las hermanas Babel en La Revoltosa, destaca lo valioso de estos espacios. “A mí me encantó ser parte de la mesa de maternidad con madres en el teatro porque nunca se habla de eso, de cómo es tener a tus hijxs en tus ensayos, en tus procesos; además haber conocido a mujeres con experiencias tan distintas, pero que a la vez nos han jodido las mismas cosas”, afirma la actriz.
A continuación, una entrevista exclusiva para Punto Seguido con Hilda Tovar, más conocida como la payasita Misky, quien nos comentará algunos detalles de su vida artística y su rol como mujer en la industria cultural. ¡No se lo pierdan!