El pasado 21 de enero, el Ministerio de Cultura anunció el cierre de Machu Picchu ante las constantes protestas en la región del Cusco. De acuerdo con las cifras del Mincetur, para el año 2021, Cusco era la segunda región más visitada del Perú después de Lima, con 1.4 millones de pasajeros. Hoy, la situación ha empeorado.
En una entrevista para Punto Seguido, Kantu Valer, guía de turismo con 9 años de experiencia en su labor, menciona que, tras la pandemia, el turismo en Cusco logró reactivarse.
“El año 2022 empezamos con buena mira y estábamos logrando tener la afluencia de turistas extranjeros a un 60%. Más o menos de lo que se tenía antes de pandemia”, declaró Valer.
Sin embargo, la crisis actual que afronta el país ha dificultado que el sector turístico pueda recuperarse en su totalidad. Según Valer, se esperaba que este año el turismo se recupere, pero, debido a las circunstancias sociales y políticas, se ha ido a pique, especialmente, el turismo receptivo.
“Creo que la parte más afectada es el turismo receptivo. La imagen del país a nivel internacional está totalmente denigrada y somos vistos como un país peligroso, inestable y no recomendado para viajar. El Estado debe promover campañas publicitarias para limpiar esa imagen, trabajar con embajadas y volver a hacer sentir a la gente que Perú no es un país peligroso, sino más bien un país acogedor y lleno de historia y cultura”, comentó Valer.
Asimismo, Valer comenta que los guías que trabajan como freelance también se han visto afectados en gran medida.
“Los guías freelance viven del día a día y se les paga por servicio. No tienen seguro, CTS, AFP, ni otros beneficios. Creo que ellos han sido uno de los grupos más afectados, solamente han estado viviendo de sus ahorros y muchos han tenido que ingeniárselas para aperturar un pequeño negocio que les permita sustentar a su familia”.
Finalmente, la guía asegura que es necesario que el Estado resuelva los conflictos sociales existentes para poder pensar en medidas que ayuden a reestablecer el sector turístico en el departamento del Cusco.
“Para fortalecer el turismo interno el Estado tiene que pensar primero en alguna solución que pueda dar estabilidad al país. Luego, crear programas de turismo social a un bajo costo, trabajando con diferentes agencias en todo el país para ofertar paquetes accesibles para que la gente local se motive a viajar”.