16 de septiembre del 2022. Con el clima bastante frío por la mañana, pero con una avenida Tacna muy transcurrida desde temprano como es de costumbre en todas las épocas del año. Empezando el día, entre las ventas de variedades de turrones ofrecidos por las carismáticas señoritas anfitrionas y de imágenes, rosarios, estampas, estatuillas decorativas, etc con alusión al Cristo Morado que ofrecían señoras de edad mayor en sus pequeños puestos en los alrededores, entre la avenida Tacna cruce con Huancavelica, se encuentra la Iglesia de las Nazarenas.
Ambiente lleno de fe y esperanza, además de la presencia de muchos de sus fieles seguidores, de Lima o del interior del país, quienes procuran estar desde que amanece por las calles aledañas a las Nazarenas para vivir con gran intensidad su visita al “Señor de Pachacamilla”. Solos o acompañados en familia. Un panel que separa al público de la imagen del Señor de los Milagros lleno de folletos y plegarias de sus seguidores conmueve hasta las lágrimas a sus devotos, quienes llegan a pesar de la crisis sanitaria que se vive en el país. Se acercan, oran, algunos botan lágrimas, de tristeza o alegría, solo ellos saben su sentir al frente del altar.
6 pm, ya no hay gente haciendo fila para hablarle al Señor de los Milagros, solo pasan de frente por la imagen y por la iglesia personas que transcurren por el lugar y optan por persignarse. No todos, pero sí la gran mayoría. Acompañados de una bolsa de canchita o de alguna bebida para no sentir su caminata hacia su destino.
7 pm, siguen abiertas las pequeñas tiendas a lado y al frente de la iglesia, donde no faltan fieles seguidores al Señor de los Milagros que hacen una parada y compran algún recuerdo que conmemora su paso por el lugar o simplemente hacer un regalo a algún familiar o allegado suyo. Cecilia Cruz, 54 años de edad y con más de 20 años trabajando en su pequeño comercio, comenta que el producto que más compran sus clientes son rosarios y pulseras de color morado, además de estampas con la imagen del Cristo Morado por lo que ya se avecina el mes de octubre. Ella piensa que las personas llevan estampas del Cristo Moreno, ya que “se sentirán más seguros teniéndolas”. Su hermana, que falleció hace cinco años atrás, compartía el negocio con ella y cuenta que le hace mucha falta su presencia, pero al estar a lado del Señor de los Milagros, no se siente tan sola, siente que de alguna manera u otra, su hermana está sentada junto a ella como solían estarlo. Entre risas, afirma que lo que más extraña de su hermana, Carmen, es que se olvide de cobrar a los clientes y luego no le cuadren las cuentas.
“Él siempre ha escuchado mis plegarias y estoy agradecida por la salud que le da a mi familia. El Señor Morado siempre provee y a veces cuando no vendo nada en días, llega un cliente y me hace una gran compra”.
Cecilia comenta que para ella, son bendiciones del Cristo de Pachacamilla y de su hermana, quienes no la dejan sola ni permiten que se hunda en la tristeza.
En medio de vendedores ambulantes de canchita, papitas, anticuchos, gaseosas y cigarrillos y el tumulto de gente que va y viene por la avenida Tacna cruce con Huancavelica, exactamente en la misma esquina de la Iglesia de las Nazarenas, se podía ir sintiendo a escasos metros de la intersección de las calles el exquisito olor del sahumerio. Una señora, con el rostro cubierto con un pañuelo blanco, con mascarilla negra y junto con un hábito morado suelto, sin aberturas, con dos cordones blancos y una mantilla de igual color. Entre lágrimas y humo a causa del sahumerio, se encontraba Hilda Cortes. Con un tazón en mano que emanaba cualquier cantidad de humo y en medio de rezos y súplicas, esta señora de 65 años de edad define al sahumerio como una purificación. Definición que da la mayoría de las sahumadoras. Ella cuenta que esta tradición empezó desde su bisabuela en la sexta cuadrilla, al cual ella también pertenece, y hace mención al gran significado que tiene en ella ser una sahumadora reconocida del Cristo de Pachacamilla. Hilda, no lo hace tanto por ser una tradición, explica que su fe va más allá de eso, pero que gracias a su tradición pudo conocer de lo que ansiaba hacer año tras año. Cabe recalcar que Hilda no lo hace todos los días, se acerca una vez por semana a sahumar por las puertas de la Iglesia de las Nazarenas, ya que extraña hacerlo en la reconocida y masiva procesión del Señor de los Milagros que volverá este próximo mes de octubre. Hilda explica que la labor de sahumar por delante del anda (ahora por delante de las puertas de la iglesia) es purificar la casa del Cristo Morado. Antes ella sahumaba el camino hacia la guardada (definición que se le da al descanso del anda en un santuario) en las Nazarenas o en las iglesias en las que hacía una parada la imagen del Señor de los Milagros cuando aún se podía hacer el recorrido tradicional en la procesión: “(…) el recorrido era duro, pero lleno de fe y amor hacia el señor”. Este particular olor contiene sahumerio, incienso y mirra, los cuales para Hilda cada uno de ellos significarían una representación de los tres reyes magos. Así se lo inculcaron en su creencia por este hábito. Esta señora de 65 años, acompañó 25 años en los recorridos correspondientes antes de que llegara la pandemia al país.
Agregó, que toda su familia es creyente del Cristo Moreno, y que incluso tiene sobrinos que pertenecen a la hermandad del Señor de los Milagros, donde inculcan a los devotos que las oraciones y peticiones, se realicen con fe y devoción. Que octubre “el mes morado” no es el único mes para acercarse a la sagrada imagen y a esta devoción por él.
-“Los días de este mes no son fechas tradicionales para acercarse y rezar, pero aquí estoy”.
Recalca que todo el año, el Cristo de las Maravillas escucha a sus fieles seguidores sin importar el mes, día, hora, fecha o lugar.
Conoce el recorrido que dará este 2022 El Señor de los Milagros:
Por Angie López Rojas.
aislamiento Apps Arte cine Coronavirus covid-19 cuarentena Cultura deporte Deportes destacado Economía Educación Emprendimiento Entrevista Fotografía FÚTBOL Fútbol Peruano gastronomía Internacional libros Lima Literatura medio ambiente MINSA moda mujer Música Netflix Ocio pandemia periodismo Perú Política Punto Seguido redes sociales salud Salud mental Selección Peruana Sociedad teatro tecnología tendencias Turismo UPC