Robots, drones, impresoras 3D, geolocación, cámaras térmicas, reconociniento facial, aplicaciones móviles y vigilancia electrónica son algunas de las herramientas que se emplean para combatir el COVID-19.
Escribe: Melanie Ravines y Nicolás Rosales
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La tecnología es un elemento esencial de combate contra el covid 19, pero es esta la que siempre se ha visto envuelta en polémica tras la frontera cada vez más invisible con el de la pérdida de la privacidad.
Países con mayor avance tecnológico, como China y Corea del sur, son promotores en implementar planes innovadores a base de ciencia y tecnología. El gigante asiático ha utilizado con mayor frecuencia nuevos artefactos entre ellos, robots y drones que fueron una solución implementada de manera rápida como medida para evitar el contacto físico.
Asimismo, el nivel de acceso a aparatos tecnológicos como los smartphones en América Latina y el Caribe son un beneficio poderoso para contrarrestar los efectos de la pandemia. La coordinación que se está llevando a cabo entre el sector público y privado es de cierta manera eficaz para recuperar el desarrollo económico.
China
Varias empresas chinas han fabricado robots para la industria de la restauración y los han instalado en más de 40 hospitales de todo el país para ayudar al personal médico. Estos han sido utilizados para la entrega de alimentos y medicinas, pues eran los únicos en ingresar a los pabellones, donde los infectados por covid permanecían aislados. También, el Centro de Inspección de Salud Ping An, incorporó los robots móviles de tomografía computarizada, que permiten diagnosticar esta enfermedad, sin la necesidad de asistir a un hospital.
Y no nos olvidemos de los drones como dispositivos que han resultado de gran ayuda durante el brote de coronavirus en China funcionando de diversas maneras. Los de DJI, por ejemplo, se han usado tanto para recordar a la gente que deben permanecer en sus casas como para desinfectar zonas potencialmente afectadas.
Para desarrollar dichas tareas, el gobierno chino les instaló altavoces, carteles e incluso cámaras térmicas a fin de controlar la temperatura corporal. Del mismo modo, múltiples drones han sido empleados para vigilar determinadas zonas o transportar muestras médicas, como los MicroMultiCopter.
Otro novedoso avance son el de las impresoras 3d que han funcionado continuamente en diferentes países. Todo ello para fabricar desde sistemas de protección hasta respiradores. Elementos claves y escasos en los hospitales del mundo. La tecnología de impresión en 3d permite la creación de objetos sólidos en tres dimensiones, es decir, con una determinada profundidad, un ancho y un largo. Los plásticos y las aleaciones de metal son los materiales más usados para la impresión 3D, pero se puede utilizar casi cualquier cosa, desde hormigón hasta tejido vivo. Este medio, desde hace un tiempo, se usa para crear prototipos rápidos para ayudas visuales, maquetas de ensamblados y modelos de presentación. Pero con la llegada del coronavirus han sido dirigidos como uno de los apoyos fundamentales para encontrar soluciones ingeniosas.
Monitoreo de las personas
Sin embargo, más allá de los robots y los drones, China se ha enfocado en el elemento esencial de cada persona: los smartphones. Estos dispositivos, no solo sirven para comunicarnos con nuestros familiares y amigos, sino que, a través de ellos, se puede llevar un control minucioso de cada persona; e incluso, de nuestros contactos, pero, sobre todo, los smartphones almacenan valiosa información de nuestro día a día. Información que debería ser usada para conocer los síntomas que padece cada persona conteniendo así la infección y no para otros usos mucho más cuestionables.
A través de las Apss, los encargados de sanidad y el gobierno tienen controlados a los ciudadanos en todo momento. Si bien, china siempre ha tenido una política de control y vigilancia, esta ha sido incrementada ante la expansión del coronavirus, pues ha movilizado su sofisticado sistema de vigilancia para lograr un mayor control de las personas.
Aplicaciones de salud como Health kit han sido creadas a raíz de la pandemia, solicitando datos personales como su nombre, número de identificación nacional y teléfono. Estas aplicaciones también registran la ubicación del usuario con ello las autoridades conocerían si algún infectado se esté desplazando en la ciudad.
Prueba de reconocimiento facial donde además miden la temperatura corporal de las personas Foto: Agencia EFE/EPA
Europa y Estados Unidos
Por otro lado, en Europa y Estados Unidos siguen analizando formas menos invasivas de recoger y compartir datos sobre las infecciones, y algunas aplicaciones específicas para el coronavirus que se puedan instalar en los teléfonos. Pero, al igual que China, han instalado cámaras térmicas en todos lados para tomar la temperatura.
La obtención de suficiente información colocaría a la inteligencia artificial como una importante arma contra el covid19 o, inclusive, para hallar un tratamiento. La inteligencia artificial como ya sabíamos está cada vez más presente. En las estaciones de metro, tren, aeropuertos y centros de servicios sociales de toda China se han desplegado sistemas automatizados para monitorear la temperatura. Este sistema es capaz de examinar a 300 personas por minuto.
En ciudades como Pekín, y Shanghái, empresas líderes en inteligencia artificial han creado sistemas de detección de fiebre, aludiendo que puede conocer la temperatura de una persona, sin establecer contacto.
Llegar a un equilibrio entre la erradicar el virus y perder nuestra privacidad es sensible. Por ello debemos plantearnos si la tecnología es eficiente y las consecuencias que conlleven son justificables o no, pero sobre todo supervisar que la tecnología cumpla con las normas de toda la sociedad.
Si quieres conocer más acerca de los beneficios y perjuicios de la tecnología escucha el siguiente podcast.