La intervención de la ONU se torna crucial en medio de la violencia que atraviesa Puerto Príncipe.
(Foto: Cuerpo de Marina de EE.UU).
Mientras se comienza a armar un consejo presidencial para brindar estabilidad política a Haití, una batalla entre pandillas y policías se libra en la capital, Puerto Príncipe. Lugar donde la violencia social ha cobrado la vida de más de 1500 haitianos en lo que va del año,según agencias noticiosas.
Escribe: Diego Andrade
El vacío de poder que atraviesa Haití tras la renuncia de Ariel Henry, como primer ministro del país, ha exacerbado una crisis de violencia que ha matado muchos inocentes en el año 2024 y parece no tener fin. Esto se debe a que el consejo presidencial transitorio, creado para subsanar esta situación, no ha logrado llegar a un acuerdo para nombrar un Gobierno de transición. La situación refleja lo que el internacionalista Miguel Ángel Rodríguez Mackay describe como un Estado fallido. «Un Estado ingobernable. Donde no se puede identificar quién lo dirige, quién lo preside, no se conoce a la autoridad central, todo absolutamente anarquizado”, afirma.
Sumido en esta anarquía se encuentra Puerto Príncipe. Según estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el 80% de la ciudad es controlada por las pandillas.
“Si observas en el mapa de Puerto Príncipe cuáles son las áreas que están en la influencia de la pandilla, no puedes decir 80%, es mucho menos”, señala el economista Haitiano Bénédique Paul, quien se muestra escéptico ante la información presentada por la ONU. Sin embargo, Paul reconoce que la situación que atraviesa la capital es crítica, ante la ausencia de instituciones que puedan hacer funcionar al país.
Esta ausencia de instituciones gobernantes data oficialmente del año 2021, cuando el presidente Joveniel Moise fue asesinado. Días después, Ariel Henry tomó las riendas del país como primer ministro. Esto quiere decir que, desde el año 2021, Haití no ha tenido un presidente y la persona que iba a gobernar el país desde entonces, no logró hacerlo. “Su problema es que él (Ariel Henry) no hizo nada. Perdió la apreciación de la población, perdió el apoyo de Estados Unidos.(…) está en Estados Unidos, pero sin ningún apoyo, por lo que no puede gobernar”, indica Paul.
Ariel Henry salió de Haití en marzo del 2024 para realizar una gira por Guyana y Kenia, por aquel entonces, el descontento de la población ya era evidente debido a las protestas que se realizaron en su contra. En el país africano, firmó un convenio con el presidente de Kenia, William Ruto, para enviar una fuerza de paz de 1000 policías a Haití, con el objetivo de combatir a las pandillas de Puerto Príncipe. Este convenio desencadenó la más reciente ola de violencia que prevalece en la capital del país, y que no le ha permitido a Henry regresar.
”Eso nos revela y nos confirma la incapacidad coactiva y coercitiva del Gobierno” afirma Rodriguez Mackay, quien considera que el fortalecimiento de las pandillas en los últimos años está relacionado con la incapacidad del Gobierno, desde la muerte de Joveniel Moise.
Son muchos los factores que hacen que la situación en Haití haya sido catalogada recientemente como “cataclísmica” por la ONU. Como en otras ocasiones, se prevé que el apoyo de la comunidad internacional será esencial para restablecer el orden en Haití.